27 Julio 2020

VOZ DEl EXPERTO| Retiro del 10% de la AFP ¿conviene para todos?

El académico y director de Ingeniería en Administración de Empresas entrega algunos tips respecto de la decisión que deberán tomar millones de afiliados a las AFP sobre retirar o no parte de su dinero en el contexto de la emergencia COVID.

 

A solo algunos días que el retiro del 10% de los fondos previsionales por parte de los afiliados sea ley, surgen algunas dudas respecto a su conveniencia para todos, puesto que es una medida con carácter de universal. El director de Ingeniería en Administración de Empresas de la Universidad Andrés Bello sede Concepción, José Navarrete, explica que consideraciones tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión. «Estamos claros que hay personas que han perdido su fuente de trabajo o sus ingresos han mermado a causa de la pandemia, y para ellos, esta posibilidad es una inyección de liquidez necesaria y vital para poder continuar. Sin embargo, surgen interrogantes como, por ejemplo, si es conveniente el retiro para alguien que no ha perdido su empleo, o si vale la pena para una persona que esta ad-portas de jubilar o si es conveniente para una persona que esté jubilada. En ese sentido, el objetivo de esta reflexión es tratar de analizar técnicamente cada una de estas situaciones y responder estas interrogantes».

En primer lugar,  dice el académico, hay que tener claro que el retiro del 10% fue sancionado como un ingreso libre de impuestos, a pesar de que técnicamente debió estar afecto. En ese sentido, para una persona cuyos ingresos no hayan mermado durante la pandemia, es conveniente hacer el retiro, puesto que estará obteniendo flujos de caja libres de tributos. En ese caso, y asumiendo que no existe una urgencia en la que utilizar el dinero, mi sugerencia es depositar el dinero en la cuenta 2 de la AFP y con ello ganar las rentabilidades de los fondos y utilizar este dinero en el futuro, ya sea para la jubilación, así como para otro tipo de imprevistos. En esa misma línea, también es aconsejable depositar en un APV régimen A, puesto que, en esta modalidad, el estado bonifica con un 15% anual por los dineros depositados, por lo que, además del ahorro de impuestos, se estaría recibiendo un incentivo por parte del gobierno. En ambos casos, los dineros pueden ser retirados y de no hacerlo, incrementarían el monto de la pensión de la persona.

Para el caso de las personas próximas a jubilar, hay que diferenciar el monto del ahorro que se tenga disponible. Para el caso de los trabajadores más desvalidos, normalmente sus fondos no alcanzan a autogenerar pensiones mayores a la pensión mínima solidaria, por lo que el consejo aquí es a hacer el retiro, dado que no generará ningún impacto, ni positivo ni negativo en su pensión. Sin embargo, cuando los ahorros son más importantes, vale decir, el afiliado es capaz de autogenerar una pensión más cuantiosa, sería necesario realizar un análisis más acabado para determinar cuál sería el impacto en la pensión real de la persona. Sin embargo, para este tipo de afiliados, también es válido lo señalado anteriormente, en el sentido de hacer el retiro y depositarlo en un APV régimen A y obtener la bonificación del estado.

Finalmente, agrega, para el caso de una persona jubilada, lo primero que hay que tener presente es que las personas jubiladas por renta vitalicia no pueden hacer el retiro, dado que ellos compran una póliza en una compañía de seguros con la totalidad de los fondos acumulados al momento de pensionarse, por lo tanto, los que podrían realizar el retiro son los jubilados con retiro programado o con modalidad de renta diferida, en la medida que aún estén en la etapa de retiro programado. En ese sentido, el análisis pasa por poder estimar cuanto será la rebaja de la pensión de la persona si hace el retiro y, en base a eso, estimar si es más conveniente recibir el dinero hoy o bien destinarlo a futuro. No obstante, según estimaciones preliminares los impactos no deberían ser tan altos, entre un 5% y un 11%, montos nominalmente menores, considerando que el 50% de los cotizantes reciben pensiones de $208.000 o menos.

Como reflexión final, el llamado es hacer un uso racional e informado de estos montos, tratando de, dentro de lo posible, maximizar su destino.