VOZ DEL EXPERTO| Restricciones sanitarias y salud mental
Sergio Durán Monares académico de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello reflexiona acerca del largo confinamiento y periodo de restricciones y cómo impactan en la salud mental de las personas.
Como sociedad somos consciente de que estamos en una constante de múltiples cambios debido a la pandemia, incorporando todas las medidas que se desprenden de las autoridades sanitarias, claramente necesarias para combatir el Covid-19 y disminuir los casos de esta enfermedad.
Sergio Durán Monares académico de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello explica que si bien, a lo largo de todo el curso de vida de nuestra población vemos impactos que de alguna u otra manera generan un desequilibrio en nuestra salud mental y bienestar general, que nos obliga a adaptarnos en el proceso, para algunas personas es muy complejo hacer frente a este abanico de cambios que se vive en el día a día producto de las restricciones sanitarias.
La incertidumbre, el miedo, la tristeza, las preocupaciones y las aprensiones son solo algunas de las sensaciones que puede dejar esta situación, asociada a nuevas realidades como el confinamiento, teletrabajo, la virtualización de la educación, la posibilidad de contagio en la persona o en algún ser querido. Sumado a la imposibilidad de mantener relaciones sociales, el distanciamiento físico y el factor soledad frente a esta situación incrementa todo lo anteriormente mencionado.
Es muy importante seguir algunas recomendaciones desde el punto de vista del autocuidado en situación de confinamiento, algunas de ellas son: Expresar nuestras emociones y conversar que nos pasa en el día a día con nuestros seres queridos, resolver los conflictos dialogando y escuchando al otro de manera activa y efectiva.
Es necesario, además, tener una rutina diaria dentro de lo posible, para una dinámica en el hogar que permita un desarrollo del día a día; una alimentación saludable dentro de lo posible o incorporar un aumento en el consumo de frutas, verduras y agua a su alimentación.
También mantener comunicación social constante con nuestros familiares, especialmente con nuestras personas mayores, hijos/hijas, amigos y compañeros de trabajo. El uso de teléfonos o conexión de video llamadas es una gran herramienta que nos ofrece la tecnología en la actualidad.
Otro factor es la calidad del descanso y sueño. No utilice dispositivos con pantallas hasta muy tarde o cercano a la hora de dormir. Sea selectivo con la información que lee o ve en su día a día. Esto hace que inconscientemente estemos conectados y siendo bombardeado de información permanentemente. Por último, trate de realizar actividad física adicional en su casa o patio.
Claramente esta situación de pandemia nos impactó a todos de alguna u otra manera, pero que evidentemente tenemos la capacidad de ser resilientes como personas y sociedad, dando énfasis en mantener un bienestar y desarrollar el autocuidado, ya que es la herramienta más poderosa para combatir esta pandemia.