24 Mayo 2024

VOZ DEL EXPERTO | Ocho consejos para el cuidado de personas con trastornos neurocognitivos

Especialista de la UNAB explica las consideraciones más importantes para el cuidado de personas con demencia.

Actualmente, hay mucha confusión sobre qué es una demencia. Algunas personas creen que la demencia senil es diferente del Alzheimer, pero en realidad, el término «demencia senil» ya no se utiliza. Según Jorge Valdés, académico de la Escuela de Fonoaudiología UNAB, hoy se habla de trastorno neurocognitivo, que se define como una condición adquirida y crónica caracterizada por el deterioro de diversas funciones cerebrales. 

“Esta condición puede manifestarse con síntomas cognitivos, psicológicos y/o conductuales. Estos síntomas afectan de manera progresiva la capacidad para realizar actividades diarias, comprometiendo la autonomía y la capacidad de participación familiar y social de quienes la padecen. Esto genera consecuencias cada vez más graves tanto para las personas afectadas como para sus familias y cuidadores”, explica. 

Un trastorno en crecimiento

Se estima que hay alrededor de 55 millones de personas en todo el mundo viviendo con demencia, con Alzheimer siendo la forma más común, representando entre el 60% y 70% de los casos, y se proyecta que el número de personas con demencia se triplicará para 2050, alcanzando cerca de 152 millones de casos. Aumento que se debe principalmente al envejecimiento de la población. 

A partir de estos datos, surge la necesidad de conocer signos de alerta para consultar al especialista, el académico UNAB señala los siguientes: pérdida de memoria, dificultad para resolver problemas, desorientación en tiempo y espacio, dificultades de lenguaje, cambios de personalidad y dificultades para reconocer a las personas. 

Consejos para el cuidado

Una de las dificultades a las que se exponen los cuidadores, que suelen ser hijos, hijas o conyugues, es cómo pueden cuidarlo en casa y evitar accidentes. A continuación, Valdés entrega algunos consejos para el cuidado: 

  1. Adaptar el hogar: intentar retirar objetos que dificulten el tránsito dentro de la casa, evitar que haya cables o alfombras sueltas. Evite cambio de posición de los muebles o de color de las paredes.
  2. Iluminación: se recomienda instalar luces en pasillos, baños y habitaciones, especialmente en aquellas por las que podría transitar la persona con demencia en las noches, de esa manera se evitan caídas.
  3. Uso de carteles en habitaciones, baño y cocina de la casa, facilitará la orientación.
  4. Mantener cuchillos y objetos peligrosos en lugares seguros y que no esté al alcance de la persona con demencia.
  5. Utilizar electrodomésticos que se apaguen automáticamente, por ejemplo: hervidor eléctrico, estufas, horno, etc.
  6. Guardar los medicamentos en lugares seguros y que no estén al alcance de las personas con demencia, ya que podría consumirlos varias veces por haber olvidado que ya los tomó.
  7. Instalar sistema de seguridad, ya sea cerraduras extras o candados, en puertas para prevenir que la persona con demencia salga sin supervisión.
  8. Utilizar barras de seguridad en ducha e inodoro y gomas antideslizantes al interior de la tina. 

Asimismo, el académico sugiere que cuando la persona con demencia salga de casa en compañía de algún familiar utilizar algún dispositivo con la identificación de la persona, ya sea una pulsera, GPS o una tarjeta. También se puede bordar el nombre y teléfono de contacto en la ropa de la persona.  

Por último, aconseja elegir lugares que sean conocidos por la persona con demencia para favorecer la orientación y evitar lugares aglomerados o que puedan causar confusión y desorientación.