30 Octubre 2025

VOZ DEL EXPERTO | Guía práctica para disfrutar los dulces de Halloween sin dañar los dientes de los niños

Odontopediatra sostiene que es posible disfrutar de los dulces sin culpa y enseñar a los niños a cuidar su sonrisa con hábitos saludables y estrategias creativas. Además, indica cuáles son los dulces con más riesgos para la dentadura de los niños.

Halloween no tiene por qué ser sinónimo de caries o visitas al dentista. Para la Dra. Carolina Winter, especialista en Odontopediatría y académica de la Facultad de Odontología UNAB la clave está en lograr un equilibrio. “Los dulces no son malos, pero deben disfrutarse con medida y en momentos adecuados”, explica.

Para la especialista el problema no es el día de Halloween, sino en el consumo repetido de azúcar y la falta de un buen cepillado.

El error más común, agrega, es guardar los dulces y comerlos todos los días, “eso mantiene a los dientes expuestos constantemente al azúcar y aumenta el riesgo de caries. Lo ideal es consumirlos de forma ocasional y nunca como premio o recompensa”.

Los dulces más riesgosos

No todos los dulces tienen el mismo efecto sobre los dientes. Los más peligrosos son los duros o pegajosos, como calugas, toffees y masticables. “Estos permanecen más tiempo en contacto con los dientes y son difíciles de retirar con el cepillado. Eso favorece la proliferación de bacterias que dañan el esmalte”, explica la especialista.

También, llama a tener especial cuidado con los dulces ácidos, que además de azúcar, contienen sustancias que erosionan el esmalte dental. En cambio, los chocolates con alto porcentaje de cacao o los alimentos azucarados que se disuelven rápido son una opción menos perjudicial. “En resumen: menos tiempo pegados, menos daño”, resume Winter.

No premiar con azúcar

Para la académica UNAB, los hábitos saludables se aprenden por imitación. “Cuando los padres también consumen con moderación y muestran interés por cuidar sus dientes, los niños lo incorporan de manera natural”, señala.

Además, insiste en que no se debe premiar con azúcar. “Cuando asociamos los dulces con el cariño o el éxito, generamos un vínculo emocional que puede acompañarnos toda la vida. Los dulces deben ser solo un alimento más, que se disfruta de forma ocasional y sin culpa”.

Estrategias y hábitos

La especialista recomienda cepillar los dientes inmediatamente después de comer dulces, usando pasta fluorada y un cepillo suave. “Siempre será mejor cepillarse que no hacerlo. En Halloween, más aún ese cepillado nocturno es sagrado”, enfatiza.

También sugiere establecer una hora especial para los dulces, por ejemplo, después de la comida familiar, para evitar el picoteo constante. Así se reduce la exposición al azúcar y se facilita el cepillado posterior.

Una tradición que la Dra. Winter destaca es la del ‘Hada de los Dulces’: los niños dejan parte de sus golosinas y al día siguiente reciben un pequeño premio. “Es una forma entretenida de enseñar equilibrio y autocontrol”, comenta.

“Halloween puede ser una fecha entretenida y no tiene por qué transformarse en un mal rato”, concluye la Dra. Winter. “Si equilibramos el consumo con buenos hábitos, como cepillado, agua en lugar de bebidas y acompañamiento de los padres, los niños podrán disfrutar sin miedo y con sonrisas sanas”.