09 Abril 2024

VOZ DEL EXPERTO | Embarazo después de los 35 años: Mitos y verdades

Angie Demierre, académica de Obstetricia UNAB, aclara mitos y verdades de la tendencia de las mujeres de optar por embarazarse después de los 35.

Las cifras son categóricas: Actualmente, el 25 por ciento de la población de mujeres chilenas se embaraza después de los 35 años, mientras que en los años setenta este grupo alcanzaba solo un cinco por ciento.

Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 2021 se registraron 177.255 nacimientos, con el 47% de estos ocurriendo en mujeres de entre 30 y 39 años (el grupo de 35 a 39 años con 30.989 nacimientos) y el promedio de hijos por mujer en edad fértil es de 1.3.

Las razones para decidir postergar la maternidad pueden ser diversas y vinculadas a factores sociodemográficos como el nivel educativo, la ocupación y el estado civil, lo que también se suma a los avances tecnológicos y a la una mayor autonomía reproductiva.

Angie Demierre, académica de la Escuela de Obstetricia de la U. Andrés Bello, aclara mitos y verdades de esta tendencia:

1.    Después de los 35, la fertilidad cae y es difícil un embarazo: FALSO. Si bien a partir de los 35 años la fertilidad comienza a disminuir, lograr un embarazo no es imposible. Al contrario, es muy frecuente, lo normal es que en el periodo de un año se pueda lograr un embarazo, sobre todo, en mujeres sanas y sin patologías. Si supera el año, se recomienda atención por especialista. De acuerdo a estudios, antes de los 30, las mujeres tienen un 85% de quedar embarazadas en el lapso de un año; a los 30, esas probabilidades descienden al 75%; y a los 35, al 66%.

2.    »Embarazo geriátrico» y «edad materna avanzada» son términos que se adoptan para referirse a las mujeres que quedan embarazada después de los 35. FALSO

El término embarazo geriátrico es un término completamente en desuso, ya que se tiende a asociar a mujeres de tercera edad y no a mujeres que aún están en edad fértil. Por otra parte, edad materna avanzada tampoco es un término tan usado, lo correcto sería “gestante tardía” en mujeres que han tenido hijos y “primigesta tardía” en mujeres que esperan su primer hijo/a.

3.    Un embarazo después de los 35 conlleva una mayor frecuencia a padecer una patología obstétrica (preeclampsia, diabetes gestacional, trombosis). VERDADERO. Efectivamente, el embarazo genera en el organismo de la mujer una serie de cambios físicos y hormonales que sobrexigen la capacidad del cuerpo femenino. Por lo mismo, aumenta el riesgo de diabetes gestacional, hipertensión arterial, embarazos múltiples, parto prematuro, alteraciones cromosómicas, aborto. Entre otras. Pero teniendo controles preconcepcionales y un buen control de embarazo pueden disminuirse o controlarse estos riesgos.

4.    La recuperación postparto es igual en un embarazo sobre 35 que en uno en una mujer joven: VERDADERO Y FALSO: Si bien la recuperación postparto requiere su tiempo en las mujeres, el tiempo de recuperación depende principalmente del estado de la madre, de su actividad física, su alimentación y los cuidados que tenga con su cuerpo posterior al parto. Por lo tanto, es variable.

5.    La decisión de querer ser madre después de los 35 años se relaciona con una estabilidad económica, emocional individual y de pareja: VERDADERO. La decisión de ser madre después de los 35 años suele asociarse a que las madres tienen mayor estabilidad económica, emocional y de pareja. Pero no siempre es así cada embarazo es único.

6.    Existe una serie de tratamientos para embarazarse después de los 35 años: VERDADERO. Actualmente, en el sistema de salud existen métodos de tratamientos para lograr un embarazo de baja y alta complejidad dependiendo de la fertilidad de los padres.

  • Baja complejidad: Es primer intento para lograr un embarazo de manera asistida. Se llama inseminación artificial, la cual consiste en introducir los espermatozoides en el útero de la mujer durante la ovulación, para que se produzca la fecundación en su medio natural.
  • Alta complejidad: Cuando la primera opción no es viable, para lo cual en Chile existen dos técnicas para producir embriones fuera del cuerpo de la madre:

Fertilización In Vitro (FIV) es la fertilización del óvulo por el espermatozoide en un medio artificial, pero producido naturalmente a través de la incubación de los espermatozoides con el óvulo. Y la Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI), que consiste en la inyección de un único espermatozoide en el interior del óvulo.

Escrito por Sonia Tamayo