VOZ DEL EXPERTO| Disfagia y Día Mundial de la Salud Digestiva
El fonoaudiólogo Jaime Crisosto explica los riesgos de la disfagia, que es la dificultad para tragar, y la preocupación en torno al aumento de casos como consecuencia del covid y el uso de intubación.
El 29 de mayo se celebra el Día Mundial de la Salud Digestiva, una iniciativa promovida por la Organización Mundial de Gastroenterología (World Gastroenterology Organisation). Esta efeméride generalmente queda asociada a la toma de conciencia de enfermedades que afectan, por ejemplo, al estómago o a los intestinos. No obstante, existe otra patología que se ha vuelto muy común y que atenta contra la eficacia de todo el proceso digestivo: la disfagia.
Lamentablemente, durante este último tiempo, se ha observado un aumento de pacientes con este diagnóstico debido a es una de las secuelas que pueden llegar a experimentar aquellos pacientes COVID-19, sobre todo quienes han estado bajo ventilación mecánica.
Pero; ¿qué es la disfagia? En palabras simples, es la dificultad de tragar los alimentos; es una patología en la que dificulta el paso de la comida desde la boca hacia el estómago. Existen diferentes causas que la provocan; desde trastornos psicológicos hasta patologías neuromotoras, como ocurre en el caso de los pacientes COVID-19, pasando por alteraciones anatómicas, dificultades funcionales y de otra índole. Para quienes no han sufrido alteraciones de este tipo, resulta extraño pensar que esta capacidad pueda verse afectada, pero es una fuente importante de disconfort para quienes la padecen.
La disfagia es una patología que afecta la calidad de vida del paciente, pero que, además, pone en peligro su sobrevivencia. Al realizar una actividad automática tan simple como tragar, se activan una serie de mecanismos neuromusculares que permiten asegurar que la comida no “desvíe su camino” y se dirija a las estructuras especialmente diseñadas para la continuación del proceso digestivo. Quizás, más de alguna vez hemos escuchado decir a algún cercano, luego de tomar un sorbo de agua, que “se le fue por el camino viejo”, en medio de un ataque de tos y una sensación pasajera de ahogo. En esos casos, el mecanismo de protección de la vía respiratoria ha fallado transitoriamente y su función se reestablece de inmediato.
Lo preocupante ocurre cuando esta función falla de manera constante, o sea, cuando el paciente no puede alimentarse adecuadamente por la boca y cuando lo hace, corre el riesgo de que la comida se vaya hacia los pulmones, donde expone al desarrollo de una infección y con ello, empeorar la condición general del paciente.
No obstante, la buena noticia es que la deglución, como se le denomina a la acción de tragar, puede ser rehabilitada con el fin de reactivar o compensar las dificultades que experimente el paciente. Quien debe llevar a cabo este rol terapéutico es el profesional fonoaudiólogo. Este rol de muchas veces es desconocido por la población en general, por lo que bien vale la pena recordar que, en caso de presentar dificultades durante el proceso deglutorio (¡cualquiera sea la edad, incluso niños!), se recomienda visitar a un profesional fonoaudiólogo para la evaluación, diagnóstico y tratamiento de la condición deglutoria presentada.