31 Marzo 2021

VOZ DEL EXPERTO | ¿Cuál es la relación entre la corta duración del sueño y la obesidad? 

Laura Quezada Acuña, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, explica la asociación entre la corta duración del sueño y la obesidad.

 

Se conoce la relación entre la duración y la calidad del sueño sobre la elección y el consumo de alimento, tanto en niños como en adultos. La selección de estos alimentos corresponde a comidas altas en carbohidratos y bajas en grasas o en comidas bajas en carbohidratos. 

“Varios estudios han propuesto una relación entre la duración del sueño y obesidad en la ingesta de energía. Se ha demostrado que las personas que duermen poco tienen una mayor ingesta de energía, particularmente de grasas y bocadillos, que las personas que duermen normalmente”, explica Laura Quezada Acuña, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello.

Laura Quezada UNAB

“Diversos estudios epidemiológicos han asociado la corta duración del sueño con la obesidad. Por otra parte, los estudios clínicos proponen cierta causalidad sobre la duración del sueño y los marcadores del aumento ponderal: la ingesta y el gasto energético”, detalla la nutricionista.

“La relación entre la duración corta del sueño y la obesidad está bien establecida. Las personas que duermen menos de 7 horas durante la noche tienen mayor prevalencia de obesidad, presentando un índice de masa corporal (IMC) mayor que aquellos que duermen adecuadamente entre 7 a 8 horas durante la noche. Estos datos son respaldados por las encuestas de seguimiento epidemiológico NHANES I”, agrega la académica UNAB.

La profesional subraya que para entender la asociación entre la corta duración del sueño y la obesidad se han propuesto diversas explicaciones como: 

Regulación del sueño y la ingesta alimentaria 

  • Los niveles de grelina (hormona apetito) aumentan casi en un 30% mientras que los niveles de leptina disminuyen casi en un 20% (hormona saciedad) después de un periodo de restricción de sueño de 4 horas en relación a 10 horas de sueño. 
  • Otros factores de señalización como el GLP-1 han reducido sus niveles después de las comidas en periodos de restricción de sueño de 4 horas en relación a sueño normal de 9 horas en mujeres. Se necesitan más estudios con tamaños de muestra mayores incluyendo ambos sexos. 
  • Las personas comen por varias razones no relacionadas al hambre como aburrimiento, estrés, cansancio, alegría. 
  • La presentación de estímulos alimentarios después de un periodo de restricción de sueño mejora la actividad en los centros neuronales relacionados con el placer y la recompensa en comparación a un sueño normal. Se ha observado un aumento de la ingesta al consumo de grasas y una reducción de la ingesta de carbohidratos, además de elegir porciones de comida más grandes, generando malas decisiones alimentarias en personas restringidas de sueño, pudiendo explicar el riesgo de obesidad asociado a esta privación de sueño. 
  • Se conoce que si ingiere entre 300 – 550 Kcal diaria en exceso en personas con restricción de sueño, reflejándose en mayor frecuencia alimentaria, incluso a altas horas de la noche.  

 Efecto de la restricción del sueño sobre el estado ponderal 

  • Se puede plantear hasta la fecha que la restricción del sueño conduce a un balance energético positivo, la ingesta energética se incrementa en al menos 300 Kcal/día frente y un aumento del gasto energético de aproximadamente 90 Kcal/día, agregando que la actividad física se reduce en periodos de restricción de sueño este grado de balance energético positivo sería una subestimación.  
  • Limitaciones, tiempo de duración de los estudios más de 3 semanas, se realiza en centros hospitalarios, etc. 
  • Otros estudios sugieren que las personas con restricción de sueño, tendrían más dificultades para perder peso y mayor probabilidad de riesgo de recuperar el peso después de perder peso.  
  • La mala calidad del sueño se correlaciona negativamente con la pérdida de masa grasa. 

 Extensión del sueño para controlar el peso 

  • Es importante establecer la higiene del sueño e identificar las barreras personales modificables para la extensión del sueño. Es importante llegar a dormir entre 7 a 8 horas. 
  • Algunos estudios muestran que al aumentar el sueño en aproximadamente 1,5 horas por noche para alcanzar el tiempo de sueño recomendado, pueden mejorar el control de peso. 
Escrito por Sonia Tamayo