01 Febrero 2024

Voz del experto | Consumo de frutas en días de calor: ¿Pueden comer sandía los diabéticos?

Nutricionista explica qué cuidados a la hora de consumir frutas deben tener las personas diabéticas o insulinorresistentes. No solo la porción es importante.

voz del expertoEn días de calor consumir frutas aparece como una gran oportunidad de incluir en la alimentación sabores frescos y dulces de manera saludable. Sin embargo, esto no implica que su ingesta pueda ser ilimitada. Si bien la fruta contiene fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes beneficiosos para la salud y agua, no podemos olvidar que también aporta azúcares naturales, entre ellos la fructosa, por lo tanto, en grandes cantidades no sería tan recomendable, sobre todo si la persona tiene diabetes o insulinorresistencia.

María Cristina Escobar

La nutricionista y directora de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello en Concepción, María Cristina Escobar, explica que la Diabetes Mellitus es una enfermedad metabólica no transmisible, originada por defectos en la secreción y/o acción de la insulina. “La insulina es una hormona que participa en la regulación de los niveles de glicemia (azúcar en sangre), siendo esencial para transportar y almacenar la glucosa en nuestro organismo”. Por otro lado, agrega, la insulinorresistencia se produce cuando las células no pueden absorber fácilmente la glucosa presente en la sangre, por lo que el organismo responde con una mayor producción de insulina.

En ambos casos, indica, es clave para las personas poder mantener un plan de alimentación equilibrado y variado, pero siempre teniendo la consideración que debe ser de acuerdo con la edad, género, estado nutricional y nivel de actividad física, además de considerar enfermedades o algún estado fisiológico como sería el embarazo.

¿Qué frutas elegir?

La académica señala que para poder mantener los niveles de glicemia controlados es relevante considerar que la fruta posee importantes cantidades de azúcar, es que las personas con diabetes o insulinorresistencia pueden consumir, pero tomando en cuenta algunos consejos como la ración necesaria y la cantidad de azúcar que aportan. “No se trata de privarse del consumo de frutas, sino que poder incorporarlas de manera equilibrada y variada en la medida justa”, enfatiza la especialista.

Sobre la porción, el Ministerio de Salud en sus Guías Alimentarias para Chile hace un llamado a poner “color y sabor a tu día con verduras y frutas en todo lo que comes” y recomienda cinco porciones de frutas y verduras al día. Basándonos en esto, puntualiza Escobar, “podríamos tener como idea consumir 2 porciones de verduras y 3 porciones de fruta. ¿Cuál es la porción? Dependerá de la fruta. Por ejemplo, una porción es equivalente a 1 manzana, 1 durazno, 1 naranja, 2 kiwi, 1 taza de berries, 15 cerezas, 10 granos de uva, 1 taza de sandía, entre otros”.

frutas

Dulces, pero no iguales

Si bien todas aportan azúcar, no todas influyen de la misma manera en los niveles de glicemia de las personas, ya que poseen distintos índices glicémicos. El índice glicémico de los alimentos está determinado por la velocidad con la que el alimento puede elevar el nivel de azúcar en la sangre. En el caso de la fruta existen algunas con alto índice glicémico, es decir elevan muy rápido la glicemia, como la sandía y el melón. También hay frutas que se consideran de índice glicémico medio, como el plátano, uva y piña. Pero las que deberían preferir son las consideradas de bajo índice glicémico, ya que elevan la glicemia de manera lenta y progresiva, manteniendo así más controlado los niveles de azúcar en sangre. Ejemplo de frutas con bajo índice glicémico tenemos el durazno, pera, kiwi, frambuesa, cerezas, manzana, frutos rojos.

Evitar jugos de fruta natural: Muchas veces se piensa que un jugo natural es una alternativa muy saludable, pero en caso de tener diabetes o insulinorresistencia esto no es así. El proceso de digestión de éste es más rápido que el de consumir una fruta, por lo tanto, los niveles de glicemia se elevan bruscamente, generando un descontrol de los niveles de azúcar en sangre. “Una vez más no se trata de no consumir frutas, sino de adaptar su ingesta a nuestras necesidades”, recomienda.