VOZ DEL EXPERTO | Cómo cuidar a nuestras mascotas de los golpes de calor y la deshidratación

Las altas temperaturas del verano en Chile pueden superar los 30°C e incluso sobrepasar los 40°C. Con un clima tan caluroso se requieren de cuidados especiales para nuestras mascotas, quienes, al igual que las personas, pueden sufrir las consecuencias del calor excesivo.

Leslie Poblete, directora clínica del Hospital Clínico Veterinario de UNAB, sede Concepción, explicó que “las mascotas son más vulnerables a las altas temperaturas, pues su organismo no cuenta con los mismos mecanismos de regulación térmica que el de los seres humanos”.

En ese sentido, la docente sostuvo que, para enfrentar el calor en nuestras mascotas, el primer aspecto fundamental es asegurar una hidratación constante.

Los animales deben disponer de acceso permanente a agua fresca y limpia, idealmente renovada varias veces al día para mantener una temperatura adecuada y evitar que se caliente.

Añadió que esto no solo previene la deshidratación, sino que también contribuye a regular su temperatura corporal.

Cuidar a las mascotas del sol

Otro aspecto fundamental para evitar problemas de salud para las mascotas es el sol.

Poblete manifestó que se debe evitar la exposición directa al sol, especialmente entre las 12 y las 17 horas, cuando las temperaturas alcanzan sus niveles más altos.

“Durante este periodo, es recomendable suspender los paseos y priorizar espacios sombreados y bien ventilados donde las mascotas puedan descansar de manera segura”, sostuvo.

Asimismo, es importante evitar caminar sobre superficies de asfalto o pavimento, que pueden provocar quemaduras en las almohadillas.

Una buena referencia es tocar la superficie con la mano: si está demasiado caliente para ti, también lo estará para ellos.

En caso de que el paseo sea inevitable, se recomienda el uso de protectores especiales para las patas”, aseguró.

Además, conviene limitar la actividad física durante las horas de mayor calor. Los paseos y juegos deben trasladarse para temprano en la mañana o al atardecer, cuando las temperaturas son más agradables.

Protectores solares

La protección de la piel de nuestras mascotas suele pasarse por alto, pero ellos también pueden sufrir quemaduras por la radiación solar, especialmente aquellas con pelaje corto o claro, o en zonas expuestas como el hocico y las orejas.

Por ello, Leslie Poblete dijo que es importante aplicar un protector solar formulado específicamente para animales y repetir su aplicación cada dos horas o después de que se mojen.

Además, es clave contar con un refugio fresco y sombreado en casa también es fundamental, como ventiladores, aire acondicionado o simples corrientes de aire.

“Eso puede marcar la diferencia para que tus animales se mantengan cómodos y seguros”, expresó.

Regulación de temperatura

Actualmente, existen además productos como mantas refrescantes que pueden contribuir a regular su temperatura.

Sin embargo, un error común y extremadamente peligroso es transportar a las mascotas en vehículos sin la ventilación adecuada o dejarlas dentro de ellos.

“La temperatura al interior de un automóvil puede aumentar de manera drástica en pocos minutos, generando un golpe de calor y poniendo en serio riesgo su vida”, puntualizó la experta.

Por eso, es importante conocer los signos de un golpe de calor y mantenerse atentos ante su aparición.

La profesional indicó que entre los síntomas más frecuentes se encuentran el jadeo excesivo, la dificultad respiratoria, la debilidad, la salivación abundante, los vómitos, los temblores, la descoordinación, el colapso e incluso la pérdida de la conciencia.

Cariño y protección

La docente de UNAB Concepción recomendó proteger a las mascotas durante las altas temperaturas es un acto de responsabilidad, pero también de cariño.

“La prevención y el cuidado constante son esenciales para garantizar su bienestar durante el verano”, dijo.

Frente a cualquiera de estas manifestaciones, se debe buscar atención veterinaria de manera inmediata.

“Se recomienda trasladar a la mascota a un lugar fresco y ventilado, humedecer su cuerpo con agua tibia (nunca fría) y, por supuesto, contactar de inmediato al veterinario de cabecera o acudir a un centro veterinario de urgencia”, cerró.