VOZ DEL EXPERTO| Apoyo a familias de un paciente en coma o etapa terminal de la vida
Carolina Messer, académica de la carrera de Enfermería de la sede Concepción entrega orientación sobre el duro proceso que deben enfrentar las familias y profesionales alrededor de los pacientes críticos afectados por la pandemia.
El diagnóstico de enfermedad terminal puede producir cambios psicológicos importantes tanto para el paciente como la familia. Va acompañado de una suma de sentimientos negativos como ira, tristeza, desolación, entre otros, explica la académica de la carrera de Enfermería Unab Concepción, Carolina Messer. Para las familias, asumir un diagnóstico terminal constituye una etapa de cambios, ya sea en los roles, la vida familiar, vida social, hábitos y rutinas, cambios económicos, todos los cuales contribuyen al desarrollo de un constante malestar.
El proceso de duelo y muerte es considerado un gran desafío para el profesional de enfermería. El alto número de fallecidos por Covid 19 que se reporta diariamente ha demandado una alta carga emocional en el profesional de enfermería. Los pacientes que se encuentran internados en unidades de cuidados críticos se mantienen en un estado de salud vulnerable. Para las familias, constituye un período de mucha incertidumbre, en donde afloran sentimientos de miedo a lo desconocido, pérdida de control sobre la salud y bienestar de los seres queridos, y sobre todo sentimientos de duelo anticipado.
Es parte del rol del profesional de enfermería ayudar a las familias y pacientes en etapa terminal, ayudar en el proceso de resignificar, es decir, promover herramientas que permitan, con el paso del tiempo, promover un duelo bien elaborado. Para ello es importante asistir en la aceptación de la pérdida, trabajar las emociones presentes, ayudar en la adaptación a un entorno en donde el familiar ya no esté presente, todo lo cual exige mantener constantemente la comunicación, a través de una escucha activa que favorezca la expresión de las emociones presentes en el grupo familiar, lo que se conoce como estrategia de cuidado compasivo. Es importante conocer en qué etapa del ciclo vital se encuentra cada integrante de la familia, pues hay que tener en cuenta que el proceso de duelo se vive de diferentes maneras según la edad de la persona.
Se debe favorecer en todo momento la atención integral, respetando las creencias de las personas sobre el significado de la muerte. En el caso de pacientes ingresados a las unidades de cuidados intensivos, la información clara y comprensible ayuda a disminuir la ansiedad e incertidumbre y además facilita la toma de decisiones y mantiene activo los canales de comunicación. En este contexto, es importante permitir a la familia despedirse de su ser querido, pues este acto trae consecuencias positivas en el desarrollo de un duelo sano.
Cabe destacar que un duelo bien elaborado es aquel que permite a la familia volver a la vida, emprender la reconstrucción de un mundo que se ha roto por la partida del ser querido, implica la capacidad de llenar la vida con otros significados, encontrar nuevas alternativas para seguir adelante y por sobre todo dejar ir o soltar, porque si bien la muerte acaba con la vida de la persona, esta no destruye la relación o el vínculo que se mantuvo durante toda la vida.