VOZ DEL EXPERTO| Alergias y alimentos para combatirlas
Lissé Angarita, investigadora y académica de la Facultad de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello expone acerca de las alergias alimentarias, las diferencias con las intolerancias alimenticias, sus riesgos y potenciales alimentos antialérgicos.
Cuidar nuestra alimentación tiene múltiples beneficios y entre ellos, el ayudar a combatir o prevenir los síntomas de las alergias, que son una reacción anormal del sistema inmune ante uno o más agentes extraños. Una de las más comunes es la de tipo alimentario, que afecta tanto a niños como a adultos, alcanzando a unos 250 millones de personas en el mundo; para las cuales se han registrado más de 170 alimentos causantes.
Si bien muchas personas confunden las alergias alimentarias con la intolerancia a los alimentos, comparten síntomas similares, pero, no son lo mismo. Algunas molestias muy comunes en el tracto digestivo, son la distensión abdominal y los cólicos. Sin embargo, la alergia alimentaria podría ser mortal, al desencadenar una reacción anafiláctica.
La académica de la Universidad Andrés Bello explica cuales son los principales alimentos que generan alergias alimentarias, cuales son sus diferencias con las intolerancias a los alimentos y las ventajas del consumo de algunos nutrientes y alimentos antialérgicos.
De acuerdo a la FDA, los ocho alérgenos alimentarios más comunes son los huevos, la leche, el maní, las nueces, la soja, el trigo, los crustáceos y el pescado, especialmente en aquellas personas con anticuerpos específicos como la inmonuglobulina E.
Otros alimentos pueden promover la producción de sustancias tóxicas desencadenando la activación de nuestro sistema inmune y sus manifestaciones clínicas, especialmente la producción de histamina, que puede desencadenar síntomas alergénicos del tracto respiratorio superior como estornudos o secreción nasal.
Algunos podrían contener histamina o estimular su producción, tales como el vino, la cerveza, ciertos vegetales como la berenjena y productos lácteos como el queso. También chocolates, tomates, frutillas, el alcohol y los embutidos crudos.
Por el contrario, hay nutrientes y alimentos potencialmente antialérgicos. Micronutrientes como la vitamina C, por sus efectos antiinflamatorios, pueden ayudar a evitar las alergias. Lo ideal sería obtenerlo directamente desde fuentes alimentarias: limón, kiwi, frutilla, naranja, o vegetales como el perejil, zapallo italiano, espinaca, pimientos y el brócoli. Para la mayoría de las personas una taza con frutillas, con brócoli o una naranja, proporcionaría suficiente cantidad durante el día.
Alimentos ricos en quercetina, antioxidante con propiedades antialérgicas, presente en la cebolla, ajos, peras, avena, cereza, entre otros, también ayudan. El té verde aporta catequinas, que suprimen el estrés oxidativo que estimula la respuesta inflamatoria y alergénica.
Otros ricos en fibras y con alto contenido de antioxidantes, disminuyen ciertas reacciones liberadoras de histamina. Destacan las frutas cítricas como la naranja, kiwi o limón, además de la sandía, mango, pera, manzana, higos y las uvas.
Saber alimentarse bien, puede significar un alivio.