Voluntariado remoto: Estudiantes Unab compartieron “Minutos en compañía” con adultos mayores
La iniciativa impulsada por la sede Concepción de la casa de estudios permitió acercar a casi un centenar de alumnos a las historias de 50 adultos mayores de diferentes programas del Hogar de Cristo. Cuando Chile vive su mes de la solidaridad, los jóvenes nuevamente dan el ejemplo.
No era simplemente preguntar si estaban bien. La conversación sostenida entre estudiantes de la Universidad Andrés Bello y medio centenar de adultos mayores en situación de vulnerabilidad iba mucho más allá. Tenía que ver con sus historias y experiencias de vida, convirtiéndolos en protagonistas durante el transcurso de una llamada telefónica. “Minutos en compañía”, se denominó a esta campaña de voluntariado, realizada entre el 27 de julio y el 14 de agosto, que consistió en, precisamente, brindar un acompañamiento remoto a personas que enfrentan la pandemia en mayor soledad.
Si bien la iniciativa surgió desde la sede regional de la casa de estudios, en total fueron 88 estudiantes de los campus Santiago, Viña del Mar y Concepción, los que participaron de ella, realizando dos o tres llamados semanales a beneficiarios del Hogar de Cristo de las comunas de Bulnes, Quirihue, Temuco y Collipulli.
Eduardo Quinteros, director de Desarrollo Estudiantil de la sede local, fue el impulsor de esta idea que se transformó en una demostración de que, incluso, con todas las restricciones, se puede ayudar. Explicó que, ante la imposibilidad de poder realizar los tradicionales Trabajos de Invierno, que trasladaban a jóvenes a zonas rurales para apoyar en reparación de viviendas y otras faenas, surgió esta necesidad de no quedarse inmóvil.
«La virtualidad nos dio la oportunidad de poder sumar, por un lado, a estudiantes voluntarios de cualquiera de nuestras sedes y campus, pero también apoyar a personas que no necesariamente fueran de Concepción. Por eso es que pudimos trabajar con programas de Ñuble, Biobío y la Araucanía”.
“Pensamos en brindar un apoyo aquellos adultos mayores más vulnerables y que enfrentan, quizás, mayor soledad. Creímos que este tipo de apoyo iba a ser importante de ahí nace en la oportunidad de hacer este trabajo. Además, la virtualidad nos dio la oportunidad de poder sumar, por un lado, a estudiantes voluntarios de cualquiera de nuestras sedes y campus, pero también apoyar a personas que no necesariamente fueran de Concepción. Por eso es que pudimos trabajar con programas de Ñuble, Biobío y la Araucanía”, contó.
Verónica Hidalgo, coordinadora de Desarrollo Estudiantil UNAB Concepción fue quien gestionó toda la labor realizada. «Nos encargamos de guiar en este proceso a cada voluntario o voluntaria, realizamos capacitaciones con los profesionales del Hogar de Cristo y durante estas tres semanas nos encargamos de supervisar el acompañamiento de cada usuario y voluntario con el fin de ser un apoyo para cada alumno durante la actividad«.
«Minutos en Compañía» se enmarca en el ciclo nacional UNAB «Seguimos junto a ti» de la Dirección General de Desarrollo Estudiantil.
La vinculación
La alianza con Hogar de Cristo es de larga data en la sede local de la Unab, a través de un convenio de colaboración y durante esta pandemia la relación se ha mantenido a través de otras iniciativas como la entrega de kits de aseo en los primeros momentos de la emergencia.
Sin embargo, pese a lo ya recorrido, esta actividad tuvo un sentido especial para el encargado de Soporte Territorial de Comunidad Zona Sur en Hogar de Cristo, Juan Claudio Acuña, quien destacó el lazo entre jóvenes y personas de la tercera y cuarta edad. “Solo transmitir gratitud por este tremendo vínculo que generaron los estudiantes con los adultos mayores, de acuerdo a como lo habíamos planificado, con un cierto encuadre, con capacitaciones. Se dio un tema de cordialidad, de respeto, de mucho afecto. Los adultos mayores quedaron muy contentos con la cercanía de los alumnos Unab en este contexto de pandemia en que sabemos que las necesidades no son solamente económicas sino también afectivas. En un momento de mayor soledad, los jóvenes generaron esa cercanía con ellos”.
«Se dio un tema de cordialidad, de respeto, de mucho afecto. Los adultos mayores quedaron muy contentos en este contexto de pandemia en que sabemos que las necesidades no son solamente económicas sino también afectivas. En un momento de mayor soledad, los jóvenes generaron esa cercanía con ellos”.
Experiencia inolvidable
La misma apreciación que tuvieron los estudiantes involucrados. Para Andrea Parra, de primer año de Pedagogía en Educación Física del campus Concepción “Minutos en Compañía fue una experiencia hermosa donde tuvimos la oportunidad de conocer una persona maravillosa, que hoy veo como amiga. Fue un desafío al comienzo, porque varios factores influyen como el miedo, los nervios, pero la verdad lo mejor es haber dado ese paso, atreverse. Gracias a ello fue una de las mejores experiencias de mi vida”, contó.
En el caso de Tomás Dañobeitía, alumno de cuarto de Psicología del campus Casona en la Región Metropolitana, se trató, además, de un complemento a sus estudios. “Entre las motivaciones que me impulsaron a participar en el voluntariado están, por un lado, los intereses de mi disciplina con respecto a la salud mental y, por otro, las necesidades psicológicas que se han disparado en tiempos de pandemia especialmente respecto de la población objetivo, que son las personas mayores o de tercera edad. Considero esta experiencia como fundamental, ya que muchas veces este grupo de personas queda relegado o excluido”.
La alumna de Fonoaudiología de la sede Viña del Mar, Paulina Torrealba, manifestó que “No solamente estamos apoyando a los abuelitos a los que llamamos, sino que, de cierta forma, ellos también nos ayudan a nosotros, desde muchos ámbitos, a crecer a través de sus experiencias y vivencias. Éste fue mi primer voluntariado y estoy muy feliz de haber participado”, dijo.
«Fue un desafío al comienzo, porque varios factores influyen como el miedo, los nervios, pero la verdad lo mejor es haber dado ese paso, atreverse. Gracias a ello fue una de las mejores experiencias de mi vida”.