SOY UNAB | Kinesióloga hace carrera en el servicio público y destaca en Congreso de Medicina de Urgencia
Valeria Acosta se tituló en Universidad Andrés Bello, y desde ese momento comenzó una trayectoria que la ha llevado a ejercer, principalmente, en la urgencia de hospitales, ámbito profesional que la puso a prueba durante la pandemia.
Primero en el Hospital de Rengo, posteriormente en el Félix Bulnes. Ése ha sido el escenario donde Valeria Acosta, titulada en UNAB, se ha desempeñado como kinesióloga de urgencia. Ha sido así, dicha experiencia la que le ha impregnado una vocación por lo público, y cuyo principal desafío fue la atención a pacientes en la pandemia. Hoy, a su vez, traspasa toda experiencia a colegas y otros profesionales de la salud, en congresos y jornadas de especialización.
Así fue como el 24 de mayo pasado, con ocasión del 3er Congreso de la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia, SOCHIMU, realizado en Santiago, dictó con éxito un taller teórico-práctico de Ventilación Mecánica no Invasiva en Adultos. Al respecto, comenta que “fue una positiva experiencia, porque siempre es un desafío enseñar y contrastar la práctica clínica con la última evidencia disponible”. Destaca, a su vez, “el haber estado acompañada de profesionales con gran conocimiento, tanto del Félix Bulnes, como de la Asistencia Pública”.
Es valorable que puedas traspasar lo aprendido durante tu trayectoria en el servicio público.
Sí, le doy mucho valor a eso. Toda mi carrera ha estado contextualizada en dicha área, y ha sido algo intencionado. Por eso, siempre agradezco el que se me hayan abierto las puertas a eso, pues me gusta la idea de poder aportar con lo que sé hacer en los sectores donde el acceso a la salud es más limitado.
Debe haber sido doble el desafío durante la pandemia.
Para una kinesióloga de urgencia como yo, claro que lo fue. Es una etapa que considero un hito, y que me desafió en distintos aspectos, como la práctica clínica o la gestión de insumos médicos. Todo fue aprendizaje, y sin duda, tras eso, ni yo, ni ninguno de los profesionales que estuvimos ahí, volvimos a ser los mismos.
Al comentar distintas experiencias, tus compañeros de profesión siempre están presentes.
Es que pienso que así debería ser para que podamos desarrollarnos mejor. En ese sentido, siempre he tenido la idea de armar en algún momento una red de kinesiólogos de urgencia de hospitales públicos, en la que podamos compartir experiencias y material científico, a fin de ir unificando nuestra práctica clínica. De todos modos, es sólo una intención que yo y otros profesionales compartimos por ahora. Espero, algún día, podamos darle forma.
¿De qué manera influyó tu paso por la UNAB para ser la kinesióloga de urgencia que eres hoy?
Mi paso por su escuela de kinesiología fue muy importante, por cuanto orientó mi formación hacia una perspectiva no tan biomédica, pero sí más humanizada, creativa e inclusiva, donde confluían los diversos puntos de vista que ofrece la realidad. En ese sentido, estoy muy agradecida de Daniela Palacios y de Juan Ignacio De la Fuente, ambos docentes que tuvieron un papel fundamental para que yo haya optado por esta forma de ejercer la profesión.
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