Derecho Viña del Mar realizó primera actividad universitaria de análisis al reglamento que regirá la Convención Constitucional
La exposición estuvo a cargo del Doctor en Derecho por la Universidad de Northwestern, abogado Pablo Contreras Vásquez, quien hizo un recorrido por los puntos centrales que forman parte de la normativa, destacando la incorporación de un discurso de apertura, el origen de las normas, algunas podrán ser presentadas por la sociedad civil, el modelo y el detalle de las comisiones, además de la ratificación del quorum de dos tercios.
La principal tarea de la Asamblea Constituyente es, por supuesto, elaborar una constitución, lo cual se podría simplificar diciendo que implica dos tareas: discutir y decidir. Sin embargo, la tarea de hacer una nueva constitución es diferente en varias formas a aprobar leyes ordinarias, para cuyo proceso “discutir y decidir”, sí, podría ser una descripción adecuada.
De hecho dar forma al Reglamento que regirá su funcionamiento, quizás sea, uno los aspectos más difíciles del proceso y puede llevar mucho tiempo. En Bolivia, se necesitaron 5 meses para decidir finalmente sobre el reglamento y en Timor Oriental donde inicialmente Naciones Unidas le había dado al país 90 días para adoptar una constitución, las primeras dos o tres semanas sólo fueron dedicadas a la adopción de un reglamento.
Y es que, la importancia potencial de las reglas es grande; pues podría afectar la transformación, expresión y agregación de preferencias en formas que pueden ser cruciales para la elaboración del texto constitucional. En esa línea y con el objetivo de analizar, la reciente aprobación y despacho del Reglamento General que regirá el funcionamiento de la Convención Constitucional chilena, la Carrera de Derecho de la Sede Viña del Mar de la Universidad Andrés Bello (UNAB), llevó a cabo el conversatorio: “El reglamento de la Convención Constitucional”.
Se trató de la primera actividad universitaria de análisis al reglamento que regirá la Convención Constitucional, tuvo lugar miércoles recién pasado y contó con la exposición del abogado Pablo Contreras Vásquez, Doctor en Derecho por la Universidad de Northwestern.
Discurso de apertura
Contreras inició sus comentarios haciendo mención sobre lo particularmente simbólico que le parece que, una vez constituidas las comisiones, lo que se espera que ocurra a fines de septiembre, la Mesa dará inicio al debate constitucional que partirá con «discursos de apertura», a cargo de los 155 constituyentes con extensión máxima de cinco minutos. Presentación que duraría casi 13 horas consecutivas, si todos los convencionales utilizaran el tiempo completo, y sin considerar pausas.
“En esta presentación podremos escuchar cada convencional constituyente, su visión general sobre los valores, modelos, estructuras, principios, derechos, futuro, presente y pasado, es decir, el horizonte normativo que va a guiar la actividad constituyente será declarado desde el inicio. Cuestión clave en la interpretación futura de la nueva Constitución y una discusión axiológica, sin duda, interesante”, explicó el profesor Contreras.
Orígenes de las normas constitucionales
Concluida esa etapa, la Mesa, recibirá las iniciativas de norma constitucional, que podrán tener dos orígenes: iniciativa convencional constituyente, ingresada por entre 8 y 16 constituyentes e iniciativa popular constituyente, ingresadas por la ciudadanía y con el respaldo de cierta cantidad de firmas, cuyos requisitos los evalúa la Comisión de Participación Popular. Sobre este ítem, Contreras, destacó que “lo más obvio era que las iniciativas tuvieran origen en los y las convencionales, pero en nuestro reglamento existirán regulaciones de iniciativas específicas que podrán ser presentadas por la sociedad civil”.
“Me parece que aquí hay una innovación desde el punto de vista de nuestro sistema democrático que era algo que se venía discutiendo hace mucho tiempo y que no existe bajo la Constitución de 1980, pero ahora, la ciudadanía se puede comprometer, desde ya, a hacer llegar sus propuestas de normas para la nueva Constitución y eso va a tener que ser procesado por Convención Constitucional”, puntualizó Contreras.
El modelo
Tales iniciativas de norma llegarán a siete comisiones temáticas para su debate y votación en general, según un cronograma aún no definido, las que deberán emitir un informe con lo aprobado, que se enviará al Pleno. Este último, escuchará las presentaciones de dichos informes y aprobará o rechazará sus contenidos. Si se aprueba, se convierte en norma, si se rechaza en su totalidad o al menos una parte, la norma volverá a la comisión respectiva, la que tendrá que emitir nuevamente un informe. Si se vuelve a rechazar, se entenderá desechada definitivamente.
Modelo que el profesor Calderon definió como simple, destacando que “hubo propuestas de mucho más complejas de interacciones de circuito donde si una propuesta no era aprobada, debía volver a la comisión para ser reformulada, para posteriormente volver al Pleno. Lo cual, tenia dos problemas: el seguimiento de la tramitación de las nuevas normas constitucionales y el tiempo que hacía peligrar los plazos para la entrega de una propuesta nueva Constitución”.
Las comisiones que se aprobaron son: (1) Sistema Político, Gobierno, Poder Legislativo y Sistema Electoral; (2) Principios Constitucionales, Democracia, Nacionalidad y Ciudadanía; (3) Forma Jurídica y Política del Estado, Equidad Territorial y Descentralización y Organización Fiscal, Política y Administrativa; (4) Derechos Fundamentales; (5) Medio Ambiente, Derechos de la Naturaleza, Bienes Naturales Comunes y Modelo Económico; (6) Sistema de Justicia, Órganos Autónomos de Control y Reforma Constitucional y (7) Conocimiento, Ciencia, Tecnología, Culturas, Artes y Patrimonio.
“Una de las comisiones más importantes es la de Forma Jurídica y Política del Estado, Equidad Territorial y Descentralización y Organización Fiscal, Política y Administrativa. La señal es clara. La comisión habla de autonomías territoriales, autonomías dentro del territorio. Habla de descentralización, pero incluyendo valores sustantivos como equidad y justicia. Y otro aspecto importante tiene que ver con la organización fiscal, lo cual no deja de ser relevante, pues este es uno de los elementos que ha sido contributivo de la inercia del Estado unitario en Chile, la disciplina fiscal, y evitar la descentralización fiscal en las regiones”.
A estas 7 comisiones, se sumará una comisión de Armonización, la que comenzará a trabajar una vez presentada la propuesta de nueva Constitución y tendrá como objetivo general «velar por la calidad técnica y coherencia de las normas constitucionales aprobadas por el Pleno” y estará integrada, única y exclusivamente por convencionales constituyentes. Sobre esta comisión, Pablo Contreras señaló que “tendrá por función tomar las propuestas, los informes y generar mecanismos y proposiciones, para garantizar la coherencia del texto. Desde ocupar la misma nomenclatura o los mismos conceptos a lo largo de los artículos, hasta tener un mecanismo que sirva, por ejemplo, para la tramitación legislativa de un estado federal que considere las unidades subnacionales que gozan de autonomía”.
Los dos tercios
Por 96 votos a favor, 54 en contra y 1 abstención, el órgano constituyente, ratificó, además, el cuórum de dos tercios para la aprobación de normas constitucionales. Lo que quiere decir que las normas que se aprueben para la nueva Constitución necesitarán el voto favorable de al menos 103 convencionales, una mayoría simple. Aspecto que en opinión del profesor Contreras “si bien con esta aprobación se cierra uno de los capítulos más complejos del proceso, me parece que es más importante el artículo 101 del Reglamento, el cual señala que para poder modificar el reglamento se requiere de 2/3 de los y las convencionales en ejercicio”.