UNAB y Servicio de Salud Biobío abordaron los desafíos emocionales que impone la formación en salud
Profesionales de diferentes disciplinas participaron en una jornada que promovió herramientas para una educación empática y colaborativa en campos clínicos. Desde UNAB buscan replicar esta iniciativa en distintos establecimientos de salud.
La formación de profesionales de la salud impone desafíos, tanto para el personal de salud, como para los estudiantes. Contar con la herramientas necesarias para gestionar el estrés, fomentar la empatía y mejorar la comunicación efectiva son parte de las estrategias claves para enfrentar un área compleja, que implica un fuerte compromiso emocional.
En ese contexto, recientemente, la Universidad Andrés Bello y el Complejo Asistencial «Dr. Víctor Ríos Ruiz» de Los Ángeles, participaron de la I Jornada en Habilidades de Gestión Emocional en la Interacción Docente-Estudiante en Contextos de Salud. El evento reunió a 63 profesionales de diferentes servicios clínicos de los Hospitales de Laja, Huepil, Mulchén, y CAVRR, así como a personal del Servicio de Salud Biobío, quienes participaron en una jornada centrada en estrategias para gestionar un ambiente educativo positivo en medio de situaciones de alta presión.
La jornada se desarrolló el pasado 5 de septiembre en el marco de la relación asistencial-docente que mantienen ambas instituciones, buscando fortalecer las competencias emocionales de los docentes. Este espacio formativo tenía como propósito, además, dotar a los equipos clínicos de herramientas necesarias para gestionar las interacciones diarias con estudiantes en contextos de alta carga emocional.
Trabajo colaborativo
Durante el encuentro se abordaron diversos temas enfocados en la mejora de las competencias emocionales de los docentes y profesionales de la salud, se discutieron técnicas para identificar tempranamente señales de alerta emocional en los estudiantes y se profundizó en los primeros auxilios psicológicos, alineándose con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Sara Contreras, directora de la Escuela de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, destacó la relevancia de la jornada como una respuesta a la necesidad expresada por los profesionales del Servicio de Salud. «Recogimos la inquietud… desde el servicio y el complejo, donde nos plantearon la necesidad de sus funcionarios de contar con habilidades de gestión emocional para el mejor desarrollo de la actividad docente que ellos realizan con estudiantes de nuestra casa de estudios», explicó. La planificación involucró un esfuerzo colaborativo entre la Dirección General de Desarrollo Estudiantil, la Facultad de Enfermería y el Servicio de Salud Biobío para diseñar un programa que respondiera a estos requerimientos.
Esta iniciativa no solo abarcó la Facultad de Enfermería, sino que se extendió también a otras áreas, involucrando, además, a profesionales de distintas áreas como tecnología médica, química farmacéutica, medicina, nutrición, obstetricia, terapia ocupacional, y kinesiología. «Es una mirada transdisciplinaria… hacia el mejor trabajo que realizan estas personas que son profesionales pertenecientes a un servicio clínico», enfatizó Contreras, remarcando la importancia de un enfoque integral y colaborativo en la educación en salud.
El director (s) del complejo asistencial, Juan Carlos González Campos, enfatizó la necesidad de contar con instancias como la realizada. «Sabemos que la formación de nuevos profesionales de la salud es un pilar fundamental en nuestro quehacer, y no solo debemos transmitir conocimientos técnicos, sino también habilidades emocionales que promuevan un entorno de aprendizaje seguro y colaborativo. «.
Álvaro Basualto, en tanto, subdirector (S) de Gestión y Desarrollo de las Personas del Servicio de Salud Biobío, destacó, a su vez, la importancia de estas jornadas en la formación y adaptación de los profesionales de salud a los nuevos escenarios que la sociedad impone. “La realización de la jornada… nace como una necesidad de desarrollar un trabajo colaborativo que nos permita promover un ambiente de aprendizaje respetuoso, empático al interior de los campos clínicos en el Servicio de Salud. La sociedad avanza a pasos acelerados y es importante que el vínculo asistencial-docente se adapte a los nuevos escenarios con una mirada integral”, detalló.
La propuesta se enfocó en proporcionar herramientas de gestión emocional a los docentes, facilitando un ambiente educativo más empático y colaborativo. Estas habilidades, coincidieron los responsables, son cruciales en un contexto donde la presión asistencial y los desafíos emocionales de los estudiantes pueden impactar negativamente tanto en el aprendizaje como en la enseñanza. La actividad también buscó capacitar a los participantes en la identificación temprana de señales de alerta emocional y en la aplicación de primeros auxilios psicológicos.
El Vicerrector de Sede Concepción, Dr. Carlos González Correa, agregó que es clave unificar esfuerzos para reforzar no solo la calidad de la formación, sino también la experiencia de aprendizaje. «Para nosotros es un deber compartir y recoger herramientas que mejoren nuestra labor formativa. La salud mental es un desafío global, y los temas abordados serán clave para fortalecer la formación de nuestros estudiantes y de los profesionales que los guían, tanto en las aulas como en los campos clínicos. Esta valiosa iniciativa marca un precedente en la formación y el apoyo en salud mental».
Bienestar estudiantil
Una de las impulsoras de este encuentro fue la Directora Nacional de Bienestar Integral, Formación y Liderazgo UNAB, María Jesús Palma y el Director DGDE Sede Concepción Eduardo Quinteros, contando con la participación de relatores expertos miembros del equipo de Bienestar de la UNAB, integrado por los psicólogos Mónica Daza, Gloria Cárcamo y Alfredo Callejas.
“Hoy las universidades tenemos la oportunidad de liderar el cambio hacia una educación más integral, donde la formación emocional de los docentes se convierta en un elemento fundamental, promoviendo así un entorno de aprendizaje más seguro, empático y sostenible, que potencie el desarrollo integral de todos los miembros”, manifestó Palma respecto del rol que deben jugar los planteles.
En la misma línea, Quinteros reforzó el compromiso con el bienestar de los jóvenes y los equipos de trabajo. «Esta no es la primera ni será la última instancia en favor del cuidado de la salud mental y el bienestar de nuestras comunidades, especialmente donde están involucrados nuestros estudiantes. Ya sea en el aula o en sus centros de prácticas profesionales, clínicas o no, el cuidado de un buen clima y el trato basado en el bienestar es fundamental para la relación bidireccional que aquí se construye
Cabe destacar que a la fecha la Dirección Nacional de Bienestar ha contribuido a la preparación de más de 1.000 docentes en gestión emocional, con el objetivo de actualizar y fortalecer las habilidades en la gestión de situaciones emocionales complejas en sala de clases desde un enfoque preventivo, siendo esta jornada un hito sin precedentes en el contexto nacional, que marca el inicio de un trabajo colaborativo en alianza con campos clínicos.
Esta y otras iniciativas que se desarrollan en todos los campus de la UNAB, y en coordinación con las unidades académicas, forman parte del Modelo Integral de Bienestar de la UNAB, el cual pone énfasis en promoción y prevención, asegurando que tanto estudiantes como profesionales desarrollen habilidades integrales.
Al respecto, Vicente Cáceres, director de la DGDE, manifestó: “Este enfoque preventivo se extiende también a nuestros campos clínicos, donde realizamos jornadas orientadas a fortalecer y mejorar la experiencia de nuestros estudiantes, formándolos y capacitándolos en gestión emocional en contextos cada vez más desafiantes. Este trabajo se lleva a cabo junto a los tutores clínicos y estudiantes. Nuestro objetivo es continuar profundizando el trabajo en esta dirección, consolidando un modelo integral de bienestar universitario que fomente una comunidad más sana y resiliente.”