UNAB Viña del Mar organizó seminario sobre justicia social y salud mental
El encuentro, realizado por el Programa de Salud Mental Global del Instituto de Salud Pública de la UNAB, reunió a académicos, investigadores y representantes de agrupaciones para reflexionar sobre el legado de Jorge Chuaqui y abordar los desafíos actuales en torno a la justicia social, la inclusión y la construcción de políticas públicas en salud mental.
La sede Viña del Mar de la Universidad Andrés Bello llevó a cabo un seminario dedicado a la justicia social y la salud mental, organizado por el Programa de Salud Mental Global y la Red de Investigadores Expertos por Experiencia (RIEE).

La jornada reunió a expertos, académicos y activistas para analizar las principales problemáticas que enfrenta el país en esta materia, destacando la importancia de incluir la voz de las personas con experiencia vivida en el diseño y evaluación de políticas públicas y modelos de atención en salud mental.
Para Rodrigo Casanueva, coordinador del Programa de Salud Mental Global, el encuentro buscó “resignificar el lugar que tienen las personas con experiencia de vida en la problematización de la salud mental”. Además, destacó que esta actividad es “bastante inusual, porque la coordinación del seminario y parte de los paneles son liderados por personas que tienen esta experiencia vivida, lo que es inédito en el ámbito académico”.
Uno de los momentos centrales del seminario fue el homenaje al sociólogo Jorge Chuaqui, reconocido por su enfoque innovador en salud mental y justicia social. Andrea Caamaño, socióloga e integrante de la Red de Investigadores de Expertos por Experiencia (RIEE), recalcó que “es importante reconocer el legado que nos deja en torno a la práctica de la salud mental y la justicia social, y reflexionar sobre cómo, como comunidad, integramos la sociología, la psicología y el arte en la generación de políticas y prácticas sociales más inclusivas”.
Políticas públicas
El seminario también abordó las limitaciones actuales de las políticas públicas. Marcelo Sanhueza, sociólogo y miembro del RIEE, señaló que la mirada institucional “sigue siendo muy biomédica” y criticó que “el presupuesto destinado a salud mental es de apenas un 2% del total nacional, y de ese monto, solo un 2% se dirige a iniciativas comunitarias, obligando a que gran parte de los proyectos dependan del activismo”.
En la misma línea, Cristian Montenegro, investigador del Programa de Salud Mental Global de la UNAB, enfatizó la necesidad de un modelo de atención más personalizado.
No se puede tratar a todos los usuarios de la misma forma, porque cada uno tiene distintas ideas de vida y proyectos vitales. Es clave incorporar planes individuales de trabajo que consideren su historia, su contexto y su perspectiva.
Finalmente, la académica Débora Oliveira, profesora investigadora de la Facultad de Enfermería de la UNAB, planteó un desafío adicional respecto a la inclusión de personas con demencia: “Nuestra sociedad mantiene una lógica que glorifica la autosuficiencia, lo que provoca que quienes requieren apoyo sean vistos como una carga social o fiscal. Debemos avanzar hacia un enfoque más justo e inclusivo”.
El encuentro dejó de manifiesto la importancia de abrir espacios de diálogo entre la academia, los investigadores y las comunidades, avanzando hacia un sistema de salud mental más integral, inclusivo y conectado con las realidades de las personas.
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