UNAB Te Cuida| Mitos y verdades de las muelas del juicio
Matías Spichiger, coordinador de Cirugía Bucal Básica y Cirugía Dentomaxilar de la Facultad de Odontología de la U. Andrés Bello, detalló los cuidados que deben tener las personas incluso antes de la salida de estas piezas dentales.
Llamadas también terceros molares, es verdad que su aparición se asocia generalmente a dolor e incluso extracción obligada. Sin embargo, estas afirmaciones muchas veces solo son parte de las creencias populares. Es clave acceder a diagnóstico oportuno, que permita decidir la necesidad de sacar o no a las famosas muelas del juicio.
El doctor Matías Spichiger, coordinador de Cirugía Bucal Básica y Cirugía Dentomaxilar de la Facultad de Odontología de la U. Andrés Bello, sede Concepción, descartó las principales creencias en torno a este tema y recordó que “estas muelas se llaman así porque erupcionan en un periodo en que las personas tenemos mayor juicio. Son las últimas, erupcionan entre los 17 y 25 años y son conocidas por dar problemas por venir retenidas o impactadas”, es decir, que no tienen suficiente espacio para emerger o desarrollarse normalmente.
El docente explicó que su salida es un motivo habitual de consulta, ya que si este molar queda retenido o impactado puede generar varios problemas, “como inflamación de encías, infecciones, problemas con los dientes vecinos, como caries o reabsorciones en las raíces, los cuales te pueden generar la pérdida del diente adyacente”.
Sin embargo, su salida implica muchas creencias que ya son parte de la cultura popular, por ejemplo: que estas muelas deben extraerse siempre, que siempre provocan dolor, que enchuecan el resto de la dentadura, que deben sacarse antes del uso de brackets, y que su extracción siempre es dolorosa, mitos que fueron desmentidos por el docente.
Mas que sacarlas apenas aparecen lo recomendable es realizar una evaluación temprana. Lo ideal es evaluarse ente los 15 y 17 años, para ir sacando radiografías y evaluar en qué dirección vienen estos molares.
«Si claramente vienen en una dirección errónea, lo recomendable es realizar la intervención a temprana edad, para que sea lo menos traumática posible y evitar los daños colaterales que pueden generar la retención o impactación de estos molares”, agrega el profesional.