30 Septiembre 2024
UNAB recibe el Sello de Reducción de Gases de Efecto Invernadero otorgado por el Ministerio del Medio Ambiente
Como un hito en el trabajo de la disminución emisión de gases de efecto invernadero, UNAB recibe este reconocimiento por el trabajo que viene realizando en sintonía con el compromiso de llegar a ser una institución carbono neutral en 2038.
La Universidad Andrés Bello ha alcanzado un hito significativo al obtener, por primera vez, el Sello de Reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI), otorgado por el Ministerio del Medio Ambiente, a través del programa HuellaChile. Esta iniciativa busca promover la gestión de GEI en organizaciones públicas y privadas para mitigar las emisiones a nivel país.
Este reconocimiento destaca los esfuerzos de la universidad en la reducción de sus emisiones de GEI a nivel organizacional, cumpliendo con los rigurosos estándares del programa HuellaChile y la norma NCh-ISO 14064-1:2019. Cabe señalar, que UNAB forma parte de este programa desde 2018.
«Obtener el Sello de Reducción del programa HuellaChile refuerza nuestro compromiso en la lucha contra el cambio climático y nos posiciona como líderes en sostenibilidad en el sector educativo. Este logro refleja nuestra capacidad para implementar acciones concretas en todos nuestros campus y nos motiva a continuar mitigando las emisiones de GEI en todas nuestras sedes, contribuyendo así al bienestar de las futuras generaciones», destacó Lesly Orellana, directora de Sostenibilidad de UNAB.
¿Cómo hemos alcanzado este importante reconocimiento y cómo se integra en nuestro compromiso de ser carbono neutral para 2038? Este logro es parte de un proceso extenso que inició hace varios años y que culminará cuando UNAB cumpla 50 años.
La travesía de la Estrategia UNAB
El camino se inicia el 2016, con la cuantificación de la huella de carbono organizacional y el 2018 la casa de estudios se suma al programa HuellaChile del Ministerio de Medioambiente, siendo los primeros pasos de esta ruta.
Posteriormente, la Estrategia de Sostenibilidad UNAB, diseñada en 2021 con la colaboración de académicos, profesionales, estudiantes y diversos especialistas externos, parte su implementación en 2022 con la Etapa 1.
Este primer paso se encargó de renovar el sistema de reciclaje en toda la universidad y comenzar con el plan de gestión de energía, que incluyó la medición en tiempo real de los consumos eléctricos para tomar decisiones de eficiencia energética en todos los Campus, tales como la instalación de sensores de movimiento para hace más eficiente el uso de luminarias o el análisis de datos de consumo eléctrico que permitieran identificar equipos menos eficientes.
Producto de estas y muchas otras medidas complementarias asociadas al suministro de energía limpia o promoción de un transporte más sustentable, el campus de Antonio Varas se convirtió en el primer Campus UNAB carbono neutral, certificación entregada por Santiago Climate Exchange.
En la Etapa 2, que actualmente se encuentra en ejecución, se inicia el proyecto de autogeneración solar en los Campus Antonio Varas y Casona, que consiste en la instalación de diversas plantas fotovoltaicas para generación de energía eléctrica en todos los campus UNAB, a través de una hoja de ruta que año a año, hará que más del 25% de la energía sea autogenerada a partir de la energía solar.
De la misma manera, se están implementando distintas medidas de eficiencia hídrica y cuidado de la biodiversidad. También se continua con el avance de distintas otras medidas de eficiencia energética asociados a recambio de luminarias por tecnología LED, recambio de sistemas de calefacción de agua por sistemas más eficientes y menos contaminantes, la implementación de un nuevo estándar para el recambio de equipos de climatización, el diseño y certificación del sistema de gestión de la energía, entre muchas otras.
En tanto la Etapa 3 comenzará a ver la luz el 2027, con la expansión de la autogeneración solar en regiones y la realización de proyectos de transporte sostenible para la comunidad UNAB. También con la implementación de iniciativas que amplíen el tratamiento de residuos orgánicos y de economía circular, todo lo cual se extenderá hasta el 2030 dando pasó a la Etapa 4.
En esta línea del proceso, se implementarán proyectos de autogeneración en los campus de Santiago y Providencia, se avanzará en la certificación de edificios sustentables, se ampliarán las iniciativas de electromovilidad a vehículos institucionales y se finalizará con la compensación de emisiones residuales que no hayan podido ser mitigadas.
Para cada uno de estos procesos se realizan diversos proyectos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y para compensar emisiones residuales utilizando créditos de carbono, que son un instrumento internacional que permite a empresas, instituciones y países compensar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) más difíciles de eliminar, a través de la inversión en proyectos que mitiguen los gases de efecto invernadero, como la captura de CO2 o la reforestación.
“Es un orgullo a nivel institucional ver que todos los planes y proyectos, que hace algunos años soñamos e ideamos con la opinión de la comunidad universitaria, se han ido implementado exitosamente en todos los Campus y Sedes de la UNAB. Ahora podemos ver los resultados de cada una de estas iniciativas y es gratificante que la Universidad cada vez más, se está convirtiendo en un referente para el sistema de educación superior en estas materias. Además, estos importantes logros cuentan con certificaciones externas que verifican que lo que decimos es efectivo y que se ha hecho con los más altos estándares de calidad internacional, todo lo cual incluso ha sido ratificado por importantes rankings internacionales como The Impact, que ha posicionado a la UNAB como la Nro 1 en Chile en forma sistemática por más de 5 años”, indica el director general de Vinculación del Medio y Sostenibilidad de la Universidad Andrés Bello, Héctor Hidalgo.
De esta manera la Universidad Andrés Bello continúa y refuerza la meta propuesta para el 2038, la que incluso espera ser cumplida casi una década antes que el objetivo que tiene Chile como país para llegar a ser 100% carbono neutral el 2050.