Centros de Biotecnología UNAB realizaron conferencia sobre tendencias e innovaciones en agro y alimentos

Con la presencia de más de 120 personas se realizó la Conferencia Internacional Agrifood Tech, evento organizado por los centros de Biotecnología de Sistemas y de Biotecnología Vegetal de la UNAB. El evento tuvo como foco las innovaciones y tendencias del agro y alimentación del futuro incorporando ciencia y biotecnología. La conferencia, que se realizó el 23 de enero en Campus Antonio Varas, contó con la colaboración de Eurecat, Fraunhofer IME, Universidad de Münster y la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).

En sus palabras de bienvenida, la vicerrectora de Investigación y Doctorado, Carolina Torrealba se refirió al desafío que tiene Chile en torno a la productividad. «Llevamos casi una década contando las mismas cifras, tenemos una deuda y es cada vez más evidente que esta brecha hay que abordarla de la mano de la ciencia y la tecnología. Las empresas que no lo hagan van a quedar atrás”, aseguró.

En esa misma dirección apuntó la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Silvia Díaz. En sus palabras de apertura, la autoridad destacó la importancia de que “Estado, academia y sector productivo contribuyan a incrementar las cifras de inversión en I+D+i en ciencias agrícolas”. A modo de ejemplo, cabe destacar que, pese a la relevancia que tienen para la economía y la actividad productiva del país, actualmente solo 5,6% de los fondos totales de ANID son asignados a becas e investigación en ciencias agrícolas.

Asimismo, Pilar Parada, directora ejecutiva del Centro de Biotecnología de Sistemas UNAB destacó que las investigaciones y casos que se presentaron en Agrifood Tech «son ejemplos exitosos de alianzas entre los mundos académico, productivo y público para hacer avanzar la investigación, desarrollo e innovación en el ámbito agroalimentario. En Chile tenemos los talentos y capacidades, lo único que necesitamos ahora es la colaboración entre estos actores para acelerar el aumento de ciencia y tecnología”.

Dieta mediterránea y proteínas de papa

La conferencia contó con las presentaciones de tres expositores principales. La primera de ellos fue Francine Brossard, directora ejecutiva de la Fundación para la Innovación Agraria, FIA, quien mostró ejemplos de innovaciones agrícolas impulsadas por esta institución para mejorar la seguridad alimentaria desde la biotecnología, en un contexto de cambio climático.

Los cuatro proyectos que destacó son la plantación de palmas datileras en predios agrícolas de la Región de Tarapacá, especie que tiene buena tolerancia frente al estrés hídrico; un protector solar para postcosecha que busca proteger a las yemas florales del cerezo del estrés térmico; la propagación in vitro de rizomas de planta productora de wasabi en el sur de Chile; y finalmente, el uso de marcadores moleculares para identificar varietales de especies frutales de importancia económica.

Antoni Caimari, director del área Biotecnología de Eurecat, dio a conocer los resultados preliminares del estudio Med4Youth. Este proyecto se lleva a cabo en España, Portugal e Italia para demostrar el impacto de una dieta mediterránea enriquecida con granada, humus de garbanzo y pan de masa madre para combatir la obesidad juvenil y las enfermedades metabólicas asociadas.

Si bien estos no son productos habituales en la dieta chilena, Caimari enfatizó que la dieta mediterránea puede funcionar sin la incorporación de estos productos específicos.»Siguiendo una dieta con consumo de aceite de oliva extra virgen, frutos secos, legumbres tres veces por semana, consumo moderado de pescado, huevos y lácteos y bajo consumo de carnes rojas, procesadas y azúcar, es muy probable que el resultado sea muy parecido”, indicó el experto.

El tercer expositor fue , director del Departamento de Genómica Funcional y Aplicada del Instituto Fraunhofer IME de Biología Molecular y Ecología Aplicada y Director del Instituto de Plantas y Biotecnología de la Universidad de Münster (Alemania) quien presentó un proyecto chileno-alemán que a través de edición génica permitirá eliminar procesos metabólicos que impiden aprovechar el alto valor nutricional de las proteínas de papa para consumo humano.

“Definitivamente el consumo de papa como una fuente alternativa de proteína es mucho más aceptado que consumir insectos. Esta proteína se podría incorporar como un aditivo a bebestibles, yogurts o productos horneados, entre otros, haciendo un aporte a la nutrición y seguridad alimentaria”, señaló el investigador, quien estima que este aditivo proteico podría estar en el mercado dentro de 5 a 10 años.

Biotecnología al servicio de agro y alimentos

La conferencia concluyó con un panel moderado por Pilar Parada en el que participaron los tres expositores y cuatro panelistas. Franko Restovic, jefe de la línea de investigación en Bioproductos de CSB-UNAB habló sobre obtención de compuestos bioactivos a partir de residuos agroalimentarios y uso de biotintas de materias primas chilenas para impresión 3D de alimentos; Romina Pedreschi, líder del grupo de investigación en Fisiología Postcosecha y Bioquímica de Alimentos de la Facultad de Ciencias Agronómicas y de los Alimentos de la Universidad Católica de Valparaíso abordó la variabilidad biológica y tecnologías postcosecha para controlar la mancha negra en palta Hass de exportación.

Por su parte, Álvaro González, director del Centro de Investigación e Innovación de la Viña Concha y Toro, comentó las innovaciones basada en ciencia y biotecnología en las que trabaja esta empresa para la mejora de vides, uvas y procesos de vinificación. Finalmente, Ariel Orellana, director del Centro de Biotecnología Vegetal UNAB entregó información sobre el uso de edición génica y otras técnicas para desarrollar cultivos agrícolas más resistentes a plagas y mejor adaptados al cambio climático.

Revisa la conferencia completa en el siguiente video: