UNAB lidera innovador Núcleo Milenio en ciencia de datos y resiliencia vegetal
El lanzamiento del Núcleo Milenio PhytoLearning, en el que participan otras 5 universidades nacionales además de la Universidad Andrés Bello, marca un hito en la investigación interdisciplinaria, combinando inteligencia artificial y biología vegetal para enfrentar los efectos del cambio climático en la agricultura chilena.
El Núcleo Milenio en Ciencia de Datos y Resiliencia Vegetal, PhytoLearning, proyecto de vanguardia liderado por la Universidad Andrés Bello (UNAB), fue presentado de manera oficial en un evento realizado en el auditorio de Campus República de UNAB. Allí, autoridades, investigadores y estudiantes de las seis universidades que componen esta iniciativa celebraron el inicio de este proyecto interdisciplinario que busca abordar los desafíos de la agricultura en un mundo afectado por el cambio climático, con foco en la resiliencia vegetal frente al estrés hídrico.
«El impacto que esperamos de este Núcleo Milenio es profundo y transformador. Aspiramos a generar conocimiento fundamental, que no solo contribuya al desarrollo científico, sino que también sirva de base para políticas públicas y soluciones concretas frente al cambio climático”, destacó el Dr. Felipe Simon, decano de la Facultad de Ciencias de la Vida de la UNAB, durante su discurso inaugural.
Asimismo, en sus palabras de bienvenida la vicerrectora de Investigación de la Universidad Mayor, Susana Cabello destacó la colaboración interinstitucional. “PhytoLearning no solo destaca por su propuesta científica, también lo hace por su naturaleza colaborativa y descentralizada. Participan seis universidades del país junto a investigadores líderes en sus disciplinas y un grupo de jóvenes científicas y científicos que aportan con nuevas capacidades. Este equilibrio entre experiencia y renovación es clave para avanzar hacia una ciencia que mira el futuro”.
El Núcleo Milenio PhytoLearning es liderado por José Miguel Álvarez, académico del Centro de Biotecnología Vegetal de la UNAB; y Elena Vidal, académica del Centro de Genómica y Bioinformática de la Universidad Mayor, en calidad de directora alterna. A estas instituciones se suman la Universidad Adolfo Ibáñez, la Universidad de O’Higgins, la Universidad de Concepción y la Universidad Católica de Temuco.
Colaboración: uno más uno, igual tres
La jornada contó con la participación de la Dra. Raquel Chan, directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral, académica de la Universidad Nacional del Litoral y referente mundial en biotecnología vegetal.
En su charla magistral, la Dra. Chan compartió el impacto del trabajo que realizó junto a su equipo en el descubrimiento de un gen que permitió desarrollar la tecnología HB4, innovación que mejora la resistencia de la soja y el trigo a la sequía, y que revolucionó la producción agrícola.
En este contexto, subrayó la importancia de la integración entre ciencia básica y aplicada:
No hay una división real entre lo que es la ciencia fundamental, -o sea, la que se hace para adquirir conocimiento-, y la aplicación de la ciencia. Más temprano o más tarde, todo el conocimiento adquirido por los científicos es útil.
Respecto del Núcleo Milenio PhytoLearning, al que ella contribuye como investigadora senior, señaló: “Es un proyecto fantástico y multidisciplinario. Los grupos son buenísimos, pueden hacer un gran aporte porque es una conjunción de personas que sinérgicamente pueden sumar. A eso llamamos cooperación, donde uno más uno deja de ser dos, para ser tres”.
En el evento también se presentó el Dr. Juan Pablo Vásconez, académico investigador de la Facultad de Ingeniería UNAB especializado en robótica e inteligencia artificial, quien abordó su trabajo de investigación sobre la interacción humano-robot en agricultura. Como miembro del Núcleo Milenio PhytoLearning, el Dr. Vásconez aporta una visión tecnológica clave para avanzar hacia una agricultura más eficiente, automatizada y centrada en el bienestar de quienes la trabajan.
Ciencia de datos al servicio de la sostenibilidad agrícola
El corazón del proyecto PhytoLearning radica en el uso de modelos computacionales avanzados para predecir la respuesta de las plantas bajo diversas condiciones ambientales. El foco principal será la adaptación del tomate a escenarios de cambio climático, investigando mecanismos genéticos y fisiológicos que fortalezcan su resiliencia frente al estrés hídrico.
El Núcleo incorpora herramientas de inteligencia artificial y aprendizaje profundo para analizar grandes volúmenes de datos fenotípicos y genómicos, apoyado por tecnologías de fenotipado de alta precisión.

Dr. José Álvarez y Dra. Elena Vidal, directores de PhytoLearning
El Dr. José Miguel Álvarez, académico UNAB y director de PhytoLearning, señaló:
Este proyecto nace de una convicción: que la integración entre biología vegetal, inteligencia artificial y ciencia de datos no solo es posible, sino necesaria para enfrentar los desafíos que nos impone el cambio climático y la seguridad alimentaria.
Y en este sentido el Dr. Álvarez destacó el impacto que tendrá el Núcleo en la formación de estudiantes de pregrado y doctorado. “Los que tienen una formación más biológica, podrán ver componentes informáticos y nuevas tecnologías, y a la vez, las personas que están más vinculadas a bioinformática e inteligencia artificial entenderán también del mundo de la biología vegetal. Son ámbitos muy distintos, pero buscamos el punto de encuentro; y en esto, dialogar y colaborar es fundamental”.
Elena Vidal, académica de la Universidad Mayor y directora alterna de PhytoLearning agregó: “Dentro del Núcleo contamos con una red de colaboración que conecta con instituciones internacionales de renombre, tanto en el área de inteligencia artificial como en el área de la biología vegetal. Estos colaboradores serán un aporte que enriquece el trabajo del Núcleo. Vamos a poder enviar estudiantes e investigadores afuera a entrenarse, traer metodologías nuevas, lo que es muy interesante”.
El Núcleo Milenio PhytoLearning, proyecto interinstitucional e interdisciplinar, da muestras del compromiso de la academia chilena con la búsqueda de soluciones innovadoras y colaborativas frente a los desafíos del cambio climático, destacando el poder transformador de la ciencia al servicio de la sociedad.