22 Marzo 2021

UNAB presenta estudio sobre el impacto Covid en Personas con Discapacidad Intelectual y del Desarrollo

La encuesta fue aplicada en personas con discapacidad intelectual, familiares, tutores, profesionales y organizaciones vinculadas, todos evaluaron la situación económica y la salud mental, entre otros puntos de relevancia para la comunidad.

La llegada del coronavirus generó un impacto que persiste en el país, y en algunos sectores y comunidades han sido mayor las consecuencias, es el caso de las Personas con Discapacidad Intelectual y del Desarrollo (PcDID), grupo particularmente sensible a los efectos del Covid-19 a nivel social, así también sus cuidadores, profesionales de apoyo, familias, tutores y quienes se vinculan con ellos a diario.

Para evaluar el estado de las PcDID se elaboró el “Estudio impacto Covid en Personas con Discapacidad intelectual y del Desarrollo”, que buscó evidenciar los puntos de relevancia en que esta comunidad. Los resultados mostraron esas grietas ya visibles antes de la llegada del Coronavirus, y que en plena pandemia se profundizaron ante una crisis sanitaria.

El estudio fue realizado por el equipo del Diplomado de Especialización en Problemas de Salud Mental de Personas con Discapacidad Intelectual de Universidad Andrés Bello, en colaboración con el Instituto de Asistencia Sanitaria Girona, y fue presentado por Paulina Varas psicóloga y directora del diplomado de UNAB quien estuvo a cargo del proceso.

La presentación del estudio fue realizada por Paulina Varas, quien también es Socia fundadora de Respiro, espacio para todos. Como invitado asistió el psiquiatra Ramón Novell, quien es jefe del Servicio de Discapacidad Intelectual y Salud Mental del Instituto de Asistencia Sanitaria en Girona, y además asesora y acompaña el desarrollo del área en distintas comunidades autónomas de España y diversos países a nivel mundial. En tanto en representación del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis) asistió el director regional de Senadis Metropolitano Francisco Subercaseaux.

Resultados

Los cuestionarios del estudio fueron aplicados a 178 personas con discapacidad intelectual o desarrollo mayores de 15 años, 65 familiares o tutores legales, 62 profesionales de apoyo y a 26 directivos o coordinadores de organizaciones vinculadas a personas con discapacidad intelectual o desarrollo.

Una de las cifras que llamaron la atención del equipo a cargo es que el 64,86% de los familiares o tutores legales de personas con discapacidad intelectual y desarrollo señalaron que los cambios en apoyos y servicios recibidos han tenido alguna consecuencia en su familiar o persona a la que representa con discapacidad intelectual y del desarrollo. El 60,9% de los encuestados manifestó que dichas consecuencias se observan en un retroceso de las habilidades ya adquiridas.

Es así como del total de los casos de personas con discapacidad intelectual consultadas, el 52,8%, refiere haber sentido miedo por el coronavirus y, 116 (65,6%) se ha sentido nervioso. Mientras el 40,7% de los familiares o tutores legales manifestó haber experimentado dificultades emocionales durante la crisis sanitaria.

Para la psicóloga y directora del diplomado de UNAB las conclusiones muestran que una de las repercusiones más significativas que ha tenido la pandemia es en la salud mental de todas las personas. “En las PcDID este impacto es de mayor riesgo, ya que son un grupo que presente más factores de riesgo que la población general. La salud mental y la calidad de vida de las PcDID se ha visto fuertemente afectada, lo cual se relaciona con el retroceso en habilidades sociales y emocionales ya adquiridas previo a la pandemia. Perder la rutina, el contacto con otros y los servicios de apoyo ha afectado profundamente su capacidad de desenvolvimiento, funciones ejecutivas y bienestar emocional”.

La llegada de la vacuna a Chile ha generado un alivio en la comunidad, que ve una salida a la pandemia. Sin embargo, las nuevas alzas en los contagios perpetúan la incertidumbre. Al ser consultados por el panorama el 78% de familiares o tutores legales encuestados manifiestan preocupación sobre el futuro de su familiar, o persona a la que representan, debido a la crisis sanitaria por Covid-19. Asimismo, el 78% refiere que la actual situación da cuenta de la necesidad de realizar cambios en los centros o servicios para prestar mejores apoyos a las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo. En tanto un 81,82% señala que es necesario generar cambios en las organizaciones en cuanto al apoyo que se da a los familiares respecto a la PcDID.

Al hablar de apoyo el 47% de familiares o tutores considera que el gobierno y/o Senadis han tomado medidas, aunque no suficientes, para proteger la vida, la salud y la seguridad de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo durante la emergencia.

Tanto tutores como personal de apoyo coinciden en su percepción sobre la necesidad de fortalecer ese sistema de apoyo ya que el 78% refiere que la actual situación da cuenta de la necesidad de realizar cambios en los centros o servicios para prestar mejor soporte a las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo. En tanto un 81,82% señala que es necesario generar cambios en las organizaciones respecto al apoyo que se da a los familiares.

“Pese a que como país hemos avanzado bastante en la visibilización de los derechos de las Personas con Discapacidad (PcD) y sus familias, la crisis sanitaria vino a mostrar lo mucho que queda por hacer. En cuanto políticas públicas sobre la salud mental de este colectivo y el apoyo que requieren tanto las instituciones como las familias estamos muy al debe. Existen buenas intenciones y voluntades, sin embargo, eso no es suficiente para dar respuestas concretas a este colectivo. Muchas veces los profesionales y las organizaciones no cuentan con los recursos humanos ni económicos para responder a las necesidades específicas que requieren las PcD”, agrega Varas.

Para conocer los resultados puedes ver la presentación del estudio, realizada el 18 de marzo a través de la plataforma Teams.

Escrito por Inger Ambler