30 Julio 2025

UNAB impulsa la ética en inteligencia artificial y la equidad de género en la academia

Como única universidad latinoamericana en la red europea EMEGAE, la Universidad Andrés Bello fortalece su compromiso con la formación ética, la innovación responsable y el desarrollo sostenible del talento académico, en línea con su modelo educativo actualizado.

Con una mirada crítica, rigurosa y profundamente humanista, la Catedrática de Álgebra de la Universidad de Málaga e integrante de número de la Academia Malagueña de Ciencias, Mercedes Siles Molina, reflexionó en la Universidad Andrés Bello (UNAB) sobre el avance de la inteligencia artificial (IA) y la urgencia de que su desarrollo se oriente con propósito, ética y conciencia social.

“La IA no es el ser humano. Y no lo será. Pero si queremos que nos sirva, debemos poner a las personas en el centro de su desarrollo”, afirmó Siles, quien también fue directora de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) en España y actualmente lidera el seminario internacional “Algoritmos éticos y responsables para el desarrollo humano” de la Fundación Hermes.

Su conferencia magistral, titulada “Inteligencia artificial: fundamentos, desafíos éticos e impacto para un futuro sostenible”, se realizó en las tres sedes de la UNAB: Santiago, Viña del Mar y Concepción. Además, la académica sostuvo encuentros con equipos de investigación y académicos(as), en el marco del proyecto EMEGAE (Equilibrios y micro equilibrios de género en la academia), para dialogar sobre liderazgo académico, trayectorias sostenibles y participación de mujeres en ciencia.

Liderazgo institucional con enfoque de género

La UNAB es la única universidad latinoamericana integrada a EMEGAE, red conformada por ocho universidades europeas. Este tipo de iniciativas no solo reafirman el compromiso institucional con la inclusión, sino que también representan un avance sustantivo en los criterios de evaluación de calidad universitaria, al incorporar la equidad de género como dimensión estructural en la gestión académica.

“La participación activa en redes internacionales como EMEGAE fortalece nuestra capacidad institucional para integrar la equidad de género como un criterio evaluable en la gestión académica, la formación de excelencia y el desarrollo del talento académico, consolidando una cultura de calidad inclusiva”, afirmó Carmen Gloria Jiménez, vicerrectora de Aseguramiento de la Calidad.

En esa línea, la Dra. Erika Barrientos Castillo, académica UNAB y coordinadora institucional del proyecto EMEGAE, subrayó la importancia de esta articulación internacional como una oportunidad concreta para alinear las políticas universitarias con los estándares globales de desarrollo inclusivo:

“Formar parte de esta red nos posiciona internacionalmente en una línea estratégica que coloca la equidad de género como pilar esencial para el desarrollo académico sostenible. Este trabajo está en plena concordancia con nuestro Modelo Educativo actualizado, que promueve una formación integral, ética y comprometida con los grandes desafíos sociales actuales”, afirmó.

Educación, ética y propósito

Durante su intervención, Siles destacó que la inteligencia artificial puede ofrecer grandes oportunidades, especialmente en ámbitos como la salud, la investigación científica o la mejora de los aprendizajes. Sin embargo, subrayó que su desarrollo debe ser consciente, informado y siempre vinculado al respeto por los derechos fundamentales.

“La inteligencia artificial no comprende, no abstrae, no generaliza. Imita. Por eso necesita del conocimiento humano. No hay reemplazo posible para el pensamiento crítico, la empatía ni la comprensión profunda que se desarrolla en el aula y en la relación humana”, afirmó.

Agregó que muchas de las aplicaciones actuales de IA, incluyendo los modelos de lenguaje y los sistemas de recomendación, operan con datos que pueden contener sesgos culturales, de género o clase. “Cuando el lenguaje está sesgado, los algoritmos también lo estarán. Es fundamental revisar los datos, los objetivos y los resultados con mirada ética”, explicó.

En este contexto, Jiménez sostuvo que el aseguramiento interno de la calidad en la educación superior ya no puede limitarse a indicadores tradicionales. Exige incorporar de manera sistemática principios éticos en el diseño, implementación y evaluación de tecnologías como la inteligencia artificial.

«En la UNAB, esta convicción se traduce en políticas institucionales y prácticas formativas que promueven una innovación con sentido humano, coherente con estándares nacionales e internacionales de calidad y orientada al bien común”, acotó.

Algoritmos con principios

Uno de los aspectos más relevantes de su presentación fue la propuesta de crear marcos reguladores claros para los algoritmos que toman decisiones que afectan a las personas. En ese contexto, compartió el trabajo que lidera desde el seminario impulsado por la Fundación Hermes.

Allí, han desarrollado un modelo llamado R2P2, una sigla que evoca a un icónico robot del cine, pero que en este caso representa cuatro principios fundamentales que, según la exdirectora de ANECA, todo algoritmo debería cumplir: Revocabilidad, Responsabilidad, Transparencia y Trazabilidad.

“Así como existen agencias que evalúan y certifican medicamentos, deberíamos contar con mecanismos similares para evaluar algoritmos. Si un sistema define quién accede a un subsidio o a una beca, la ciudadanía tiene derecho a saber cómo funciona y con qué criterios”, indicó.

El rol de las universidades

Siles destacó que la formación ética, la conciencia crítica y la colaboración interdisciplinar son esenciales en el nuevo escenario tecnológico. “Necesitamos ingenieros, lingüistas, filósofos y científicos trabajando juntos, porque la IA no lo resuelve todo, pero puede potenciar el conocimiento al servicio del bien común”, afirmó.

Valoró además los esfuerzos de Chile y Brasil por desarrollar una IA con perspectiva latinoamericana. “El idioma y la cultura importan. Si una IA no comprende nuestro contexto, difícilmente responderá a nuestras necesidades”, agregó.

En tanto, Jiménez resaltó el compromiso de la UNAB con la formación ética y responsable. Subrayó que estos espacios fomentan la reflexión crítica, la equidad y el uso responsable de la tecnología.

“Esta actividad refleja nuestro compromiso con una educación pertinente, ética y de calidad, orientada a la mejora continua y a la excelencia con sentido humano”, concluyó.