UNAB impulsa diálogo sobre integridad académica en la era digital
El ciclo de charlas, organizado por el Comité de Integridad Académica del Sistema de Bibliotecas UNAB, reunió a especialistas nacionales e internacionales para discutir los dilemas éticos, la convivencia responsable y el uso seguro de herramientas de inteligencia artificial, fortaleciendo la cultura de integridad académica en la en la educación superior.
Con el objetivo de fortalecer la ética y la transparencia académica en la educación superior, el Comité de Integridad Académica del Sistema de Bibliotecas de la Universidad Andrés Bello (UNAB), desarrolló el ciclo de charlas “Integridad académica e inteligencia artificial: desafíos éticos”, invitando a reflexionar sobre los límites y responsabilidades que implica el uso de herramientas de IA en la docencia.
“Siempre hemos considerado que la biblioteca tiene un rol clave en la promoción de la integridad académica. A través del Comité de Integridad Académica y distintas actividades, apoyamos a toda la Universidad”, señaló Claudia Catalán, directora del Sistema de Bibliotecas UNAB.
Agregó que el equipo de bibliotecas “se está preparando y capacitando para acompañar a profesores y estudiantes en el uso responsable de estas herramientas, fomentando una cultura institucional ética y transparente”.
Dilemas éticos y oportunidades de la IA en la docencia
La charla inaugural estuvo a cargo de la doctora Beatriz Moya Figueroa, académica del Instituto de Éticas Aplicadas de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Desde su experiencia en investigación educativa, Moya abordó los dilemas éticos que plantea la IA generativa y cómo estas herramientas impactan la enseñanza universitaria.
“La inteligencia artificial generativa crea contenido con apariencia humana, pero no razona ni comprende. Su funcionamiento se basa en patrones y probabilidades lingüísticas”, explicó la especialista, quien alertó sobre la posible reproducción de sesgos culturales y lingüísticos, dado que gran parte de los datos de entrenamiento proviene de países desarrollados y en idioma inglés.
Al mismo tiempo, Moya enfatizó que la IA no debe verse únicamente como un riesgo, sino como una oportunidad de innovación si se usa con transparencia. “El uso de estas tecnologías no implica necesariamente una falta a la integridad, siempre que sea transparente y esté autorizado. El problema surge cuando se emplea sin declararlo, afectando la credibilidad institucional”, advirtió, haciendo un llamado a formar comunidades académicas conscientes y responsables en el uso de estas herramientas.
Hacia una convivencia ética con la IA
El segundo encuentro estuvo liderado por el doctor Jorge Franganillo Fernández, profesor e investigador de la Universidad de Barcelona. Su exposición se centró en cómo la IA influye en la convivencia ética dentro de las universidades, destacando la necesidad de normas claras y consensuadas para su utilización.
“El uso de herramientas de inteligencia artificial requiere establecer normas claras y consensuadas. No se trata solo de detectar faltas, sino de formar una comunidad donde los estudiantes comprendan la responsabilidad que implica cada acción académica”, afirmó Franganillo, insistiendo en la importancia de integrar la educación en ética digital dentro de los planes de estudio y fomentar la autorregulación.
“Una convivencia ética se construye desde la comprensión de los límites y la transparencia en el uso de la tecnología, fomentando la confianza entre docentes y estudiantes”, añadió.
Integrando la IA con buenas prácticas
El ciclo concluyó con la charla de Rodrigo Espinoza Alarcón, jefe de la Unidad de Apoyo a la Investigación en Bibliotecas de la Universidad de Concepción, quien compartió experiencias concretas sobre el uso de IA y la detección de similitud en trabajos académicos.
“Las herramientas generativas son útiles si se acompañan de metodologías que aseguren la autenticidad del aprendizaje. Nuestro enfoque es guiar a los estudiantes para que comprendan cómo usar estas tecnologías sin comprometer la integridad académica”, explicó Espinoza, destacando la relevancia de capacitar a los docentes y establecer protocolos de revisión que identifiquen riesgos y refuercen buenas prácticas.
Su intervención permitió visualizar cómo la incorporación de la IA en la educación superior puede potenciar la enseñanza, siempre que se enmarque en criterios éticos y responsables.
Compromiso institucional con la ética y la innovación
El ciclo de charlas sobre integridad académica e inteligencia artificial permitió generar un espacio de análisis y reflexión sobre los retos que implica la incorporación de tecnologías emergentes en la docencia universitaria.
Además, la iniciativa refuerza la intención de la UNAB de acompañar a su comunidad en la transformación digital, desarrollando competencias que faciliten el uso seguro y consciente de la inteligencia artificial, y preparando a todos los integrantes de la universidad para enfrentar los desafíos que surgen en la intersección entre educación superior, innovación tecnológica y ética profesional.
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