UNAB concluye con éxito el proyecto “Veterinaria en Terreno” en San Bernardo

Durante el segundo semestre, la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Andrés Bello desarrolló el proyecto “Veterinaria en Terreno”, una iniciativa de Vinculación con el Medio que llevó atención preventiva gratuita a mascotas de San Bernardo y que, según sus participantes, cerró con resultados contundentes: más de 250 perros atendidos en cuatro operativos comunitarios y 184 estudiantes involucrados desde la asignatura de Internado.

Para la Dra. Ana Francisca Soto, académica responsable del proyecto, el mayor logro fue el impacto simultáneo en la comunidad y en la formación profesional.

“Lo más importante de esta iniciativa fue el impacto real y profundamente humano que logró tanto en la comunidad como en la formación de nuestros estudiantes”, destaca:

Este proyecto no solo permitió entregar atención veterinaria básica a más de 250 perros, sino que también brindó educación directa a sus tutores, fortaleciendo la tenencia responsable y la prevención de enfermedades.

Los operativos —realizados el 30 de agosto, 27 de septiembre, 25 de octubre y 29 de noviembre— incluyeron vacunación antirrábica y óctuple, implantación de microchip, desparasitación y educación en bienestar animal. Para muchas familias, estas prestaciones pueden ser difíciles de obtener en servicios privados o municipales.

Veterinaria en Terreno: aprendizaje más allá de lo técnico

Además de responder a una necesidad concreta del territorio, este proyecto se convirtió en una instancia formativa integral para los estudiantes de Medicina Veterinaria UNAB. La Dra. Soto subraya que la experiencia les permitió abordar realidades más allá de las que observan en clínicas u hospitales universitarios.

Fue una experiencia transformadora. Pudieron enfrentarse a realidades sociales distintas, desarrollando no solo habilidades clínicas, sino también empatía, responsabilidad social y trabajo en equipo.

“Muchos de ellos vivieron por primera vez el valor de la medicina veterinaria como una herramienta concreta de servicio a la comunidad”.

El vínculo que se generó con las familias y la confianza construida con cada operativo marcaron la iniciativa. “La emoción de ver cómo pequeños gestos —como una vacuna, un microchip o una orientación adecuada— pueden cambiar la calidad de vida de un animal y su entorno, eso fue sin duda uno de los mayores logros. Esta experiencia reafirma que la formación profesional debe ir de la mano con la sensibilidad social”, agrega la académica.

Continuidad y mejoras para el 2025

Tras el éxito del proyecto, ya se vislumbra su continuidad. La Dra. Soto confirma que existe intención de repostular a los fondos de Vinculación con el Medio de UNAB y ampliar el alcance de la iniciativa.

“La alta participación, el compromiso de los estudiantes y la respuesta positiva de los beneficiarios demuestran que es una iniciativa necesaria y sostenible en el tiempo”, señala.

Entre los cambios previstos para futuras versiones se incluyen reforzar el componente educativo para tutores, incorporar algunas especialidades clínicas, y fortalecer el trabajo conjunto con las municipalidades y organizaciones sociales para ampliar la cobertura territorial. También se busca formalizar instancias de reflexión académica y evaluación del impacto en los estudiantes.

“El objetivo es seguir creciendo, sin perder el enfoque principal: formar profesionales comprometidos con la salud animal, el bienestar y la responsabilidad social”, concluye la Dra. Soto.