Un vínculo más que académico: el aporte de la Sede Viña del Mar al crecimiento regional
La concentración de universidades en esta zona del país, la convierte en un verdadero diferenciador, proporcionando un conjunto diverso de graduados altamente calificados. Factor que podría traducirse en emprendimiento, innovación y cohesión social y tener un impacto significativo en el impulso de la economía nacional post pandemia.
A medida que las economías de los países crecen y se fortalecen, estas se basan más en el conocimiento, momento en el que las universidades pasan a ser vistas como elementos claves para el desarrollo económico regional y la formación de clústeres. Dos casos emblemáticos que reafirman esta visión es el rol atribuido a la Universidad de Stanford en el crecimiento de Silicon Valley y el del MIT en el desarrollo de Route 128.
Y es que, así como han sido eficaces en impulsar la industria y lo han sido hoy dando respuesta a los desafíos investigativos asociados al Covid-19, las universidades también podrían ser claves en la recuperación económica regional post pandemia, generando ese talento humano que se traducirá en emprendimiento, innovación y cohesión social. Pero en Chile ¿Qué papel podrían desempeñar las universidades con sede en región en la revitalización de la suerte económica de sus comunidades?
Sobre este último punto, Gerald Pugh, Vicerrector de la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar, explica que, a través de sus facultades de Ingeniería y de Economía y Negocios, esta casa de estudios, ha realizado programas de asesoría y apoyo en emprendimiento y digitalización de empresas. “A través de mi participación como director de ASIVA y diversos programas de CRCP, CORFO y SERCOTEC, estamos fortaleciendo las competencias de emprendedores y de empresas de menor tamaño, a fin de ayudarlas a incrementar sus ventas y fuerza laboral, aumentando el empleo en la región».
Entorno e intercambio de ideas
No obstante, el potencial de las universidades para impulsar el crecimiento regional no es solo financiero. La colaboración entre estas, los líderes cívicos y empresas también es vital. Así lo recalca Ricardo Guerra, Presidente de ASIVA, asociación gremial multisectorial, sin fines de lucro, que agrupa a grandes, medianas y pequeñas empresas de los sectores industriales, productivos y de servicios de la región de Valparaíso, quien destaca la importancia de las asociaciones y colaboraciones entre diferentes sectores y actores.
“Las universidades cuentan con tecnología e innovación de primer nivel, la cual puede ser de interés para las empresas locales. Aunar las capacidades de estos dos mundos con el fin de crear un entorno que genere un intercambio de ideas confiable, implica potenciar las actividades industriales, de manufactura, logística y servicios que son necesarias para que se logre una efectiva transferencia tecnológica, capaz de ofrecerle a la región muchas soluciones de acuerdo con nuestras necesidades reales”, apunta el dirigente gremial.
Retención de talento
El impacto de las universidades es transversal a todo el tejido económico y productivo. Por ejemplo, si determinados puestos de trabajo que exigen ciertas habilidades desaparecieran, las universidades tendrían que resolver, junto con las empresas y el Estado, cuál sería el próximo paso. Algunas ciudades prosperarían y otras declinarían. En este sentido, la concentración de universidades en la región de Valparaíso, ofrece un conjunto diverso de graduados que la convierten en una verdadera ventaja diferenciadora.
“Que existan muchas universidades en la zona es muy positivo, porque provee a la región de mano de obra altamente calificada con distintas especializaciones y con distintos focos. Sin embargo, hay un tema que tiene que ver con la retención de talento. Necesitamos crear más y mejores oportunidades, para que los jóvenes que se preparan en la región permanezcan en la zona y no se vayan a generar sus talentos en otra región o país. Al mundo empresarial regional le corresponde crear oportunidades para que eso no suceda”, explica Ricardo Guerra.
Responsabilidad Social
Durante el último año, la UNAB en Viña del Mar ha reforzado su compromiso y apoyo a las comunidades en dos ámbitos principales: el cuidado de la salud integral de la población afectada por la pandemia y la reactivación económica de las empresas de menor tamaño y de los emprendedores de la región.
Es a través de la participación del Vicerrector Pugh en la Mesa Social Regional COVID-19, la Sede Viña del Mar, ha facilitado sus instalaciones para implementar un centro de trazabilidad del Ministerio de Salud y ha colaborado en la coordinación de los esfuerzos públicos y privados para dar respuesta a los efectos de la rápida propagación de la pandemia causada por el covid-19.
Además de estos aportes y en términos del cuidado de la salud, cabe destacar que la Sede Viña del Mar de la UNAB, también ha implementado clínicas de atención online en diversas disciplinas de la salud. Apoyo que ha incluido atención psicológica y asesoría judicial, elaboración y donación de escudos faciales a profesionales de la salud, entre otros apoyos.