27 Septiembre 2024

“Te falta experiencia”: por qué está siendo tan difícil para los sub-30 encontrar trabajo | La Tercera

El poco rodaje laboral es solo uno de los diversos obstáculos que el mercado impone a los jóvenes que buscan trabajo. Hoy las plazas para ellos en muchos casos son poco adecuadas, mal remuneradas y peor aún: muy inestables. Hay un proyecto de ley que busca corregir la situación, pero un estudio del Instituto UNAB de Políticas Públicas asegura que no es el incentivo correcto.

Ilusión, pero también frustración. Buscar trabajo por primera vez en Chile es una mezcla de emociones. Principalmente, porque la falta de experiencia es un escollo difícil de sortear cuando se está empezando una carrera.

La búsqueda de un trabajo en el mercado laboral que enfrentan los jóvenes –pero también cualquier persona que esté empezando— es más difícil. Y cuando se elevan las cifras de desempleo, este grupo es el más afectado.

Según la Encuesta Nacional de Empleo que desarrolla el INE, la tasa de desocupación nacional en el último trimestre móvil mayo-julio de 2024 es de 8,7%, mientras que la tasa de desempleo juvenil –entre 15 y 24 años— en el mismo periodo se ubicó en un 21,4%.

“Siempre es un poco más complejo al principio y por lo tanto es un grupo más vulnerable a las condiciones macroeconómicas en general”, explica Benjamín Villena, académico del Instituto de Políticas Económicas de la Universidad Andrés Bello, UNAB.

Además, los jóvenes “tienden a estar en mayor porcentaje representados en empleos informales debido a que necesitan flexibilidad horaria para complementarlos con estudios superiores”, comenta Francisca Espinoza, investigadora del Instituto UNAB de Políticas Públicas IPP UNAB.

“Como parten teniendo trabajos más simples dentro de la jerarquía de las empresas, cuando las condiciones de estas o de la economía sufren, son los puestos que se liberan más rápido. Es el margen de ajuste más habitual”, dice Villena, también investigador del Instituto Milenio para la Investigación de Imperfecciones de Mercado y Políticas Públicas, MiPP.

“Ahora, la razón por la que pueden acceder a estos puestos es porque no tienen experiencia o no han desarrollado completamente su potencialidad y sus habilidades en el mercado laboral. Es como las dos caras de una misma moneda”, añade.

La importancia del primer trabajo

Cuando hablamos de tasas de empleo inciden dos factores: la velocidad con que se crean los puestos de trabajo y la velocidad con que se destruyen por la suma de despidos y renuncias. Mientras más rápido se generan, hay menor desempleo y viceversa.

La gente joven suele tener una tasa de destrucción laboral más alta que otros grupos de la población y una tasa de la posibilidad de encontrar trabajo más o menos parecida”, dice Benjamín Villena.

Prueba de ello es que en la pandemia se destruyeron muchos más empleos jóvenes que de otros tramos etarios.

“La razón principal no es que sea especialmente difícil encontrar trabajo, que, por supuesto, tiene sus dificultades. También influye el hecho de que no conserven o no puedan perdurar mucho tiempo en los puestos de trabajo que tienen en la actualidad. Ese es el factor principal detrás de la tasa de desempleo”, agrega el académico.

Uno de los motivos por los cuales los jóvenes no conservan sus trabajos es que hay una diferencia entre sus expectativas y las características de las vacantes disponibles.

“Es porque los jóvenes actualmente están buscando empleo con características distintas a las anteriores. Por ejemplo, mayor flexibilidad, un empleo que les permita crecer profesionalmente y con un ambiente laboral donde puedan estar cómodos o donde prioricen su salud mental”, explica Francisca Espinoza, del IPP UNAB.

“Creo que hay un tema de deserción de los jóvenes porque tienen otra manera de ver la vida, otra manera de entender y de ver qué es lo que quieren hacer a futuro, son un poquito más inmediatos”, dice Ana María Icarán, directora y fundadora de ICARÁN Headhunters.

Pero independiente de estos factores, el primer trabajo al que pueda acceder una persona tiene consecuencias relevantes a largo plazo, sobre todo cuando las condiciones del mercado laboral son particularmente complejas en los grupos más jóvenes.

Benjamín Villena lo ejemplifica con la gran recesión que vivió Estados Unidos durante la “Crisis Subprime” en 2008 y 2009.

“Las personas que entraron al mercado laboral en ese tiempo tienen como una cicatriz significativa que perdura por muchos años, porque inician sus carreras laborales en puestos que no son tan adecuados”, explica el académico UNAB.

“Si parto con el pie izquierdo en un trabajo que no es muy bueno no puedo explorar mis mejores habilidades y cuando trato de cambiarme de trabajo, mi currículo ya no es tan bueno y eso va dejando marcas en él que pueden durar muchos años”, señala.

Las consecuencias de esto son insatisfacción laboral, salarios más bajos y una alta rotación laboral. Por eso es muy importante que las personas puedan ingresar al mercado en un trabajo que los sitúe en un camino de desarrollo profesional positivo, subraya Benjamín Villena.

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