Tania Busch, investigadora de Derecho UNAB y su trabajo vinculado a la Convención Constitucional

Un año lleva la profesora y doctora en Derecho de la Universidad Andrés Bello Sede Concepción, Tania Busch, cumpliendo un rol como investigadora de la Facultad de Derecho. Rol que siempre le interesó como parte de su especialización en Derecho Constitucional. Hoy, combina estos roles junto a su participación como integrante suplente del Comité Externo de Ética de la Convención Constitucional.

«He realizado investigación desde que ingresé a la Universidad Andrés Bello. Aunque no tengo la calidad de investigadora dependiente de la Vicerrectoría de Investigación, dentro de la Facultad hay un reconocimiento a quienes desarrollamos investigación dentro de la disciplina, y desde que elaboramos ese espacio se me han dado facilidades para desarrollar la investigación», explica.

¿Cómo parte con el tema de la investigación y qué es lo que le atrajo de esa área?

Hay una idea que lo científico solo aplica a las denominadas “ciencias duras”, pero también hay investigaciones en Humanidades, en Derecho y en el Arte.

La investigación no es algo que esté solo en la biología, en las matemáticas o de la física. Aunque el carácter de ciencia del derecho es cuestionable, sí hay una cantidad de personas que cultivan la disciplina jurídica con ciertos estándares que son lo que se podría llamar la “ciencia del derecho”.

Siempre me interesó la investigación en mi área, que es el Derecho Constitucional. Mi línea de investigación ha sido la justicia constitucional, en particular el rol político de los tribunales constitucionales y varios derivados de ahí. Últimamente he realizado algunos trabajos más empíricos sobre cómo funcionan algunas instituciones de participación dentro de la jurisdicción constitucional en la realidad.

He estado muy vinculada a la demanda de cambio constitucional en Chile y al proceso constituyente y he publicado algunos trabajos en ese sentido. El ultimo que publiqué es una investigación muy querida y personal, en coautoría con el doctor Manuel Campos sobre el Grupo de Estudios Constitucionales o Grupo de los 24, que fue un grupo de resistencia a la Constitución del 80 desde su dictación y cómo las propuestas de ese grupo se pueden rastrear hasta el proceso constituyente actual, entonces he tomado un poco de Historia Constitucional Contemporánea.

¿Cómo repercute este rol en sus alumnos?

En mis clases, el estar permanentemente actualizándome y al día dentro de las disciplinas permite hacer mucho mejores clases. Y además tengo la asignatura de Taller de Investigación Jurídica, entonces se complementan muy bien, porque también tengo la misión dentro de la sede Concepción de formar en la investigación jurídica, en la metodología de la investigación jurídica que no siempre es tan evidente como se hace investigación desde el Derecho.

Esto le permite compartir conocimientos fuera de la Universidad e incluso del país.

Esa es una de las exigencias de hacer investigación: compartir el conocimiento, ponerlo a prueba y presentarlo en espacios de otras universidades para mejorar el trabajo y eso me ha permitido estar en contacto con académicos de mi disciplina de otras universidades, dentro y fuera de Chile. Eso me enriquece mucho como académica, y me permite estar más actualizada en mis conocimientos.

¿En qué investigación trabaja en este momento?

En una ponencia que espero que se convierta en una publicación más adelante, que analiza el proceso constituyente chileno dentro del contexto del Nuevo Constitucionalismo Latinoamericano, cuáles son sus rasgos, y luego saber si Chile está siguiendo esa senda o no. Estoy recién estructurándola, y en eso me interesa trabajar en un futuro próximo.

El Proceso Constituyente y los alumnos Unab

Para la docente y doctora en Derecho, una de las ventajas de participar en la Convención Constituyente es entregar una mirada fresca a todos sus alumnos, entregándoles detalles de cómo ha funcionado el proceso.

¿Cómo es, como abogada constitucionalista, este proceso constituyente?

Intenso, emocionante, y desafiante. Yo soy integrante suplente del Comité Externo de Ética de la Convención Constitucional. Ese comité sanciona a los convencionales por faltas a la ética que están tipificadas en el reglamento de ética de la convención, no soy titular, solo lo hago si alguno no pude estar, me correspondió hacerlo en enero y resolver las dos primeras resoluciones del comité. No podemos comentarlas, pero fue una experiencia muy interesante.

¿Cómo ven ustedes, los docentes especialistas en Derecho Constitucional, que se escriba una Nueva Constitución, si es que se aprueba?

Eso es lo que estamos esperando, lo difícil es enseñar ahora en la transición, pero es interesante porque la Constitución vigente, pese a sus reformas, está bastante atrasada en relación a los avances del Constitucionalismo, y la que se está construyendo incorpora avances del Constitucionalismo que son muy nuevos, como los sistemas de pluralismo jurídico, o reconocer un estatus especial a la naturaleza, es interesante y emocionante porque obliga a aprender un montón de cosas que uno a veces no conoce. Uno como académico se hiper especializa en un tema y a veces pierde la mirada de conjunto, y esto de tener que entender una Constitución desde cero es una oportunidad de aprender de nuevo un montón de cosas que uno en la hiper especialización no había quedado tan al día.

Y me imagino que ser parte de la Convención potencia el rol como docente y como investigadora de la Unab.

Como investigadora y vinculada al trabajo de la Convención Constitucional, puedo dar a mis alumnos una mirada más cercana de estos procesos. Es muy lindo hacerles sentir que los procesos que se viven no están muy lejos de ellos, que pueden saber de cosas de primera fuente, y que así ellos están cerca de lo que están pasando, y creo que eso tiene un valor especial para ellos.