Suplemento alimenticio desarrollado por CSB UNAB destaca en Catálogo de Innovación Alimentaria 2024
Con financiamiento de Corfo, y en colaboración con la empresa Arantruf, el Centro de Biotecnología de Sistemas de la Universidad Andrés Bello (CSB UNAB) desarrolló Antiox&Fiber, un suplemento microencapsulado rico en fibra y antioxidantes, que fortalece las defensas y beneficia la microbiota intestinal.
Arándanos fermentados y topinambur en polvo son los dos ingredientes de un suplemento microencapsulado rico en antioxidantes, fibra y prebióticos hecho en la Región de la Araucanía y que es uno de los 50 alimentos del Catálogo de Innovación Alimentaria de Chile 2024 que Transforma Alimentos lanzó esta semana en Espacio Food Service.
Bautizado como Antiox&Fiber, este suplemento es resultado de una iniciativa de la empresa Arantruf, el trabajo de investigación y desarrollo del Centro de Biotecnología de Sistemas de la Universidad Andrés Bello (CSB UNAB) y el financiamiento de Corfo a través de un proyecto Crea y Valida.
“Este nutracéutico es parte de nuestro objetivo de ir más allá de las materias primas y elaborar productos de alto valor agregado enfocados en la salud humana”, explica Julio Díaz Agurto, propietario de Arantruf Ltda., una empresa familiar ubicada en Lautaro, región de la Araucanía, donde producen arándanos y topinambur con certificación orgánica.
Propiedades funcionales y beneficios para la salud
El producto, seleccionado en la categoría “Alimentos saludables y de última generación” del catálogo, tiene propiedades que mejoran la digestión, fortalecen el sistema inmune y la salud cardiovascular.
“La particularidad de este producto es que el antioxidante del arándano está microencapsulado en la fibra de topinambur, que es insoluble por los jugos gástricos del estómago, lo que permite que estos antioxidantes se metabolicen en el intestino delgado y colon, lo que aumentaría significativamente su absorción en el organismo”, explica Agurto.
Un proceso de economía circular y biotecnología
Sobre el origen de las materias primas, Freddy Urrego, líder de investigación del CSB UNAB y encargado del proyecto, destaca que “en un proceso de economía circular, utilizamos pulpa, cáscara y semillas de arándanos fermentados que Arantruf genera como subproducto de la fabricación de vinagre de este fruto, y que mezclamos con topinambur en polvo”.
Mediante procesos de extracción de biocompuestos, desde el arándano los investigadores rescataron sus compuestos antioxidantes y del topinambur su fibra prebiótica, beneficiosa para la microbiota o microorganismos que habitan en nuestro intestino.
Luego, empleando tecnología de microencapsulación, formularon una micropartícula de liberación modificada. De esta forma, Antiox&Fiber tiene una presentación en polvo que se puede añadir a batidos, yogurt o jugos y que al ingerirse libera los ingredientes activos del berry y el tubérculo a nivel intestinal, haciendo más efectiva su absorción. Al respecto, el investigador del CSB UNAB destaca:
Este es un producto que validamos en sistemas gastrointestinales simulados para verificar un aumento en la bioaccesibilidad de los compuestos del arándano y del topinambur, asegurando que estos lleguen hasta los puntos de absorción deseados.
Creciente evidencia científica muestra que una microbiota intestinal equilibrada tiene un rol fundamental en las funciones neurológicas, digestivas, metabólicas e inmunes y que incluso puede sintetizar hormonas que nos ponen de buen ánimo, como serotonina, adrenalina y dopamina.
En el caso de Antiox&Fiber, se puede añadir como ingrediente para el desarrollo de alimentos o de otros suplementos alimenticios, así como emplearse directamente por consumidores finales que buscan mejorar su nutrición. Este avance representa un hito en la innovación alimentaria, destacando las posibilidades de los productos funcionales en mercados de exportación donde se valoran las propiedades de los alimentos.
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