SOY UNAB | El ingeniero comercial que se propone a ayudar a la gente a encontrar oportunidades
Cuando partió a Australia, en 2015, Mauricio Puffe llevaba en la maleta su experiencia de emprendedor desde los años de colegio -en la que cuenta la propiedad de una agencia de modelaje y la organización de eventos- y los deseos de dar forma a las que aún eran incipientes ideas y usar en ello las enseñanzas de algunos de sus maestros universitarios para lograr crear oportunidades de trabajo.
Se había titulado en Ingeniería Comercial UNAB, donde tuvo la posibilidad de conocer y escuchar a profesores que fueron fundamentales, y le entregaron enseñanzas que sobrepasaron las materias, y que tuvieron mucha relación también, con lo que significan la perseverancia, el esfuerzo, la disciplina y las ganas de aprender y de aportar para cambiar la vida de las personas.
Hoy, cuando se encuentra a las puertas de concretar un proyecto en el que todos esos elementos han sido esenciales, y con el cual podrá apoyar el desarrollo laboral de muchas personas en Chile y también en otros países, Mauricio agradece todo lo recibido y se prepara para seguir creciendo.
¿Cómo es que podrás desde ahora dar vida a tus ganas de aportar a ese desarrollo?
Después de mucho ensayo y error, de momentos en que mi proyecto parecía fracasar y de otros en que volvía a levantarlo, estoy ahora ya próximo a echar a andar definitivamente un emprendimiento que ayudará a crear oportunidades de trabajo, a la opción de que la gente pueda hacer lo que sabe y le gusta hacer, y a su libertad financiera.
¿De qué se trata?
Es una plataforma que, primero en Chile y espero también después, en toda América, en países europeos y en Australia, conectará a personas que necesitan que otros realicen trabajos determinados con otras que los ofrecen. Por ejemplo, puedes ser profesor de matemática, y fuera de esa labor prestar servicios enseñando Excel a alguien que publicó su interés en aprender ese programa, o ser psicólogo o periodista, y, si sabes hacerlo, ofrecer tus servicios arreglando bicicletas.
Es como un Mercado Libre de servicios.
Sí, pero con varias otras ventajas, como la posibilidad de que cada uno publique sus horarios, disponibilidad, funciones que realiza, tarifas por cada una, entre otras variables. Así, además de ayudar a que quien ofrece sus servicios pueda encontrar trabajos que le acomoden en distintos aspectos, contribuyan también a que quien busca, elija al candidato ideal para sus necesidades. Todo eso, incluidos el pago previo a la realización de la tarea ofrecida o demandada, pero liberado una vez que fue hecho, o la existencia de un seguro de accidentes o de vida.
Todos ganan.
Sí, aunque tengo claro que el fin último de esto es buscar el beneficio de quienes ofrecen su trabajo y quieren desarrollarse, porque en el fondo lo que nos mueve es que la gente encuentre la oportunidad que está buscando, ayudarla a cambiar y a mejorar su realidad.
¿Cómo nació esta idea?
Surgió desde lo que fui observando en Australia, donde estuve cinco años, y pude aprender sobre el Ecosistema de Emprendimiento, un modelo de negocio en el cual se optimiza también el desarrollo social y económico.
¿Ha sido mucho trabajo?
Sí, y también varias las caídas o problemas, como la pandemia o la decisión de mis socios originales de abandonar el proyecto cuando íbamos a partir.
Fuiste perseverante.
Perseverante y disciplinado para seguir avanzando, aun cuando en momentos parecía estar todo en contra. De todas formas, tengo claro que esa capacidad la comencé a adquirir en la UNAB, gracias al ejemplo de distintos profesores que me inculcaron las ganas de no rendirme, incluso en ramos en los cuales salí adelante a pesar de ser muy difíciles para mí.
¿Recuerdas a alguno en particular?
Sí, muy especialmente a Felipe Marín, el que siempre premió mis ganas de aprender, y a Kamel Lashen (QEPD), quien fue el que me incentivó a salir de Chile -primero a estudiar a Francia, desde donde, y por sugerencia suya, traje varias ideas que después se aplicaron en la UNAB, y después a Australia, que fue donde comenzó a originarse mi actual proyecto-, pero que desde un principio se preocupó sobre todo de mí, y de mi desarrollo no solo académico o profesional, sino también como ser humano.