SOSTENIBILIDAD | Experto explica cuáles son las ventajas y beneficios del biodiésel: el combustible verde del futuro
El biodiésel es considerado el combustible del futuro por su bajo impacto ambiental y aporte a los ODS. Países como Alemania, Francia e incluso Argentina ya lo incorporan en su matriz energética para combatir el cambio climático.
El 10 de agosto se conmemora el Día Internacional del Biodiésel, un combustible verde que permite el funcionamiento de vehículos y maquinaria de gran escala y, que, además, se está transformando en tendencia por ser una de las soluciones más prometedoras ante el cambio climático y los gases de efecto invernadero (GEI).
Para conocer cuáles son sus ventajas y beneficios, el Dr. en Ciencias de la Ingeniería y académico de la Facultad de Ciencias de la Vida de la U. Andrés Bello, Sebastián Lira, explica las propiedades de este carburante verde y por qué está ganando terreno como una alternativa ecológica en la matriz energética.
¿Qué es el biodiésel?
El biodiésel es un biocarburante obtenido a partir de fuentes renovables, como aceites vegetales, grasas animales y otros residuos orgánicos.
Y, a diferencia de los combustibles fósiles, como el diésel derivado del petróleo, es renovable y limpio, lo que significa que su producción no agota los recursos no renovables y su uso no contribuye al aumento neto de gases de efecto invernadero (GEI).
¿Dónde se usa este combustible?
El experto de la UNAB detalla que el biodiésel se está empleando como una alternativa para sustituir los combustibles fósiles, por ejemplo, se utiliza en el transporte, en la generación de energía eléctrica y calefacción a pequeña escala.
También este biocombustible se ha convertido en una alternativa para ser empleado en vehículos diésel, camiones, autobuses y barcos. Asimismo, se emplea en algunas plantas de generación energía eléctrica y sistemas de calefacción residencial o industrial que operan con motores diésel.
¿Qué tipos de aceites sirven para transformarlos en biodiésel?
Aceites vegetales provenientes de canola, girasol, soya, del fruto de la palma, entre otras semillas oleaginosas. Además, está la opción de ocupar residuos orgánicos y aceites vegetales empleados. En los últimos años, ha tomado fuerza la utilización de aceites empleados en la cocina, vale decir, aceites vegetales. Esto ha permitido que estos residuos que se generan en hogares, restoranes y casinos tengan una opción de economía circular, evitando el impacto ambiental de la disipación final de este. Por esta vía debería centrarse la producción de este biocombustible, señala el académico de Ingeniería Ambiental, U. Andrés Bello.
¿Cómo se recolecta este aceite en el país?
Hoy existen empresas que se encargan de retirar aceites utilizados para producir biodiésel, los recolectan, producen y abastecen a sus propias flotas de camiones con este combustible. Estas empresas también tienen contenedores en puntos limpios comunales y retiran aceite a distintos centros, principalmente de la industria alimenticia.
De igual modo, existen municipios que han realizado proyectos para producir biodiésel a menor escala, cuya materia prima son los aceites de los vecinos de la comuna, existiendo casos a mayor escala donde han logrado abastecer de combustible a sus camiones recolectores de basura.
Lo grave: Si usted vierte al alcantarillado 1 L de aceite contamina 1000 litros de agua.
Alentadoras ventajas
Según Lira, si se considera con miras a futuro la recolección del aceite usado, procesado y la utilización de biodiésel, este incidiría directamente en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
- El buen manejo y disposición de residuos contribuye a reducir su impacto negativo en la salud.
- Acceso a combustible asequible, seguro, moderno y proveniente de una industria innovadora y sostenible.
- Este proyecto contribuye al desarrollo de ciudades y comunidades sostenibles.
- Es una medida que combate el cambio climático y sus efectos.
- Es una materia prima que proviene de productos que no amenazan la producción de alimentos ni contribuyen a la desforestación.
- Al ser utilizados, los biocombustibles liberan CO₂; no obstante, la misma cantidad de CO₂ es captada por las plantas durante su crecimiento, y así se regula el ciclo natural del carbono sin aumentar su concentración en la atmósfera.
Finalmente, ¿Qué países están a la vanguardia en la utilización del biodiésel?
En Alemania, el biocombustible se comercializa en varias estaciones de servicio y su empleo es común en los cruceros turísticos que navegan en lagos. En este país también se emplea para los buses del transporte público, militar, camiones recolectores, de basura y de correos. La estación de servicios los vende en mezcla biodiésel con diésel.
Otros países que utilizan este biocombustible son: Francia, Bélgica, España, Suecia, Holanda, Reino Unido, Italia y Estados Unidos. En Latinoamérica, Brasil y Argentina.
Por lo general, en la mayoría de estos países existen normas definidas que establecen mezclar el biodiésel con el diésel, lo que ha sido un incentivo para la producción y consumo. Esto ha permitido potenciar el uso de biocombustibles para asegurar y diversificar la oferta de energía, y a su vez disminuir las emisiones netas de CO₂.