SOSTENIBILIDAD| ¿Cómo avanza Chile hacia el desarrollo sostenible?
El segundo conversatorio en la UNAB abordó cómo el país transita hacia un desarrollo sostenible, reconociendo los avances actuales y los desafíos que debe trabajar. En la charla, los panelistas coincidieron en que el rol de la academia es clave para avanzar hacia un país más sostenible y adaptado a los nuevos tiempos.
Cómo avanzar hacia el desarrollo sostenible fue la materia que abordó el segundo conversatorio: “Ciclos de Charlas de Sostenibilidad” de la U. Andrés Bello. La charla fue dirigida por la directora de Sostenibilidad UNAB, Romina Reyes, y contó con la participación de dos destacados expositores, quienes tuvieron la misión de explicar e ilustrar los avances sobre el desarrollo sostenible en el país.
En este segundo encuentro, la directora de Educación Continua de la Facultad de Economía y Negocios y el Hub de Desarrollo Sostenible de la UNAB, Luciana Mitjavila, explicó la importancia de comprender cómo se gestó la agenda común en cuanto al desarrollo sostenible, la cual comparten 193 naciones y se tradujo en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) cuyo fin es llegar a las metas de la Agenda 2030.
La experta informó que el país, actualmente, lidera el ranking de la agenda en Latinoamérica, según un estudio de la Universidad de Cambridge, el cual evidencia que Chile ha progresado considerablemente hacia una política de desarrollo sostenible.
“Esto evidencia que avanzamos cinco puestos en el mismo ranking, pasando del 33 al 28, lo que implica una evolución y un buen desempeño en la región, no obstante, hay mucho por desarrollar, por lo tanto, el desafío es acelerar esta carrera para lograr los objetivos que nos hemos definido y con los que nos hemos comprometido”, dijo Mitjavila.
En el mismo marco, el exministro y subsecretario del Medioambiente, magíster en Derecho Regulatorio y abogado de la UNAB, Javier Naranjo, detalló que la sostenibilidad implica otras variables a considerar, “recoge distintos ámbitos que incluyen al sector público y privado para el desarrollo económico, social y ambiental”, indicó.
Además, el experto comunicó que Chile es el tercer país en Latinoamérica mejor posicionado frente a los gases de efecto invernadero (GEI) en el ranking de la Universidad de Notre Dame. No obstante, existen más avances que se deben considerar, especialmente desde la institucionalidad.
El exministro comentó que en 2021 la Comisión del Mercado Financiero (CMF) emitió la normativa 461, instrumento que exige a todas las sociedades anónimas abiertas y que tranzan en la bolsa, incorporar en sus memorias, cuáles son sus prácticas en medioambiente, derechos humanos y sociales, lo que es un avance para el país, pero no es suficiente al compararlo con otras realidades internacionales.
“En marzo de 2022, Estados Unidos, a través de la Security Exchange Comission (SEC), entidad que se relaciona con la CMF en ese país, les exigió a todos los inversionistas reportar sus riesgos climáticos de forma expresa, por lo tanto, el principal desafío que enfrentamos nosotros tiene que ver con la institucionalidad”, explicó.
Igualmente, el exministro de la cartera del Ministerio del Medio Ambiente (MMA) subrayó que el papel del sector privado es la piedra angular para acelerar el desarrollo sostenible, para ello el mundo corporativo debe generar una transformación en sus estrategias y considerar aspectos medioambientales y sociales como parte fundamental de sus actividades, advirtiendo que no solo se trata de greenwashing:
“Tenemos que ver cómo nos hacemos cargo de los desafíos que enfrentamos hoy y ese cambio de mentalidad en la toma de decisiones de los directorios y gobiernos corporativos, sector público, pues requieren un cambio de mirada”, recalcó.
Para la directora del Hub de Desarrollo Sostenible, Luciana Mitjavila, potenciar la carrera hacia el desarrollo sostenible aborda múltiples áreas, entre ellas, el relacionamiento con los stakeholders en el contexto del cambio hacia prácticas más sostenibles.
La experta enfatizó en que todos, como miembros de organizaciones y consumidores, tenemos la responsabilidad en fomentar este avance.
“No es solo responsabilidad de las empresas abrazar esta agenda y desarrollar esos cambios, sino también de cada uno de nosotros como actores sociales, aporte a esas transformaciones desde dentro y desde fuera en nuestras decisiones de consumo”, comentó.
La academia un factor importante para el desarrollo sostenible
Durante la charla interactiva, los panelistas debatieron sobre el rol de la academia para contribuir al desarrollo de líderes y agentes de cambio para tomar decisiones en el futuro desafiante que se presenta ante el desarrollo sostenible. En ese contexto, se mencionaron dos factores preponderantes para lograrlo: la educación y la creación de conocimiento a través de la investigación.
Desde el punto de vista educativo, se destaca la necesidad de formar nuevos talentos jóvenes y adaptar perfiles profesionales a las demandas del mercado laboral actual, ya que están en constante cambio debido a la tecnología y la inteligencia artificial. De igual modo, se resaltó la importancia de la agilidad en los formatos de enseñanza y la pertinencia de los contenidos impartidos.
“Vemos que la inteligencia artificial cada vez va a ir, de alguna forma, haciendo un asistente en muchos de los procesos que hoy estaban y eso también va a permitir justamente volver a conectar con la reconversión de perfiles con habilidades que hoy no se van a necesitar”, señaló Mitjavila.
En tanto, Naranjo especificó que la educación ambiental es un instrumento de gestión que busca proporcionar la información idónea para tomar decisiones informadas. Sin embargo, desde su óptica, mencionó que se requiere una educación más profunda y compleja, que fomente el pensamiento crítico y que vaya más allá de simples campañas comunicacionales.
En cuanto al aporte de conocimiento que se imparte, el exministro indicó que este debe procesarse en limpio: “hay una cuestión importante, y que, a la hora de incorporar conocimiento, este venga lo más libre de ideologías posibles para evitar sesgos que afecten el desarrollo de la sostenibilidad”, recomendó.
El experto proporcionó el ejemplo en el desarrollo de hidrógeno verde en zonas donde existen especies protegidas, y destacó que el rol de la academia en estas instancias es proporcionar directrices informadas para la toma de decisiones, comunicando la información científica de manera clara y accesible.
Finalmente, ambos expertos coincidieron en que la academia debiese:
- Enfatizar la necesidad de una educación ambiental más profunda y proporcionar conocimiento objetivo y relevante para abordar los desafíos de sostenibilidad.
- En el ámbito de la investigación, el desafío es crear y difundir más conocimiento para guiar las decisiones empresariales y políticas en temas cruciales como la reducción de emisiones y el calentamiento global.
- Asimismo, se subraya la importancia que tiene la academia en la transformación hacia el desarrollo sostenible y en su participación en procesos sociales al contribuir en las diferentes fotos para asumir nuevos desafíos.
- En conclusión, las universidades deben innovar y adaptarse a los nuevos tiempos para brindar un apoyo significativo a los líderes y agentes de cambio en estos tiempos de vorágine y desafíos globales.