03 Diciembre 2025

Accesibilidad urbana: Sondeo IPP UNAB muestra avances y brechas

El sondeo “Accesibilidad e inclusión urbana” del Instituto UNAB de Políticas Públicas arrojó que el 52,4% de las personas considera que el transporte público es accesible para todas las personas -incluidas las con discapacidad y mayores-, aunque el 66% reconoce haber tenido dificultades para desplazarse por veredas o ciclovías a causa de obstáculos.

El próximo 3 de diciembre se conmemora nuevamente el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Con ese antecedente, el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello dio a conocer los resultados de una encuesta que evaluó el cambio cultural que ha experimentado Chile en temáticas de inclusión durante los últimos años, además de hacer un énfasis en la accesibilidad y movilidad urbana, especialmente para aquellas personas con discapacidad.

En términos generales, el estudio evidenció que gran parte de la población presenta altos grados de autonomía al manifestar no tener dificultades para desenvolverse en su entorno. De hecho, el 73% de los encuestados declaró no contar con ninguna condición que afecte su desplazamiento, mientras que una de cada cuatro personas (27%) responde sí tener problemas para movilizarse e interactuar con su entorno. Si bien la gran mayoría de la población declara no contar con ningún impedimento, esta proporción disminuye progresivamente a medida que aumenta la edad del encuestado.

En cuanto a los medios de transporte más utilizado para realizar los desplazamientos por la ciudad, el 41,1% de los participantes del sondeo manifiesta hacerlo en el transporte público, seguido de un 37,2% que lo hace en vehículo privado. Más atrás, con un 9,5%, se encuentra la opción de taxi, colectivo o aplicaciones, y un 8,5% se moviliza a pie.

Otro aspecto que midió el sondeo fue la experiencia al desplazarse por la ciudad. El 61% de la ciudadanía reconoce que han tenido dificultades para trasladarse por aceras o ciclovías a causa de obstáculos y un 14% que ha tenido problemas “a veces”, mientras que el 20% dice que “nunca”. Dentro de los inconvenientes, los más comunes son las veredas en mal estado (56,9%), seguido por autos mal estacionados (52,1%) y el comercio ambulante (44,3%). Luego siguen la basura en las calles (30,3%), ciclistas o scooters por las veredas (28,9%), la presencia de animales sin supervisión de sus dueños (20,1%) y la falta de rampas (17,2%).

Avances en infraestructura

La encuesta “Accesibilidad e inclusión urbana” del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, a su vez, evaluó los avances que han experimentados las ciudades en cuanto a la infraestructura y cómo ha evolucionado la mirada que tiene la sociedad hacia las personas con discapacidad.

En el primer aspecto, el 63,3% de los encuestados está en desacuerdo o muy en desacuerdo con que los espacios públicos están bien iluminados, señalizados y libres de obstáculos para que puedan ser usados de forma segura por personas con movilidad reducida o discapacidad.

Inclusión y movilidad urbana

En cuanto al transporte público, el 52,5% cree que éste es accesible para todos, considerando a las personas mayores y con discapacidad. Por el contrario, casi la mitad de la población (48,8%) considera que la información del transporte no es clara y accesible en paradas, estaciones y plataformas digitales, esto eso, contar con señalética legible, avisos sonoros, Braile, etc. En este aspecto, el 38% estima que la señalética en Braile y los avisos sonoros en los paraderos son útiles para que el transporte público sea más accesible, pero que su alcance es limitado, y un 22% cree que son muy útiles y marcan una diferencia “importante” en la accesibilidad.

Sin embargo, los encuestados tienen una percepción más favorable en torno al personal que se desempeña en el transporte público: el 54,1% de los ciudadanos opina que los conductores, fiscalizadores y personal de las estaciones muestran respeto y empatía por quienes tienen dificultades de acceso.

A la hora de opinar sobre la accesibilidad de otros entornos urbanos, el 55,1% está de acuerdo o muy de acuerdo con que aeropuertos y terminales de buses son seguros y accesibles para todas las personas, especialmente para quienes tienen movilidad reducida o discapacidad. Los centros comerciales, empresas y universidades, por su parte, cuentan con una mejor evaluación: el 61,1% considera que ofrecen condiciones de accesibilidad adecuada para personas con movilidad reducida o discapacidad.

Realizando una evaluación retrospectiva, el 52% de los ciudadanos afirma que la infraestructura inclusiva en materia de movilidad ha empeorado un poco o mucho en calidad durante los últimos cinco años. Para mejorar lo anterior, la ciudadanía prioriza el mejoramiento de la accesibilidad física como rampas, ascensores y señalética con un 58%, seguida por la educación y sensibilización de la ciudadanía para fomentar el respeto, empatía y colaboración hacia las personas con discapacidad (51,6%). Más atrás, se ubican mejorar la seguridad e iluminación de paraderos y estaciones (38,7%), diseñar espacios más cómodos para personas mayores, con discapacidad o niños (33,2%) y capacitar al personal en atención inclusiva y empática (30%).

 

Hacia una sociedad más inclusiva y empática

A nivel general, existe una evaluación mayoritariamente positiva sobre la evolución de la cultura ciudadana en materia de inclusión y accesibilidad. El 49% de los encuestados cree que en la actualidad hay una mayor conciencia y empatía hacia la inclusión que hace cinco años y un 32% considera que es igual.

Por otro lado, el 51% cree que “a veces” las personas son comprensivas y respetuosas con quienes tienen dificultades para moverse o acceder a ciertos espacios y un 30,6% que lo son “siempre o casi siempre”. En cambio, si bien el 41,7% cree que las personas son respetuosas “a veces” de los espacios reservados o prioritarios para personas con discapacidad, el 39,9% considera que nunca o casi nunca lo hacen.

Inclusión y movilidad urbana

La directora del Observatorio para la Inclusión de la Universidad Andrés Bello, Alejandra Ríos, reconoce los avances que ha experimentado Chile para ser una sociedad más inclusiva con las personas con discapacidad, sin embargo, aún observa desafíos sobre los cuales se deben seguir trabajando. En esa línea, Alejandra Ríos afirma que “el hecho de que más de la mitad de los encuestados haya notado el avance en accesibilidad en el transporte público muestra que, si bien la población con discapacidad en Chile no supera el 20%, hay un porcentaje significativamente mayor que probablemente ha visto mejorada su calidad de vida gracias a estos avances. Ello, porque no podemos dejar de considerar que, cuando una persona tiene discapacidad, su condición impacta a toda su familia”. Sin embargo, Ríos agrega que “que más del 60% manifieste que ha enfrentado barreras al trasladarse por aceras, nos muestra que la ciudadanía está más atenta y exigente, y que la infraestructura vial todavía supone serios desafíos para quienes tienen movilidad reducida o bien, para quienes los acompañan”.

El trabajo de campo de la encuesta se realizó entre el 3 y 23 de noviembre y contó con una muestra de 2.112 personas que participaron a través de encuestas obtenidas en base a formularios autoadministrados mediante un panel online representativo a nivel nacional. El sondeo de opinión, a cargo de la empresa SCAN, tiene un margen de error muestral de 7,3%.