Ser “pragmático”, aunque implique sacrificar ciertos principios para lograr acuerdos: la característica más valorada por los chilenos en un presidente y diputado
Un nuevo sondeo del Instituto UNAB de Políticas Públicas mostró que, para ambas autoridades, el sentido de realidad cobra mayor importancia que “defender firmemente los valores y convicciones”. Además, ser “honesto” es el atributo más deseado en ambos cargos, pero con mayor énfasis en un parlamentario (71,78%) que en el caso del presidente (56,14%)
En noviembre de 2025 Chile deberá elegir al próximo presidente o presidenta de la República y a gran parte de los integrantes del Congreso Nacional, cerrando así seis años consecutivos de procesos electorales en el país.
Con estas elecciones en la mira, el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello dio a conocer los resultados de un estudio de opinión que evaluó los aspectos más deseables en los candidatos a distintos cargos de elección popular por parte de la ciudadanía, la consistencia política a la hora de votar y qué variables inciden al elegir a distintas autoridades.
El estudio de la Universidad Andrés Bello midió, en primer lugar, el grado de consistencia política de los ciudadanos en los distintos sufragios. En esta materia, el 49% de los encuestados manifestó que cuando ejerce el voto a veces “cambia de partido, pero siempre vota por candidatos de la misma tendencia política”, mientras que el 41% señaló que en ocasiones sufraga por “candidatos de distinta tendencia política” y sólo un 5% que “siempre” lo hace por candidatos de la misma tienda política. Asimismo, consultados sobre si, en una misma elección, ha votado por un candidato a la presidencia y a diputado de sensibilidades políticas opuestas, el 60% respondió que no, un 37% que sí y un 3% que no lo recuerda.
El sondeo –cuyo trabajo de campo se realizó entre el 22 de noviembre y el 8 de diciembre- preguntó a los ciudadanos qué harían en el escenario de que, una autoridad por la cual votaron en el pasado siendo militante de un partido político, vaya a la reelección luego de renunciar a su partido original. En el caso de un alcalde, el 15,4% declaró que preferiría votar por un nuevo candidato de la tienda, un 24,8% que lo haría por el mismo alcalde y un 59,8% que su decisión “depende de otros factores”. En tanto, para un diputado, el orden se invierte: el 13,8% elegiría nuevamente al mismo parlamentario, el 20,3% apoyaría a un nuevo candidato del partido y el 65,9% manifiesta que su decisión “depende de otros factores”.
Qué valora la ciudadanía
La encuesta del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello también recogió la forma en que los chilenos deciden su apoyo para concejal, diputado y presidente de la República. El estudio evidenció que, para las tres autoridades, es “por quien tiene mayor capacidad de concretar sus propuestas, aunque no comparta todos mis valores” la opción más mencionada. No obstante, el porcentaje de adhesión a esta cualidad crece a medida que las responsabilidades del cargo aumentan (38,2%, 43,7% y 46,1%, respectivamente). En segundo lugar, quedó para los tres cargos de elección popular “alguien que comparte mis valores o tendencia política, aunque dude sobre su capacidad de concretar sus propuestas” y, en tercer puesto, “por el candidato que es más sensible con los problemas de las personas”.
Otro aspecto que midió el sondeo fue las características que más valoran los electores frente a la elección de un diputado o presidente. Para un parlamentario, el 51,9% señaló que “debe ser pragmático y estar dispuesto a sacrificar algunos valores para llegar a acuerdos”, porcentaje que aumenta a un 54,1% en el caso de un candidato a la presidencia. Por el contrario, el 38,1% cree que un diputado debe “defender firmemente sus valores y convicciones, aunque esto dificulte llegar a acuerdos”, cifra que desciende a un 36,9% para el jefe de Estado.
Entre las cualidades valoradas por los ciudadanos, ser “honesto” es la más deseada tanto para un candidato a diputado (71,78%) y presidente (56,14%), aunque con mayor énfasis para el caso del candidato al Congreso. En un segundo lugar, para un postulante a la presidencia las personas escogen la opción de “tener equipos profesionales y honestos” con un 49,27% y, posteriormente, ser “competente” con un 41,36%. En tanto, frente a un postulante a la Cámara de Diputadas y Diputados se invierte el orden de las preferencias, siendo la segunda opción más mencionada ser “competente” con un 38,90% y, luego, “tener equipos profesionales y honestos” con un 33,91%.
Finalmente, el sondeo de la UNAB indagó en los problemas más acuciantes para los electores en la actualidad y qué tipos de liderazgos debieran ser un referente para quienes aspiren a dirigir el país en el futuro. Así, para el 79,52% de los encuestados el principal desafío es el combate a la delincuencia y el narcotráfico, seguido del comportamiento de los políticos (65,20%), la inmigración (48,03%), las pensiones (27,39%) y la economía (25,47%).
Nayib Bukele de El Salvador (58,4%)), Javier Milei de Argentina (30%) y Donald Trump de Estados Unidos (29,5%) son los mandatarios del continente que el próximo presidente de Chile debiera intentar emular. Por el contrario, Dina Boluarte de Perú (0,4%), Nicolás Maduro de Venezuela (1,1%) y Gustavo Petro de Colombia (3,5%) son los líderes que se ven en menor medida como referentes políticos para Chile.
El subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, Gonzalo Valdés, afirmó que el estudio evidencia que “la estrategia de voto de las personas es diferente para cada autoridad. A las autoridades ejecutivas se les exige más gestión, y a las legislativas, honestidad. Quizás por lo mismo, el grado de adhesión y conocimiento relativo entre un candidato y un partido cambia en función del cargo. Así, es atractivo para los parlamentarios crear Pymes políticas en vez de mantenerse en partidos, y para los alcaldes tiene bajos costos desligarse de los partidos. La reforma al sistema político debe corregir estos incentivos perversos”.
Complementando lo anterior, Gonzalo Valdés argumenta que la encuesta “también muestra que el votante independiente que ha votado por ambas tendencias políticas tiene intereses distintos al resto de la población: le importa más terminar con la corrupción y el narcotráfico y valora en mayor medida la honestidad en un presidente. Como finalmente este votante es el que decide las elecciones, será clave que los candidatos a la presidencia incorporen en su programa un capítulo especial sobre corrupción interna”.
La muestra del estudio fue de 3.237 encuestas obtenidas en base a formularios autoadministrados a través de un panel online representativo a nivel nacional, con un margen de error de 5,91%.
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