14 Junio 2022

Sello Investigación| Dr. Cristian Álvarez: “Se puede normalizar la hipertensión por medio de ciertos programas de ejercicio»

El académico plantea que el ejercicio es capaz de normalizar los índices de glicemia y de presión alta en personas con diabetes e hipertensión. Este año pretende alcanzar sustantivos avances en su investigación apuntando a contribuir a los indicadores de salud regional.

¿Cómo influye el ejercicio intermitente de alta intensidad, el HIIT como comúnmente se le denomina, en enfermedades como la hipertensión y la diabetes? Ese ha sido el foco de las investigaciones del doctor en Ciencias de la Salud, Cristian Álvarez. El académico se unió este año a la Facultad de Ciencias de la Rehabilitación de Unab y que ha desarrollado este trabajo por 12 años.

Esta metodología de ejercicio tiene que ver con cómo pacientes pueden restaurar sus niveles de presión arterial y diabetes por medio de programas del ejercicio físico guiado por un especialista, y regulado en el tiempo con una dosis que incluye cierta intensidad, volumen, frecuencia, y densidad (duración de las pausas de recuperación), y en atingencia a las características de las patologías asociadas.

“Se puede normalizar la hipertensión por medio de ciertos programas de ejercicio. No con cualquiera, sino con los que son controlados, orientados y guiados con el paciente. Las personas desde hipertensión progresan al estado de prehipertensión y luego al estado de normotensión, es decir, son personas normales”, sostuvo el docente.

Personas activas

Para Álvarez, las personas que padecen estas enfermedades son la gran mayoría de quienes no realizan ejercicio con frecuencia: “Pueden tenerlas las personas que son físicamente inactivas, es decir las personas que no realizan actividad física diaria o que no cumplen con las recomendaciones internacionales de actividad física. Esto es cumplir con al menos 150 minutos de actividad baja a moderada por semana o 75 minutos de actividad física vigorosa».

Todas las personas que no alcancen esa cantidad son consideradas técnicamente como físicamente inactivas, esta calificación se relaciona estrechamente con la hipertensión, y además ha sido mencionada como la cuarta principal causa de mortalidad en todo el mundo.

Con la diabetes ocurre lo mismo, ya que con este tipo de ejercicios “una cantidad importante de pacientes es capaz de normalizar sus niveles de glicemia, sobre todo en los primeros 10 años de la enfermedad, es decir, cuando no hay retinopatías, o nefropatías o mayores complicaciones vasculares”, detalló el investigador.

Ejercicios HIIT

Álvarez se interesó por este tema trabajando 8 años en un centro de salud pública, dirigiendo programas de ejercicios con estos pacientes, en la atención primaria de la salud, “y ahí descubrimos que con el suministro de cortos periodos de ejercicio de algunos segundos, pero de intensidad vigorosa, y otorgando siempre pausas de descanso posterior a cada intervalo, los pacientes no solo reducen sus niveles de glicemia y de presión arterial, sino que los beneficios son tales que se cambia el perfil clínico de hipertensión a prehipertensión y luego a presión arterial normal”, o desde diabetes a prediabetes, y una importante cantidad incluso a normoglicemia.

Álvarez ha desarrollado más de 100 publicaciones científicas sobre este tema, donde detalla los beneficios sobre el ejercicio HIIT (por sus siglas en inglés, High Intensity Interval Training), o ejercicios de fuerza también, sobre ambas patologías.

“El HIIT es amigable para este tipo de personas, ya que va intercalado siempre con descansos. Estos programas se pueden desarrollar en una sala de ejercicio guiados por un profesional del ejercicio, siguiendo un continuo monitoreo sesión por sesión de los parámetros de las personas, y van usualmente desde las 4 a las 20 semanas de duración”, detalló.

Agregó que siguió trabajando en esto “porque hay mucha gente enferma. La diabetes hace sufrir a la persona que la padece, pero también a su núcleo familiar en el proceso, sobre todo cuando hay amputaciones, o la muerte. Son enfermedades en donde es interesante aportar con investigar y tratar de contribuir en las ciencias del ejercicio físico que nuestra facultad se interesa por potenciar en diferentes instancias como la investigación, pero también desde el pre-grado y post grado en nuestros estudiantes de la facultad”.

Rehabilitación

Y es que precisó que “en Ciencias de la Rehabilitación nos interesa justamente tratar de alcanzar el concepto de la rehabilitación y el ejercicio físico, como parte de las estrategias no farmacológicas y del movimiento humano, juega un rol fundamental en mejorar las enfermedades mal llamadas crónicas. La sociedad chilena está estigmatizada con que estas son enfermedades para toda la vida y no es así, sino que están supeditadas a un cambio de estilo de vida, pero siguen consumiendo el no moverse diariamente, el usar auto para todo, el ingerir alimento sin gastarlo, entones vamos a seguir obteniendo los mismos resultados”, precisó el académico, quien también resaltó en que estas enfermedades, contrariamente a lo que se cree, no siempre son heredables.

El académico insistió en que se debe difundir los beneficios del ejercicio físico con mayor ahínco, y ahí debe influir el Estado para incentivar la práctica de ejercicio en la población chilena, facilitar más espacios para su práctica, y mejorar las posibilidades para el transporte activo de la población.

“Por ejemplo, en las garantías GES se asegura una canasta de prestaciones, atenciones, medicamentos y exámenes, pero no asegura acceso universal a un programa de ejercicio físico guiado y la posibilidad de acceder a un programa de cambio de estilo de vida donde las personas deberían poder tener capacidad de elección, no solo en base a lo farmacológico, sino con un cambio de estilo de vida. El sistema de salud debería también asegurar el acceso universal a un programa de ejercicio físico y ofrecer oportunidades reales para el cambio de estilo de vida de las personas.

Por eso, agregó que hay que tomar consciencia de los beneficios de hacer ejercicio y heredar estos hábitos a la familia: evitar el uso excesivo de pantallas e incrementar los niveles de actividad física en toda la familia, desde los niños hasta los adultos mayores”.

Escrito por Tania Merino Macchiavello