Seleccionados del Fondo Apoyo al Emprendimiento Innovador 2024 defendieron sus proyectos en la segunda Feria del Endowment UNAB
Los creadores de los 40 emprendimientos seleccionados en julio pasado tuvieron un proceso de acompañamiento, de cara a esta segunda etapa, que culminó con la presentación de sus proyectos ante un jurado. Los diez finalistas, que se conocerán en diciembre, viajarán a una inmersión internacional en Estados Unidos, recibirán un monto para financiamiento y un cupo al programa de incubación del Hub de Negocios Sostenibles UNAB.
Estaban nerviosos y a la vez muy entusiasmados de poder resumir en breves minutos los detalles de sus emprendimientos frente a un grupo de connotados jueces. Así fue como cada una de las 40 iniciativas seleccionadas en el marco del Fondo Apoyo al Emprendimiento 2024 del Endowment UNAB fueron defendidas por estudiantes y Alumni UNAB, con el objetivo de convertirse en uno de los diez proyectos ganadores de este año, cuyos resultados se conocerán durante la primera semana de diciembre.
El Fondo de Apoyo al Emprendimiento Innovador es una iniciativa del Endowment UNAB, la cual es diseñada especialmente para empoderar a jóvenes agentes de cambio, brindándoles una experiencia transformadora que les permitirá aportar de manera significativa a la sociedad.
Tal como explicó la Vicerrectora de Investigación y Doctorado UNAB, Carolina Torrealba, “Lo que a nosotros nos moviliza es poder apoyar a todos nuestros estudiantes o graduados que tienen esas ganas de cambiar, esa capacidad inquisitiva de mirar su entorno, de estar inconforme con ese entorno, pero no quedarse en esa inconformidad, sino que transformarla en una solución con las herramientas que han aprendido en la universidad”.
Durante la actividad, los expositores presentaron sus proyectos en formato pitch de cinco minutos ante el jurado.
“Como resultado de esta feria, se va a definir a diez proyectos ganadores, quienes por una parte van a tener como premio dos millones y medio de pesos cada uno, a modo de beca; la posibilidad de tener una inmersión internacional con todos los gastos pagados en Estados Unidos – a finales de febrero del 2025- y además, un cupo directo para participar en un programa de incubación a través del Hub de Negocios Sostenibles de la Universidad”. explicó el jefe de Innovación y Emprendimiento en la Vicerrectoría de Investigación y Doctorado, Diego Rivera.
Cabe recordar que para este proceso se presentaron más de 300 postulaciones y solo 40 lograron sortear la primera etapa, en julio pasado, donde la Sede Santiago obtuvo 26 proyectos seleccionados, seguido por Viña del Mar con 9 y Concepción con 5, logrando una representación transversal de todas las facultades de la UNAB. De ellos, 26 son estudiantes de pregrado y 14 son egresados.
Un jurado de primera categoría
Al igual que el año pasado, esta edición contó con un jurado conformado por destacadas figuras del ecosistema de la innovación, entre ellos, Dominique Chauveau, directora de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Vicerrectoría de Investigación y Doctorado UNAB; Paula Bengolea, directora de Estrategia y Sostenibilidad del Foro Innovación (a cargo del Premio Nacional de Innovación Avonni); Manuel Fernández, editor de Innovación de El Mercurio; Ignacio Merino, director ejecutivo de HubTec Chile y Nicolás Uranga, director ejecutivo de Emprende Tu Mente, entidad que organiza el EtMday, el evento más grande de networking en Latinoamérica.
Para Paula Bengolea, de Foro Innovación, su participación fue una gran oportunidad: “Nos hemos dado cuenta, a lo largo de los años, que los proyectos que son apoyados por los equipos de las universidades son, generalmente, más sólidos. (…) Creo que eso es un motor, un impulso de innovación enorme”.
Por su parte, Manuel Fernández de El Mercurio, quien por segunda vez formó parte de los jueces, afirmó que: “Se ve una evolución realmente notable de los proyectos, el nivel con que llegan es súper parejo y profundo; algunas propuestas cuentan con un nivel de investigación de I+ D muy sólido”.
Asimismo, Fernández destacó el trabajo mancomunado de profesores y estudiantes de distintas sedes y disciplinas enfocados en un mismo proyecto, logrando una forma de hacer las cosas “realmente vanguardista para la educación superior”, agregó.
El acompañamiento institucional como factor clave para el éxito
Las iniciativas que se presentaron dieron cuenta de la diversidad presente en la UNAB que abarcan desarrollos en temas como la inclusión, el bienestar de personas mayores, la salud, el cuidado del medio ambiente, la protección de mascotas, la reutilización de desechos industriales, la creación de productos biodegradables y la utilización de herramientas tecnológicas en los negocios, entre otros.
Sin embargo, el factor más destacado por los participantes fue el acompañamiento realizado por la Universidad Andrés Bello, factor clave en el éxito de sus iniciativas.
Jéssica Pizarro, egresada de biología marina, está desarrollando un papel film para proteger y mantener frescos los alimentos en base a algas marinas, cuyo propósito es disminuir el uso de plásticos desechables y aprovechar el material biodegradable como fertilizante en las plantas domésticas.
Con respecto al respaldo recibido durante estos meses Pizarro destacó que “Ha sido muy bueno, me han apoyado con mentorías, con la feria nacional del EtMday, también con reuniones para poder avanzar en mi proyecto, en las problemáticas, las consecuencias y la solución”.
En el caso de José del Solar, alumno de Ingeniería en Biotecnología Sede Viña del Mar y creador de “BYBUG”, busca reducir los costos de fabricación de fármacos de última generación de origen biológico, creando larvas de insectos genéticamente reprogramados para producir proteínas especiales que se introducen en los alimentos de animales de crianza masiva, como pollos, cerdos, salmones o moluscos.
“La universidad me viene acompañando hace rato. Yo me gané una beca para ser un diplomado en creación de negocios, un concurso de fondos para desarrollar proyectos, además de un permanente acompañamiento, como el de la Oficina de Transferencia Tecnológica”, comentó del Solar.
Para Felipe Laville y José Luis Soto, alumnos de Ingeniería en Física, el apoyo de la casa de estudios ha sido fundamental en el desarrollo de “POWER”, un cargador portátil de celulares que no requiere estar conectado a una fuente de electricidad, pues la genera por sí mismo.
“Hemos tenido diversas clases, mentorías y tutorías de parte de varios profesores y expertos en el tema, entonces han ayudado harto a poder pulir el proyecto, ir sacando cosas que a lo mejor no eran tan útiles e ir orientando las ideas para que el dispositivo fuera más eficiente”, señaló Felipe.
Igualmente agradecidos con el respaldo UNAB se mostraron Catalina Bustamante, estudiante de Terapia Ocupacional y Trinidad Salinas, alumna de Psicología, quienes están desarrollando “CATTLEYA”, un prototipo de máquina expendedora de productos de higiene menstrual y Renzo Larenas, de Ingeniería Civil Informática, quien a través de su proyecto de aplicación “AUDIME”, pretende que las personas sordas puedan aprender a hablar gracias al uso de inteligencia artificial y otras herramientas tecnológicas.
Ya sea desarrollando una App para encontrar mascotas extraviadas (MY PET), o para que las personas mayores no se sientan solas y puedan armar redes virtuales con sus pares (CONEXIA), o la fabricación de láminas linguales para conciliar el sueño (SLEEP LEAF), todas las ideas tienen algo en común: resolver problemas reales y mejorar la calidad de vida de las personas, basados en los conocimientos adquiridos en la universidad.
Y para eso está el Fondo Apoyo al Emprendimiento Innovador, que es parte del Endowment UNAB, un fondo de reserva patrimonial creado por la Universidad en 2022, que busca proyectar la misión de esta en el largo plazo y que ha entregado alrededor de dos mil becas a estudiantes.