Ropa de verano| 4 consejos para elegir ropa y disfrutar de un verano más liviano

Chile está viviendo nuevamente una ola de calor durante el verano 2024. Las temperaturas son tales que se declaró una alerta roja en la región Metropolitana a fines de enero por temperaturas que irán desde los 34°C a los 38°C.

Y si bien la playa, los ríos y los lagos ayudan a escapar un poco del calor del verano, el cemento de las urbes parece hacer todo lo contrario, elevando aún más los termómetros. Para hacer frente a esta realidad el diseñador de moda, Braulio Vera, quien además es profesor de la carrera de Diseño de Vestuario y Textil de la U. Andrés Bello, propone elegir con cuidado las prendas que nos van a acompañar durante lo que queda de la estación del sol.

Para eso entrega los siguientes consejos:

1. Prefiere las prendas holgadas y los colores claros

En general es más cómodo y apropiado para el calor usar prendas holgadas, explica Vera, principalmente porque permiten el paso del aire y evitan que se acumule el calor. Otra buena idea es evitar los colores oscuros, los cuales absorben mayor luz y por ende calor.

2. Elige telas transpirables y naturales

En los climas cálidos se suda mucho por lo que las telas transpirables son ideales para dejar pasar el calor que transmite el cuerpo de la mejor manera posible.  En esa línea los tejidos naturales como el algodón son ideales, porque absorben la humedad y expulsa el calor corporal.

Otra fibra y tejido natural es el lino, un tejido clásico para trajes de verano y vestidos holgados o tipo playeros.

Braulio cuenta que esta “es una fibra de origen natural, utilizado desde el antiguo Egipto. Como propiedades más destacadas, aísla del calor, absorbe la humedad, seca muy rápido es muy cómodo” eso sí, tiene su complejidad a la hora de usarlo porque se arruga mucho, “es por eso que se suele usar en eventos informales”.

Otra gran tela es la seda, un tejido natural producido por las larvas de las mariposas que absorbe la humedad y regula la temperatura corporal, es decir, en verano aporta frío y en invierno calor. Posee un tacto suave, buena caída y un acabado semi brillante, es el tejido más elegante por excelencia, por también se arruga, “aunque no tanto como el lino” aclara el diseñador.

También está el cáñamo que, últimamente, está cobrando mucho peso y ya se está convirtiendo en un gran +protagonista de los tejidos del verano. Es muy similar al lino, aunque se arruga menos. Posee capacidad térmica, como la seda y también absorbe la humedad. Es habitual encontrarlo mezclado con el algodón, para aportar suavidad, ya que el cáñamo es más áspero y tosco, recordando a la «tela de saco».

3. Evita los tejidos sintéticos

“Es sabido que los tejidos sintéticos son enemigos del calor” aclara Vera quien explica que en esta categoría el peor de todos es el nylon, “es un tejido demasiado grueso y la tela menos transpirable de todas. Además, al ser tan ajustada, resulta demasiado incómoda para llevar en altas temperaturas”.

Otra tela que no se recomienda es el Denim grueso, a diferencia de la mezclilla hecha con algodón que, al ser más liviana, si sirve para esta temporada.

Están, además, aquellos tejidos que visualmente nos engañan, pareciendo muy “frescos” como el caso del raso, una mezcla entre seda y algodón que por un lado mantiene el brillo de la seda, pero no su capacidad de disipar el calor. “Aunque por separado estos dos tejidos son perfectos para el verano, su fusión crea una tela mucho más gruesa y menos transpirable, por lo tanto, no es ideal para soportar las altas temperaturas” comenta el diseñador.

Otra de las “engañosas” es la “tela plana Viscosa Rayón Texturizada Thai” o efecto Lino, que no es nada más que rayón simulando ser lino lo cual es aparentemente fresco sin embargo puede provocar calor.

En estos últimos casos leer la etiqueta y ver los porcentajes de telas que dan vida a una prenda es fundamental.

4. Sostenibilidad y tecnología como aliados frente al calor

“La nanotecnología se está aplicando para crear fibras combinadas para mejorar su rendimiento. Agregar partículas a nano escala a la mezcla de fibras puede mejorar propiedades como el control de la humedad, la protección UV y los efectos antimicrobianos”, cuenta el docente UNAB.

Otro avance significativo son las fibras biodegradables, “a medida que los consumidores se vuelven más conscientes del medio ambiente, existe una demanda creciente de fibras biodegradables que se descomponen naturalmente sin dañar el medio ambiente. Las mezclas que incluyen materiales como el bambú, el cáñamo y el lino son cada vez más comunes, ya que estas fibras son renovables, biodegradables y requieren menos recursos para su producción”.

En ese sentido un gran trabajo y acierto textil radica en la fibra de la piña ( www.ananas-anam.com) que se usa en prendas y está hecha de fibra de las hojas residuales de la planta de la piña. Estas hojas son un subproducto de la cosecha de piña existente, por lo que la materia prima no requiere recursos ambientales adicionales para su producción.