11 Marzo 2024

Rodrigo Rojas, oro en Panamericanos Santiago 2023: “El orgullo que siento por la UNAB es tremendo”

A sus 33 años, Rodrigo Rojas, kinesiólogo titulado en 2016 en la U. Andrés Bello, habla de sus próximas metas en lo deportivo y en lo personal.

IDDB                         UNAB es deporte

Rodrigo Rojas, campeón Panamericano Santiago 2023 y kinesiólogo de la U. Andrés Bello, es categórico en su cuenta de Facebook para expresar el gran sentimiento que tiene por Chile. “Es un orgullo para mi decir que soy chileno cuando viajo habitualmente por países lejanos y extraños en el mapa, me siento muy feliz de decir que soy nacido en aquella franja angosta en la esquina del mundo (…) este ha sido uno de los principales motivos por los cuales elegí este estilo de vida..”, es parte del mensaje que escribió el deportista como respuesta a un estudio publicado en La Tercera sobre el orgullo de ser chileno.

Tras su impecable medalla de oro en los Juegos Panamericanos de 2023, mejorando la presea de bronce que había conseguido cuatro años antes en los Panamericanos de Lima 2019, la vida ha corrido rápido para este deportista.

Rodrigo-Rojas

Rojas ya parte a Turquía para el primer evento del año del circuito mundial y “de ahí se vienen puras competencias a nivel nacional e internacional de este semestre”, dice. Y en lo personal, se casó (con la periodista Natalia Mandiola) y será padre.

¿Qué se viene en el plano competitivo?

El plano competitivo estamos compitiendo, o sea, estamos empezando el año esta semana, ya partimos a Turquía en el primer evento del año del circuito mundial y de ahí se vienen puras competencias a nivel nacional e internacional. Entre medio hay dos fechas más del circuito mundial, el campeonato Panamericano, campeonato nacional y un tope interno de la selección.

¿Cuáles son las metas para el primer semestre?

La meta en el primer semestre es poder seguir “medallando” en la mayor cantidad de fechas del circuito mundial. El año pasado pude hacer una final afortunadamente y la idea es poder seguir en esa senda, de estar presentes en el podio a nivel mundial y, por supuesto, a nivel Panamericano, seguir presente en lo más alto.

En lo personal, serás papá ¿Cómo se complementará este importante rol con el de deportista de elite?

¡Uf.. sí, se viene una gran tarea, eh! Creo que voy a tener que ir descubriendo cómo compatibilizar el tema de ser padre y seguir compitiendo a nivel elite. Es algo que voy a tener que ir viendo junto con mi pareja. Por supuesto, tengo todo el apoyo de ella.

Esto es igual que en el alto rendimiento, un trabajo en equipo. Estoy convencido que todo va a salir bien, simplemente, hay que adaptarse y ser resiliente para poder seguir. Teniendo metas en lo personal y, obviamente, también se suma a las metas de familia.

Orgullo de ser chileno y de ser de la UNAB

Rodrigo-Rojas

Dices sentirte orgulloso de ser chileno ¿Te sientes orgulloso de haber estudiado en la UNAB?

El orgullo que siento por la UNAB es tremendo. Soy muy agradecido de la posibilidad que me dio la UNAB de poder estudiar y, sobre todo, darme la posibilidad de poder estudiar, entrenar y permanecer en el alto rendimiento.

Esto es algo que no es fácil de encontrar en una Universidad, que te dé esas facilidades para poder ir desarrollándote como competidor, como persona y, además, en la parte académica. Anteriormente, tuve malas experiencias, pero llegué a la UNAB y fui recibido de la mejor manera, así que por supuesto que no puedo estar más orgulloso de la escuela de la que salí.

¿Qué ha significado para ti ser un kinesiólogo UNAB?

La verdad es que como aún sigo muy activo en el alto rendimiento, no he podido ejercer al ciento por ciento, pero siempre he estado atento a poder seguirme actualizando y especializando en la parte quinésica. En ese aspecto, también siempre he podido dar apoyo a mis compañeros en viajes y en oportunidades donde no tenemos la posibilidad de tener kinesiólogos presentes, por lo que, por supuesto, que ha sido de gran ayuda, no solamente para mí, sino que para mi equipo completo.

 

Escrito por Sonia Tamayo