13 Septiembre 2023

VOZ DEL EXPERTO | 18 de septiembre: una fiesta de residuos – Consejos para evitarlos

El académico de la Escuela de Ciencias Ambientales y Sustentabilidad y del Centro de Investigación para la Sustentabilidad de U. Andrés Bello, Dr. Iván Franchi, advierte sobre la preocupante generación de basura que se acumula en Fiestas Patrias, y entrega consejos para evitarla.

UNAB Sostenible

 

 

 

 

 

Las Fiestas Patrias son, sin duda, una de las celebraciones más esperadas por los chilenos. Momentos para compartir en familia o con amigos, nacionalismo y muchas actividades donde la diversión es lo principal, es lo que caracteriza a festejos que duran varios días y que, al mismo tiempo, incluyen elementos que, si bien en nuestra sociedad siempre están presentes, en estas fechas crecen, aumentando la presión sobre el medio ambiente: el alto consumo y la generación de residuos.

En ese sentido, el uso y abuso del plástico -protagonista en todo evento y celebración social- aporta de forma significativa al problema, así como a la suma total de basura que, en estas festividades, y según estimaciones de Greenpeace, alcanzaba ya en 2019 los 32 kilos por hogar, y los 8 kilos por persona.

Residuos 18 de septiembre

Al respecto, y según el académico de la Escuela de Ciencias Ambientales y Sustentabilidad y del Centro de Investigación para la Sustentabilidad de U. Andrés Bello, Dr. Iván Franchi, sostiene que, “el sobreconsumo es una realidad más allá de las fiestas patrias. Cada año la generación de residuos aumenta, aún más durante los eventos festivos. Esto genera una presión adicional sobre los sistemas logísticos del servicio de aseo y recolección, pero por sobre todo -debido a nuestra baja tasa de recuperación de materiales- en la cantidad de residuos que llegan a rellenos sanitarios y vertederos».

Junto a ello, el investigador de UNAB advierte que “no sólo el plástico es el problema. A ello hay que añadir la gran cantidad de desperdicios de alimentos, que aumentan en estas fiestas en un 30%. Durante estos cuatro días de fiestas es esperable que más de un kilo de residuos por personas sean alimentos en buen estado. Ese kilo se transformará tarde o tempano en gases de efecto invernadero y su consecuente impacto climático».

Las cifras son así alarmantes, sobre todo si se considera que, en este ámbito, hasta la normalidad preocupa. Así lo comprueba el reporte desarrollado por el Ministerio de Medio Ambiente en 2022, en el cual se informó que anualmente se generan poco más de 18 millones de toneladas, siendo un 45% de origen municipal.

Sin embargo, Iván Franchi sostiene que, a pesar del alto consumo, “igualmente podría evitarse el exceso de residuos, si los usuarios, modificaran la conducta de economía lineal, en la cual el ciclo producir-comprar-consumir-tirar, para asumir un de tipo circular, en la cual buena parte de los que finalizan siendo desechos, se reutilizaran o reciclaran”.

Sobre este último aspecto, sin embargo, el académico señala que el reciclaje alcanza un 20%, lo cual significa un alza, la cual se debería seguir incrementando gracias a la Ley REP, más allá de que dicha cifra no se condiga con lo observado en los residuos municipales, donde hasta hace poco sólo no se llegaba al 2% en promedio.

Acciones para unas Fiestas Patrias más limpias y sostenibles

Sin embargo, y a pesar de los preocupantes números, el investigador de UNAB comenta que siempre es posible tomar conciencia “para, a través de acciones simples y cotidianas, evitar la excesiva generación de residuos y su consecuente contaminación, así como disminuir las emisiones”. Algunas de ellas son las siguientes:

No al plástico de un solo uso: utilizar sólo una vez, vasos, bombillas o platos plásticos que luego irán a parar al bote de basura no debería ser una posibilidad. Por lo demás, la Ley 21.368 rechaza esta práctica. Utilice utensilios reutilizables y planifique el lugar donde consumirá alimentos. Si ve que se utiliza plástico de un solo uso, denuncie.

Celebrar sin cotillón también es posible: Los artículos de ornamentación, que por lo general no duran más que una o dos Fiestas Patrias, y que siempre son muchos para una sola celebración, es mejor evitarlos, porque terminan siendo un exceso de basura.

No desperdiciar alimentos: es necesario implementar acciones que ayuden a no desechar alimentos. Compostar es la mejor decisión, pero también hay otras que a veces hacemos en restaurantes pero no en otros hogares: llevarse la comida que uno va a dejar en el plato. No es ningún esfuerzo, para ello, llegar a la celebración con algún envase desde la propia casa Junto a esto, planifique sus comidas y use el ingenio para utilizar los alimentos que quedaron del día anterior.

Comprar lo necesario: el consumo debe tender hacia lo circular, dejando cada vez más de lado el de tipo lineal. Para ello, reducir es fundamental porque eso significa disminuir el consumo. “¿En verdad necesitamos esto?”, debería ser siempre nuestra pregunta antes comprar algo. “¿Acaso no tengo nada en casa algo que pueda usar en lugar de lo que quiero comprarme en la tienda?”, sería otra buena, y necesaria, pregunta.

Separar lo reciclable de los restos de comida: las latas y los papeles no se degradan rápidamente como sí ocurre con los restos de comida. Son dos tipos de residuos muy distintos, y es importante tener clara esa diferencia para no considerar basura lo que puede volver a utilizarse.

El envase no se come: cuando compramos a granel evitamos llevarnos envases a la casa, los que además muchas veces son de plástico, y traen también el riesgo de terminar siendo tirados a la basura.

Comprar cerca de la propia casa: mientras más nos trasladamos, más emisiones generamos. Por eso, entonces, siempre es mejor considerar los negocios cercanos, a los que, en lo posible se pueda ir caminando o en bicicleta.

Reducir el consumo de carne: la cantidad de carne que las personas consumen significa el mayor aporte a emisiones de gases de efecto invernadero de responsabilidad individual. Además, la producción de un kilo de carne genera a su vez 30 kg CO2 y 15 mil litros de agua. Parece ser demasiado.

Evitar el humo: las opciones de la parrilla a gas o eléctrica, para efectos medioambientales, siempre serán más beneficiosas. El combustible utilizado para asar la carne es el factor contaminante por excelencia, más aún si se considera la cantidad de horas en que se está utilizando para mantener el calor. Por lo tanto, es necesario evitar el carbón y, por supuesto, la leña.