Red Hoy | Salud emocional en los animales de compañía: perros y gatos experimentan emociones como estrés, ansiedad o depresión
Francisco Araneda, docente de Medicina Veterinaria de UNAB, sede Concepción, comparte interesantes conceptos sobre aspectos a cuidar en nuestras mascotas.
Cuando tenemos una mascota, nuestro compromiso va más allá de darle buena comida y cuidado físico. Es igual de importante prestar atención a su bienestar emocional. Al igual que los humanos, perros y gatos experimentan una variedad de emociones como estrés, ansiedad o depresión.
Estos sentimientos pueden surgir por cambios en su entorno, la llegada de un nuevo miembro a la familia o la pérdida de un compañero.
Si no se gestionan adecuadamente, estos trastornos pueden afectar su calidad de vida, reflejándose en comportamientos inusuales o problemas de salud física.
Las señales de estrés o inestabilidad emocional en nuestras mascotas pueden manifestarse de muchas formas, aunque a menudo no las identificamos a tiempo.
Perros y gatos: trastornos
Uno de los primeros aspectos a considerar es el apetito. Si una mascota pierde el interés por la comida o, por el contrario, comienza a comer en exceso, podría estar experimentando un trastorno emocional.
Las alteraciones en el sueño, como insomnio o somnolencia excesiva, también indican malestar. Al igual que los humanos, las mascotas necesitan descansar para mantener su equilibrio emocional.
El comportamiento agresivo, como morder o gruñir sin razón aparente, es otro signo común de desequilibrio emocional.
Las mascotas que se sienten amenazadas o ansiosas pueden reaccionar de manera impulsiva, afectando su bienestar y sus interacciones.
Además, cambios en la socialización, como el retraimiento o la falta de interés en interactuar con personas o animales, pueden ser reflejo de ansiedad o depresión.
Es igualmente importante observar dificultades para aprender o seguir órdenes, ya que una mascota que antes respondía a comandos puede ahora parecer desinteresada o incapaz de comprenderlos debido al estrés.
Los comportamientos compulsivos, como lamerse en exceso o perseguir la cola, también pueden ser manifestaciones de malestar emocional.
Las vocalizaciones excesivas, como gemidos, ladridos o llantos inusuales, son otra forma de comunicación que no debe ser ignorada, ya que indican que el animal está experimentando incomodidad o angustia.