15 Abril 2025

Red de Educación Superior Inclusiva (RESI) Biobío trazó su hoja de ruta para este 2025

Sandra Urra, directora del directorio de la entidad y académica de la Escuela de Educación y Ciencias Sociales UNAB, sede Concepción, comentó que se trabajó en conocer las orientaciones para la inclusión de estudiantes autistas en educación superior.

Con la presencia de la coordinadora regional de Educación Superior de la seremi de Educación, Paula Torres, y la directora regional del Senadis, Paulina Fuentes, se realizó la primera reunión 2025 de la Red de Educación Superior Inclusiva (RESI) Biobío.

Se definieron los lineamientos en los que trabajarán para las personas en situación de discapacidad en Educación Superior: en universidades, centros de formación técnica e institutos profesionales.

Sandra Urra, directora del directorio de RESI Biobío, y académica UNAB,RESI sede Concepción, precisó que en esta instancia se trabajó en conocer las orientaciones para la inclusión de estudiantes autistas en educación superior.

Estas fueron recientemente dadas a conocer por el ministerio y vienen a fortalecer la ley TEA, promulgada en 2023.

A la jornada asistieron representantes de las universidades del Biobío, UdeC, UCSC, USM, Santo Tomás, UDLA y UNAB.

Además, el CFT Lota Arauco, Inacap e Instituto y Centro de Formación Técnica Santo Tomás.

Ajustes razonables

“Esta jornada nos dejó más claras las dudas que teníamos en términos de funcionamiento e implementación de estas orientaciones”, precisó la académica.

Recordó que estas se refieren a ajustes normativos a protocolos y procedimientos; capacitación al personal administrativo y docente; ajustes necesarios; vinculación, redes y participación.

Desarrollo de producciones científicas ligadas a la inclusión educativa de personas en situación de discapacidad y personas autistas, entre otros.

La UNAB ya lleva trabajo avanzado, ya que desde fines de 2024 está publicada la guía para realizar ajustes razonables para estudiantes del espectro autista.

«Los que van en concordancia con estas orientaciones, entonces esto asegura estos procesos inclusivos respetuosos para ellos», dijo.

Solo en la sede UNAB Concepción, 61 alumnos declaran pertenecer al espectro autista, “pero hay que recordar que no tienen obligación de hacerlo, a no ser que quieran ser sujeto de derecho de la ley”, aclaró Urra.

La ley en la práctica

Sandra Urra comentó que en la UNAB los ajustes razonables para personas neurodivergentes “son una realidad para nosotros porque la inclusión en Educación Superior ya no puede pasar por voluntades, porque está mencionada en las leyes de Educación Superior y TEA, entre otras”.

Detalló que estos son las modificaciones que se realizan para permitir el acceso, la participación y aprendizaje de las personas autistas, pero que no van en desmedro de los objetivos formativos.

“Tienen que ver con tiempo, estructura, espacio, y organización», afirmó.

«Por ejemplo, tener más tiempo para evaluaciones, rendirlas de manera individual, permitir el uso de soporte tecnológico para participar, interactuar o responder», expresó.

Además, «eliminar distractores dentro de la sala, y entregar planificación previa a los estudiantes”, puntualizó.

Para esto, Urra expresó que se trabaja con los equipos para que los profesores tengan esa información, ya que la educación superior muchas veces representa dificultades para las personas con autismo.

Trabajo para 2025

Como hoja de ruta, este año, la RESI pretende generar un documento propio de orientaciones para los ajustes razonables. “Queremos tener una guía para todos y todas desde la experiencia de algunas instituciones», sostuvo Urra.

Además, pretenden potenciar a las instituciones que están lejos de Concepción y fortalecer a los centros de formación técnica y los institutos profesionales.

«Para que puedan formar sus unidades de inclusión para recibir estudiantes neurodivergentes”, finalizó.