Radio Bío Bío | La creciente exposición de jóvenes a las apuestas online
El académico de Psicología de la Universidad Andrés Bello, Pablo Johnson, analizó la preocupante normalización del juego en línea entre adolescentes y advirtió sobre los riesgos emocionales y familiares asociados a esta práctica.
La ludopatía dejó de ser un problema exclusivo de los adultos. Así lo señaló el académico de Psicología de la Universidad Andrés Bello e investigador de la Clínica de Atención Psicológica UNAB, Pablo Johnson, durante una conversación en el programa Expreso PM de Radio Bío Bío, donde abordó los resultados del estudio Pantallas que Atrapan, que reveló la temprana exposición de niños y adolescentes a las plataformas digitales de apuestas.
“Cualquier menor de edad no debería estar apostando en ningún tipo de espacio. El problema es que estas plataformas no están reguladas, lo que abre una puerta preocupante al juego problemático y a la pérdida de control”, advirtió Johnson, quien destacó que este fenómeno se relaciona con el aumento del uso de pantallas y la falta de mediación adulta.
El académico explicó que la ludopatía es una forma de adicción sin sustancias que puede generar consecuencias similares a las de otros trastornos de dependencia, como la pérdida de control, la abstinencia y el deterioro funcional. En los jóvenes, estas conductas pueden traducirse en bajo rendimiento escolar, conflictos familiares y síntomas de irritabilidad o angustia cuando no pueden acceder al juego.

El docente también enfatizó que la velocidad del desarrollo tecnológico ha superado la capacidad de los adultos para regular los entornos digitales de sus hijos. “Los padres muchas veces no cuentan con las herramientas para controlar el consumo digital y acompañar a sus hijos en el uso responsable de estos espacios”, señaló. Agregó que, además de la falta de regulación, la exposición a la publicidad de apuestas en redes sociales y en contextos deportivos aumenta el riesgo de contacto temprano con estas plataformas.
Entre sus recomendaciones, el psicólogo sugirió utilizar herramientas de control parental, establecer horarios de uso de dispositivos y monitorear los accesos a dinero o transacciones digitales. Asimismo, llamó a los adultos a “mirar más allá del comportamiento” y reconocer que, en algunos casos, el juego puede ser una forma de evadir ansiedad, estrés o malestar emocional.
“El juego puede transformarse en un modo de soportar ciertas sensaciones difíciles o estados anímicos. Por eso, es clave que los padres no solo regulen el uso, sino que también atiendan el bienestar emocional de sus hijos”, concluyó.
Escucha la entrevista completa aquí:
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