13 Noviembre 2025

Proyecto Míra-me UNAB: Más de una década transformando la vida de mujeres con cáncer de mama

Desde una sala de espera oncológica hasta un programa multidisciplinario que ha impactado a más de mil mujeres en Chile y el extranjero, “Míra-me” es una iniciativa de la Universidad Andrés Bello que demuestra cómo la empatía puede convertirse en acción transformadora. Este proyecto interdisciplinario dirigido a mujeres con cáncer de mama finalizó su ciclo anual.

El Proyecto «Míra-me» de la Universidad Andrés Bello (UNAB) nació en 2014 a partir de una experiencia personal en una sala de espera oncológica, donde se observó la necesidad de apoyo emocional y social que enfrentan las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama, más allá de la atención médica.

Lo que comenzó como una jornada de maquillaje y conversación entre 35 mujeres, se transformó en un programa multidisciplinario que involucra a diez carreras de la UNAB: Kinesiología, Nutrición y Dietética, Obstetricia, Enfermería, Terapia Ocupacional, Fonoaudiología, Tecnología Médica, Odontología, Educación Parvularia y Química y Farmacia, que se articulan para ofrecer talleres educativos, instancias de autocuidado y acompañamiento emocional, todo basado en un diagnóstico participativo que pone a las pacientes en el centro.

“Gracias a esta articulación académica, Míra-me ofrece a las pacientes no solo instancias de autocuidado como masoterapia, manicure, maquillaje y uso de turbantes, sino también talleres educativos que surgen de un diagnóstico participativo. De este modo, las mismas mujeres plantean los temas de interés, y los estudiantes, con apoyo de docentes, los desarrollan como parte de su formación universitaria”, cuenta Marcela Uribe, coordinadora nacional de proyecto y académica de la Escuela de Kinesiología de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar.

A lo largo de más de una década, «Míra-me» ha acompañado a más de mil mujeres en Santiago, Concepción y Viña del Mar, generando una red de apoyo que fortalece la autoestima, la resiliencia y el bienestar emocional. Asimismo, ha impactado a once generaciones de estudiantes, quienes encuentran en este proyecto una experiencia formativa única que les permite desarrollar sensibilidad clínica, empatía y una visión más humana de la salud.

Este último semestre se desarrolló un diagnóstico participativo en conjunto con otras organizaciones lo que permitió identificar necesidades prioritarias de salud física, emocional y social, cerrando el 2025 con una serie de actividades.

Sede Santiago

Específicamente en la sede de Santiago se involucraron las carreras de Kinesiología, junto a Nutrición y Dietética, Fonoaudiología y Terapia Ocupacional, desarrolló durante el semestre un diagnóstico participativo en conjunto con la organización Mujeres por un Lazo, lo que permitió identificar necesidades prioritarias de salud física, emocional y social.

El coordinador del programa en sede Santiago, Juan Ignacio de la Fuente, releva la proyección institucional de la iniciativa. “Esta intervención robusteció el trabajo interdisciplinario y articuló docencia con necesidades reales de la comunidad, favoreciendo el bienestar físico, emocional y social de las participante», dice.

Sobre esta base, proyectamos dar continuidad en 2026, ampliando cobertura y fortaleciendo modelos formativos vinculados a los estándares de calidad exigidos por la CNA y a la mejora continua en nuestra institución.

Viña del Mar

Por su parte en Viña del Mar, el cierre estuvo liderado por la académica y directora del programa, Marcela Uribe, quien destacó los once años ininterrumpidos de ejecución del “Míra-me” en dicha sede.

La jornada convocó a 70 mujeres en actividades guiadas por estudiantes y docentes de carreras del área de la salud y la educación, incluyendo yoga, masoterapia, estilismo, maquillaje terapéutico, cuidados podológicos y un café concert artístico.

Todos los años se espera el Míra-me. Este encuentro es el cierre de un trabajo que se sostiene todo el año con talleres socioeducativos y acompañamiento. Nació desde la mirada humana hacia el impacto emocional del tratamiento oncológico y hoy se ha consolidado como un espacio de disfrute, apoyo y reconocimiento.

El programa anunció su continuidad para 2026, con el objetivo de ampliar su alcance territorial, fortalecer alianzas con organizaciones de salud y profundizar su enfoque de bienestar integral desde la docencia, la vinculación con el medio y la formación con propósito público.

Concepción

En el caso de Concepción, el cierre de actividades se realizó con 48 mujeres que fueron beneficiadas mediante charlas socioeducativas y cuatro talleres interdisciplinarios, cuyas temáticas surgieron a partir de un diagnóstico participativo, en el que las propias usuarias compartieron sus necesidades e intereses para su proceso de recuperación.

Como es parte de la consigna del programa, los talleres abordaron áreas como el manejo del dolor persistente, la prescripción del ejercicio en casa, manejo de linfedema y el cuidado del piso pélvico.

De la misma manera se realizó la salida a terreno “Conecta con la naturaleza”, donde 11 mujeres participaron en una caminata al Cerro La Virgen, un baño de bosque y un taller de plantas medicinales en el recinto Rebrota, promoviendo el bienestar físico, emocional y la conexión con la naturaleza.

“Con nueve años de trayectoria, Mira- me se consolida como un espacio de encuentro, aprendizaje y esperanza, contribuyendo activamente al bienestar y la calidad de vida de mujeres que enfrentan el cáncer de mama con fortaleza, resiliencia y sentido de comunidad”, indicó Ana Macarena Ramos, coordinador del proyecto en Concepción.