Pequeña de 9 años recibe un marcapasos diafragmático

Un accidente automovilístico, que fue el 25 de diciembre de 2019, en la carretera (Ruta 5 Sur). Desde ahí que no pudo volver a respirar (autónomamente) y quedó conectada a un ventilador mecánico”, cuenta Carlos Farías, desde Concepción, dos horas después de la operación de su hija, Victoria, de 9 años.
Era un viaje familiar, de Talca a San Antonio, pero el auto en que se trasladaba la familia (5 personas) cayó a una zanja de regadío cerca del cruce El Tabaco.

«Ella tiene una lesión debido a «Prácticamente fue un milagro que estemos vivos”, dice Carlos. Con el pasar de los días -continúa contando, a Victoria le hicieron una traqueostomia, que es un tubo que le colocan en la garganta para poder respirar.
Tras más de un año de papeleos, trámites judiciales contra una Isapre, rifas, colectas y campañas, este jueves, a las ocho de la mañana, a la niña finalmente se le realizó un procedimiento quirúrgico en que sele instaló un marcapasos diafragmático.
La cirugía, que duró cuatro horas, fue en la Clínica Andes Salud Concepción (ex Clínica Universitaria de Concepción). Luis Medina, neurocirujano del Hospital de los Angeles, presidente del Colegio Médico de la Provincia de Biobío y coordinador del Convenio UNAB-Servicio de Salud Bio-Bio, cuenta que el marcapasos diafragmático es un instrumento muy similar en diseño a lo que es un marcapasos cardiaco. «La idea es que a través de una fuente de poder se estimule eléctricamente el nervio frénico, que es el que produce la estimulación de la contracción del diafragma (músculo que se localiza debajo de los pulmones) para que se produzca la ventilación”. este dispositivo, explica Medina, se debe utilizar cuando la vía que genera espontáneamente la respiración está bloqueada.

Felipe Rivera, médico broncopulmonar de Clínica Dávila, especializado en enfermedades respiratorias, con postgrado en medicina interna en la Universidad de Chile, entrega más datos: “El aparato respiratorio tiene un centro, que es el que da las órdenes para que se muevan los músculos respiratorios, es” pecialmente el diafragma. Esta orden va por unos nervios que van por la médula espinal.
Estos son verdaderos cables eléctricos que llevan la carga eléctrica para que el músculo reciba la orden de contraerse y respirar, ya que el diafragma permite que se produzca un cambio de presión dentro del tórax y entre el aire a los pulmones”. Rivera explica que si este sistema está cortado, no funciona el músculo, por lo tanto el marcapasos cumple la función de dar el disparo eléctrico al diafragma para que se contraiga, remplazando al sistema nervioso. Carlos Farías, papa de la pequeña Victoria, dice que su hija la noche del jueves la pasará en la clínica. “Estará mente hasta el fin de semana en observaciones.
Luego se verá si puede ir a la casa, donde estará con hospitalización domiciliara, con enfermera y terapeuta, mientras dure la rehabilitación”. Si todo sale bien, la niña no dependerá más del ventilador mecánico, será más autónoma. “Victoria se ve bien, pero ha sido difícil”, dice Carlos.
El neurocirujano Luis Medina dice que una cirugía en niños con patologías respiratorias tiene mayor riesgo quirúrgico. «Tienen una capacidad funcional de sus pulmones y de sus músculos intercostales disminuida por el poco uso, porque no están respirando de forma espontánea; son niños que en general están conectados a un mecanismo de asistencia, como un ventilador mecánico”. Antes de cortar el teléfono, desde Concepción, Carlos Farías dice: «Nosotros prometimos que a pesar de lo lamentable que nos pasó, íbamos a ser recontra-contra-contra felices. Esa en nuestra meta, independiente de lo sucedido”.