27 Abril 2020

ORGULLO UNAB | El emotivo relato de un médico en la lucha contra el Coronavirus: “Ha sido un desafío mantener con vida a pacientes”

Ecuatoriano que decidió quedarse en Chile y hoy uno de los médicos que luchan contra el Coronavirus. Egresado del Programa de Especialización en Medicina Intensiva de la Facultad de Medicina de la U. Andrés Bello, el Dr. Daniel Apolo cuenta su experiencia con una de las pandemias más potentes de los últimos 100 años en el mundo.

 

Daniel Lenin Apolo Loayza tiene 39 años, nació en Machala, capital de la provincia El Oro en Ecuador y estudió Medicina en la Universidad Estatal de Cuenca  “por vocación y porque encontré en esta carrera la oportunidad de ayudar a los que más lo necesitan”, reconoce el especialista en Medicina de Urgencias, subespecialista en Medicina Intensiva y Jefe Técnico de la Unidad de Pacientes Críticos (UPC) Médica y UPC Quirúrgica de la Clínica INDISA.

¿Cómo llegó a estudiar en el programa de Especialidad de Medicina Intensiva en la UNAB?
Cuando cursaba la especialidad de Medicina de Urgencias en la UDD, pude incorporarme en mis tiempos libres a un turno de UPC en la clínica INDISA, justo al término de mi pasantía por dicha unidad, eso fue a mediados del 2013. Terminé mi especialidad primaria de medicina de Urgencias en julio del 2015 y un año después me decidí seguir perfeccionando mis conocimientos y técnicas en el manejo del Paciente Crítico, por lo cual llegué a la UNAB para acceder por un cupo dentro de la Especialidad de Medicina Intensiva.

¿Por qué se quedó en Chile?
Inicialmente mi venida a Chile era solo para hacer la especialidad primaria y regresarme. Sin embargo, fue difícil en un inicio acceder a la misma, en ese tiempo no había muchos cupos de Becas para especialidades primarias y hacer una especialidad autofinanciada, era muy costoso. Por lo cual, decidí trabajar durante tres años en atención primaria en un sector rural del Sur de Chile, realizar cursos de capacitación y todo aquello que me otorgara puntaje para poder competir por un cupo de beca. En 2012, finalmente pude acceder a la Beca de Medicina de Urgencias y, al siguiente año, formé una familia maravillosa que hizo que me encantara aún más de este País.  Actualmente, estoy completamente agradecido por lo que en Chile he podido realizar, por lo que lo considero mi segunda Patria.

«Soy de nacionalidad ecuatoriana y tengo a mis padres y hermanos allá y uno nunca sabe si los volverá a ver, más aún por todo lo que está viviendo Ecuador. Sin embargo, la vocación que solo tenemos aquellos que elegimos esta carrera».

¿Qué herramientas le proporcionó este postgrado que hizo en la UNAB para poder enfrentar hoy la lucha que tienes contra el Coronavirus?
Esta pregunta es fundamental, porque el haberme formado en Medicina Intensiva en la UNAB, significó tener de docentes a dos eminencias de la Medicina Intensiva en Chile y a nivel internacional, como el Dr. Vinco Tomicic y el Dr. Sebastián Ugarte, quienes se encargaron no solo de enseñarnos todo lo concerniente a la especialidad, sino también el lado humano de la carrera y, sobre todo, a tener un rol de liderazgo y búsqueda incesante de la información actualizada. Esto ha sido superlativo porque nos ha permitido en la actualidad, gracias al Dr. Sebastián Ugarte, tener información de primera mano de colegas médicos especialistas en el campo de la Medicina Crítica, líderes a nivel internacional,  de lo que estaba sucediendo en países como China, luego Italia y España, por lo que ya desde enero nos empezamos a preparar para el peor escenario.

DrApolo UNAB¿Cómo se preparó en lo emocional y profesional para la llegada de esta pandemia a Chile?
En lo emocional, debo decir que generalmente soy una persona de carácter fuerte y espíritu combatiente, me gustan los desafíos y no desmayo ante las adversidades, y veo en cada situación compleja una oportunidad de aprender algo nuevo. En cuanto a lo profesional, cuando todo esto empezó a finales de diciembre y principios de enero en Wuhan-China, y comenzaron a llegar a occidente los primeros reportes de neumonía viral de agente desconocido, que luego a mediados de enero se identificó en como Nuevo Coronavirus 2019 , con una alta tasa de contagio muy superior al SARS (año 2002) al MERS (año 2012), empecé a evaluar los primeros reportes y los primeros trabajos desarrollados sobre todo por científicos de China, Francia, Italia y EEUU. Especialmente, porque además llevo en mis hombros la responsabilidad de ser Jefe de la UPC Médica y UPC Quirúrgica de la Clínica INDISA, por lo tanto como equipo de paciente crítico iniciamos capacitaciones al personal de UPC, sobre todo, enfocándonos en fortalecer las medidas de prevención de contagio y de tratamiento, teniendo mucha disciplina y constancia en seguir aprendiendo porque muy pronto teníamos que ponerlo en práctica y así sucedió. Finalmente, todas estas acciones determinaron en generar un nivel de confianza y tranquilidad no solo en el personal que me rodea, sino también en uno mismo. El saber que las cosas se realizan con responsabilidad, al final del día te da cierta tranquilidad.

¿Cuáles han sido los momentos más duros que ha tenido que enfrentar en estas semanas producto del coronavirus, en lo personal y profesional?
En lo profesional, sin duda que para mí los momentos más duros fueron en el inicio, cuando empezaron a llegar los primeros pacientes a las dos unidades de las cuales estoy a cargo. A pesar de que me había preparado psicológica y académicamente, siempre quedaba la inquietud de saber cómo se va a desarrollar el transcurso de la pandemia. Por lo anterior, las distintas medidas de bioseguridad que en nuestro caso son constantemente supervisadas por el equipo de Infecciones Asociadas a la Atención de Salud (IAAS), las extenuantes jornadas de trabajo, el estrés de enfrentar algo nuevo y el miedo de contagiarnos y contagiar a nuestros seres queridos, claramente se veía reflejado en nuestros rostros. Sin embargo, gracias a todas estas medidas drásticas de cuidado tomadas por nuestra institución y el tener constantemente charlas motivacionales han hecho que hasta ahora no exista personal en nuestras unidades contagiados o que hayan faltado por estrés laboral.

Como ecuatoriano ¿Cómo vive las noticias que llegan desde Ecuador por las muertes de personas por el COVID-19?, ¿Tienes familia allá?
Así es, en mi caso soy de nacionalidad ecuatoriana y tengo a mis padres y hermanos allá y uno nunca sabe si los volverá a ver, más aún por todo lo que está viviendo Ecuador. Sin embargo, la vocación que solo tenemos aquellos que elegimos esta carrera, que para mí es la mejor carrera del mundo porque converge dedicación, pasión y responsabilidad  por hacer bien las cosas, porque tratamos con humanos y nos permite ayudar a los que más lo necesitan, hacen que al final del día el esfuerzo y sacrificio valga la pena.  Y que por cada paciente que es dado de alta se justifica una mala noche de turno, una tarde sin almorzar, el no ver como quisiera a mi familia. No puedo negar que ha sido muy difícil y desgastante, pero gracias a Dios tengo la fortuna de que mi familia en particular comprende mi profesión y a pesar de que en estos últimos días los he visto poco, tengo el apoyo incondicional de ellos.

«Es así que por lo menos en un par de pacientes de mis unidades la evolución ha sido errática, lo que ha significado un verdadero desafío el mantenerlos con vida y esto sí ha sido impactante no solo para nosotros como personal de la salud, sino también para la familia que ni siquiera puede acercarse a visitarlos».

¿Cómo cambió su rutina, la llegada de esta Pandemia?
Bueno cada día en las noches al llegar a mi casa, después de cenar y compartir brevemente con mi esposa e hijos, manteniendo las medidas de cuidado pertinentes, me encierro en mi cuarto de estudio a leer y aprender, según vayan saliendo más información al respecto de esta pandemia, preparándome   continuamente para dirigir el manejo de los pacientes que llegan infectados por Covid-19 a mis unidades. En las mañanas, me despierto muy temprano para ir al trabajo y a medida que más y más colegas se van contagiando, no en mi sitio de trabajo, sino que en otros hospitales, queda en mi mente la incertidumbre de saber si el próximo en la lista voy a hacer yo. Por eso he tenido que hacer más estricta mi rutina de autocuidado, aunque eso implique como dije anteriormente ver menos a mi familia.

¿Cuántas horas diarias está trabajando?
Trabajo alrededor de 8 a 10 horas diarias de lunes a viernes en horario de 8 a 17:30 más un turno de 28 horas a la semana.

¿Qué es lo que más le ha impactado de los pacientes que ha atendido?
No cabe duda de que, al ser una patología nueva, teníamos que enfrentarlo con lo poco y nada que existía hasta ese momento de evidencia científica, sobre todo en cuanto al tratamiento farmacológico, falencia que se hace más evidente cuando los pacientes no responden. Es así que por lo menos en un par de pacientes de mis unidades la evolución ha sido errática, lo que ha significado un verdadero desafío el mantenerlos con vida y esto sí ha sido impactante no solo para nosotros como personal de la salud, sino también para la familia que ni siquiera puede acercarse a visitarlos porque tienen que guardar aislamiento en sus casas y desde allí también hacer fuerzas, manteniendo la fe y la esperanza de algún día volver a ver su ser querido.

¿Qué mensaje daría a las personas sobre este instante que vive el mundo?
Como mensaje final, quisiera decir, que espero que la gente sea responsable y que todo esto haya servido también para aprender a valorar lo que realmente importa, “la vida de uno mismo y la vida de los demás”.

¿Cuáles son sus deseos para una vez que esta pandemia pase?
Que seamos una sociedad mejor, más solidaria, más empática con el prójimo. Que los sistemas públicos de Salud queden mejorados y fortalecidos después de que todo esto termine, porque al final del día, todos nos beneficiamos de él y que ojalá en lo que salud respecta al momento de tratar un paciente no existan personas A y personas B. Que la salud sea de calidad para todos y para todas. Porque el día de mañana puedes ser tú o puedo ser yo quien necesite de una atención de calidad.

Dr. Daniel Apolo egresado del programa de Especialidad de Medicina Intensiva en la UNAB relata su experiencia cara a cara con el Coronavirus:

Más información sobre los protocolos institucionales adoptados, así como los detalles de la campaña “Prevenir en UNAB”, pueden revisarlo en www.unab.cl/coronavirus. Para consultas adicionales pueden escribir a [email protected].

Escrito por Sonia Tamayo