ORGULLO UNAB | Tecnóloga Médica relata cómo es trabajar en un hospital que estuvo a su máxima capacidad
El COVID-19 exigió al máximo a los hospitales públicos, entre ellos, el Barros Luco, uno de los más grandes del país y en el cual Valentina Alfaro estuvo en “primera línea”. La tecnóloga médica habla del rol de este profesional en la pandemia.
“Decidí estudiar tecnología médica, porque me cautivó ‘el qué hacer’ de este profesional. Profesional que está involucrado en el apoyo diagnóstico de una patología, que este sea oportuno y certero; participar en el seguimiento y tratamiento de la enfermedad de nuestros pacientes, y que junto con nuestro trabajo realizar aportes a la calidad de vida de estos”, explica Valentina Paz Alfaro Saavedra, titulada en la Escuela de Tecnología Médica de la U. Andrés Bello en 2016.
A sus 30 años, esta profesional se ha visto trabajando en medio de una de las pandemias más severa de los últimos años en el Hospital Barros Luco, uno de los establecimientos más grande del país y de mayor complejidad dentro de la red asistencial del Servicio de Salud Metropolitano Sur, el que atiende hoy a una población cercana a 1.500.000 personas.
Durante tu trabajo en clínica, te ha desempeñado en el área de hematología, bioquímica, nefrología y microbiología ¿Cómo ha sido esa experiencia?
Realmente, enriquecedor. Tuve la fortuna de realizar mi internado clínico en el Hospital Ramon Barros Luco Trudeau, uno de los hospitales con la mayor cantidad de especialidades en la Región Metropolitana, en el cual se me otorgó la oportunidad de realizar mi primer reemplazo en el área de Hematología (Laboratorio Central). Luego, mi jefatura me proporcionó un gran desafío, el cual fue ser la encargada de la sección de toma de muestras, en donde se atienden diariamente 300 a 350 usuarios, y debido a la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, actualmente, estoy trabajando como tecnólogo de turno de urgencias del laboratorio central. Cada una de las áreas en las que he podido trabajar en el hospital, me han entregado una experiencia increíble, desde la preocupación de obtener una muestra de calidad para el examen de un usuario, hasta la validación y entrega de este. Y más allá, de perfeccionar el conocimiento teórico, también me ha hecho crecer personalmente al conocer diferentes realidades de nuestros usuarios y comprometernos con la salud y bienestar de ellos.
Lo principal que creo que cambio en mí, fue la forma de valorizar a mi familia y seres queridos. Tuve la fortuna de no perder a nadie a causa del COVID-19, pero si tuve amigos que tuvieron a sus familiares hospitalizados, algunos que si lograron recuperarse y otros que no. Y como bien decían, el COVID -19 es la enfermedad de la soledad, fallece alguien, y son muy pocos los familiares que pueden asistir a despedirse o acompañarte en ese momento tan duro.
Actualmente estás en el Barros Luco, ¿Cómo has vivido todo el proceso de la pandemia trabajando en un hospital público que llegó a estar colapsado?
Al leer esta pregunta, en la primera palabra que pienso es “VALOR”, gran valor de todos mis colegas del área de salud (Profesionales, técnicos y auxiliares) que trabajan en el sector público y privado. Si bien es cierto, en algún momento el hospital estuvo trabajando a su máxima capacidad, siempre se tomaron medidas preventivas tales como: el aumento de personal en las áreas críticas, transformación de camas para cuidados intensivos según lo requerido por el Ministerio de Salud, la implementación de un hospital de campaña, entre otras medidas que surgieron para poder responder de la mejor forma a la alta demanda provocada por la pandemia. Me siento totalmente orgullosa del Hospital Barros Luco Trudeau, y de todos sus funcionarios, que sé, que entregaron lo mejor de ellos en beneficio de cada uno de sus pacientes.
A tu juicio, ¿cuál crees que ha sido el rol del tecnólogo médico en esta pandemia?
La verdad, es que como tecnólogos médicos siempre nuestro rol se ha visto invisibilizado a los ojos de la sociedad. La carrera no es muy conocida, o las personas no saben realmente que es lo que hacemos. En esta oportunidad me voy a referir específicamente al rol del tecnólogo médico con especialidad en Bioanálisis clínico, Inmunohematología y Banco de Sangre, ya que es la especialidad que estudie. El tecnólogo médico en la especialidad de laboratorio clínico en esta pandemia tomo un rol protagónico, ya que fue el profesional encargado de realizar los exámenes confirmatorios para diagnosticar a un paciente como COVID-19 POSITIVO, a través del examen PCR (Polymerase Chain Reaction /reacción en cadena de la polimerasa), y en tiempo record, para brindar una pronta respuesta a las necesidades clínicas. No podemos dejar de mencionar, el inmenso trabajo que tuvieron los tecnólogos médicos del área de microbiología, hematología, bioquímica y nefrología, al procesar gran cantidad de exámenes para el seguimiento y tratamiento de todos los pacientes hospitalizados por COVID-19. Como se ha dicho siempre “El tecnólogo médico puede ver lo que otros no ven”
¿En qué crees que cambiará Chile con esta pandemia?
No creo que cambie solo Chile, sino que a nivel mundial. Esta pandemia llego para recordarnos lo vulnerables que podemos ser, a pesar de todo lo que ha evolucionado el ser humano. Chile siempre ha tenido desafíos constantes, sobre todo en el área de la salud, y creo que el principal cambio que tendrá Chile es ver el área de salud y sus protagonistas como algo mucho más importante de lo que ya es. No debemos olvidar que lamentablemente, funcionarios de salud dieron su vida por estar luchando contra esta pandemia. Y que, además, el esfuerzo que se realizó como país para poder enfrentar esta pandemia, fue enorme. La valorización y el respeto por los profesionales de salud no debe perderse.
¿Tuviste miedo por el Covid?
Mucho, al principio de la pandemia todo era muy incierto, y solo sabíamos lo que se mostraba en televisión, o lo que podíamos leer de algunas revisiones bibliográficas del extranjero, pero como la enfermedad que provocaba el COVID-19 era tan nueva, realmente enfrentar clínicamente el cuadro del COVID- 19 era desconocido. Además, que la reacción al tratamiento que tuvieran los pacientes dependía de muchos factores, eso es lo que nos daba más miedo. Por otra parte, no podíamos dejar de pensar en la culpa que sentiríamos si contagiábamos a alguien de nuestra familia. La incertidumbre era bastante alta, y a esto se le sumaba la gran carga laboral, lo que provocaba mucha angustia en la mayoría de los funcionarios de salud.
En lo personal ¿cuánto te ha cambiado la pandemia?
Lo principal que creo que cambio en mí, fue la forma de valorizar a mi familia y seres queridos. Tuve la fortuna de no perder a nadie a causa del COVID-19, pero si tuve amigos que tuvieron a sus familiares hospitalizados, algunos que si lograron recuperarse y otros que no. Y como bien decían, el COVID -19 es la enfermedad de la soledad, fallece alguien, y son muy pocos los familiares que pueden asistir a despedirse o acompañarte en ese momento tan duro. El solo hecho de llegar a casa, poder ver a mi familia y seguir compartiendo día a día con ellos, y agradecer por eso, es algo que antes no lo tenía tan presente. Y realmente somos muy afortunados por seguir teniendo esos momentos. Y el otro ámbito que cambio también fue el lazo que formamos con los compañeros de trabajo, siempre ha sido bueno, y a pesar de estar sometidos a una gran carga laboral, siempre estuvimos juntos para apoyarnos en los momentos más difíciles, tanto profesionales, como personales.
«Esta pandemia llego para recordarnos lo vulnerables que podemos ser, a pesar de todo lo que ha evolucionado el ser humano. Chile siempre ha tenido desafíos constantes, sobre todo en el área de la salud, y creo que el principal cambio que tendrá Chile es ver el área de salud y sus protagonistas como algo mucho más importante de lo que ya es».
¿Qué herramientas crees que te proporcionó la UNAB para llevar a efecto todo tu trabajo?
La Universidad Andrés Bello posee docentes que tienen una amplia trayectoria académica, en la cual en las asignaturas de la carrera de tecnología médica nos entregan sólidos conocimientos teóricos, los cuales somos capaces de poner en práctica al momento de realizar nuestro internado clínico. Las instituciones de salud en las cuales la Universidad Andrés Bello posee convenio docente para realizar los internados clínicos son de una alta diversidad técnica, la cual permiten a los alumnos conocer diferentes realidades en el ámbito laboral, y comenzar a formar redes laborales. Por otra parte, la Universidad fomenta la autonomía y habilidades de liderazgo en el estudiante, en cuanto a su actuar y aprendizaje, lo cual le otorga una independencia y seguridad al enfrentar su internado clínico. Y, por último, creo que una de las cosas más importantes que me entrego la Universidad y sus docentes, fueron sus valores. Tener presente siempre que trabajamos por y para los pacientes, por un beneficio de ellos, y que siempre nuestro trabajo lo tenemos que realizar a consciencia.
¿Cuáles son tus sueños próximos en lo profesional y personal?
Las dos áreas que me apasionan son el área clínica y la docencia Universitaria, y creo que no podría realizar ambas por separado, siempre he pensado que para ser docente necesitas estar involucrado constantemente con el área clínica y sus innovaciones, para poder enseñar experiencias a tus alumnos. Por otro lado, el área clínica, específicamente en el sistema público me ha cautivado, siento que es aquí donde los profesionales de la salud podemos realizar los principales aportes. Es por esto, que mis futuros sueños laborales siempre van a estar ligados al área publica, en donde tengo pensado entregar lo mejor de mi profesionalmente para el beneficio de sus usuarios, ya sea en el hospital o en otra institución. Y personalmente, espero seguir entregando experiencias laborales y conocimientos a mis alumnos, ya que verlos después, realizados profesionalmente, es toda la recompensa que puedo tener.