ORGULLO UNAB | Rugbista y Alumni UNAB contribuye a la clasificación histórica de “Los Cóndores” para posicionar un nuevo deporte en Chile
Marcelo Torrealba, rugbista y exalumno de la U. Andrés Bello, ha sido fundamental en la clasificación histórica de la Selección Nacional de Rugby, conocida como "Los Cóndores" en la Copa del Mundo Francia 2023, evento donde espera seguir demostrando sus habilidades deportivas y aprendizaje académico.
Se declara apasionado por el deporte que practica desde los cinco años el rugby, disciplina en la que juega como scrum y scrum half, en las que ha logrado un destacado desempeño.
Uno de los hitos de su carrera ha sido formar parte del equipo que logró la inédita victoria, con la que “Los Cóndores” consiguieron dar vuelta la serie del repechaje frente a Estados Unidos.
Torrealba (27), alumni de la Carrera de Ingeniería Comercial, cuenta cómo ha sido su camino para ser un profesional tras su egreso de la UNAB y cómo su paso por la casa de estudios ha favorecido su rol como uno de los deportistas de élite del país.
¿Como llegaste a la UNAB? ¿Por qué elegiste esta casa de estudios?
Elegí la U. Andrés Bello específicamente porque en la universidad en la que estaba antes no me dieron el apoyo necesario para avanzar en mi carrera de deportista de alto rendimiento. En 2017 congelé el primer semestre, pues fue un período de muchas giras y viajes con la Selección Nacional de Rugby. Ese tiempo fue clave, ya que por primera vez me enfoqué al 100% en mi deporte. Decisión que logró importantes mejoras en mi rendimiento físico.
Por esa razón, no quise volver a estudiar a la universidad donde me encontraba. Fue entonces cuando decidí contactar a la Dirección Nacional de Deportes UNAB, en donde me explicaron las ventajas de estudiar aquí, ya que mi rendimiento físico y académicos se complementaban en la U. Andrés Bello.
¿Cómo fue tu vida estudiantil en la UNAB?
Hice muchas amistades y conocí mucha gente. Y, también empezaron a ingresar más estudiantes que también practican rugby. Entre el 2019 y 2021, estuve con el programa online, en ese tiempo también estuvimos en pandemia, así que fue muy escasa mi participación en la comunidad universitaria.
En el ámbito deportivo la UNAB contribuyo muchísimo en mi desarrollo como atleta de alto rendimiento, ya que en cualquier lugar del mundo tenía acceso a mis estudios. También veía las clases online, fórmula que me permitió rendir pruebas y cumplir con mis obligaciones estudiantiles.
Entendiendo este contexto, ¿Hubo algún académico que te haya marcado como estudiante? ¿Hubo algún profesor que haya influido en tu camino como deportista y estudiante?
El director nacional de Deportes UNAB, Álvaro Saffa, aportó significativamente en todo mi proceso. Él siempre estuvo y está dispuesto a apoyarme, a ayudar a todos en realidad. Siempre se mantuvo al pendiente de cómo iba con los estudios. Ha estado presente ante alguna dificultad, duda o necesidad que tuviese frente a un ramo o con algún profesor, tuvo la mejor voluntad para que mi periodo en la UNAB fuera provechoso.
¿Cómo fue la clasificatoria a los Panamericanos? ¿Cómo entrenas para este desafío?
Ese ha sido un gran logro, ya que clasificamos a los Panamericanos y Para Panamericanos en el torneo de Rugby Seven, que se desarrolló en Costa Rica en diciembre de 2022.
En ese campeonato clasifican solo los mejores. Competimos frente a Argentina y Uruguay en un torneo muy disputado, pero, además, logramos estar presentes en STGO2023, porque nuestro objetivo como equipo fue salir campeones y probar nuestra merecida clasificación.
¿Cómo se está preparando la Selección Nacional de Rugby? ¿Cómo entrenan Los Cóndores?
Comenzaré por explicar que en rugby existen dos modalidades: Rugby 7 y 15. En la cancha hay 7 jugadores por cada lado y se desarrolla el juego en 7 minutos. Generalmente, son torneos de 2 o 3 días, incluso, se pueden llegar a durar hasta 6 días.
En mi posición de jugador me desenvuelvo tanto en Rugby Seven como Rugby 15, así que siempre estoy entrenando. Ganar el año pasado y lograr la clasificación histórica para Chile al Primer Mundial de Rugby, evento deportivo que se jugará este año en Francia, nos siguió alentando entrenar con más fuerza y dedicación.
En cuanto al entrenamiento y equipo, como jugadores profesionales, el 90% del tiempo se distribuye en realizar ejercicios y entrenamiento. Como equipo, nuestros horarios son estrictos: entre las 08:00 y las 14:00 horas tenemos que estar disponibles para el programa, porque es el momento en que estamos trabajando 100% en actividad física y táctica.
Este ritmo es intenso y exigente. Y, la verdad, soy muy afortunado por realizar lo que más me gusta y con una red de amigos que se han vinculado en mi camino, entonces todo se hace mucho más fácil.
¿Qué herramientas entregadas por la UNAB han aportado a tu desarrollo profesional y como deportista de alto rendimiento en el rugby?
Destaco la disciplina que logre aprender a conocer, producir y gestionar en todo orden de cosas, especialmente en los estudios y el deporte. Porque me mantuvo siempre ordenado y focalizado en cumplir mis metas y ser independiente.
Desde que ingresé a la U. Andrés Bello puedo decir que crecí en varios aspectos, ya que mi ritmo de vida siempre se vio sometido a viajes y actividades de ese tipo. Por eso, tuve que generar un orden para organizar mis estudios, lo que me permitió rendir de forma adecuada mis asignaturas y estar al día.
Esta estructura se hizo un hábito de disciplina y autocontrol. Esta forma de vivir me enseñó a adaptarme a situaciones y escenarios adversos y resolver de la mejor forma cada situación.
¿Cuáles son los desafíos personales? ¿Ejercerás tu carrera o seguirás en el rugby profesional?
Hoy trabajo tiempo completo en el rugby. Luego, después de mi carrera como deportista, quiero ser entrenador y armar algún emprendimiento ligado a este deporte que me apasiona.
Y en el equipo, ¿cuáles son los desafíos que tienen por delante?
En cuanto al rugby, pienso -y la mayoría de nosotros- creemos que falta difusión y masificación de este deporte. El rugby se practica y juega en muchas partes. Pero, ocurre que falta capacitación de la gente que lo enseña. Ese es el primer desafío. Falta capacitar a más gente que lo practica e instructores que lo enseñen.
Es cierto que en las universidades hay una mayor conexión con el deporte, por eso lo ideal sería generar espacios desde la comunidad universitaria para que los estudiantes comiencen a conocer, practicar y si quieren dedicarse a este deporte.
Las ligas universitarias son importantes, tienen cierto nivel, pero debe existir un apoyo. Como hay pocas universidades que realmente están con los deportistas y fomentan la participación de atletas profesionales en la universidad, existe una barrera que hay que ajustar.
¿De qué forma contribuyes con tu trabajo y rol a la sociedad?
Hay un legado que vas dejando para las futuras generaciones y eso es observado por niños y jóvenes que te ven como referente y deciden dedicarse al deporte en forma profesional y lograr cosas importantes en sus vidas.
Mi contribución siempre ha sido la de plantear desde mi posición de jugador profesional que el deporte en Chile requiere mayor respaldo.
Basado en mi experiencia, puedo decir que siempre estuve sometido a la presión de elegir entre el deporte o los estudios, y eso la sociedad en general no lo entiende. Por eso es importante comenzar a pensar que Chile tiene varios talentos que pueden llegar muy lejos en el deporte, pero no han sabido cómo explotarlo.
Por eso mi contribución siempre está en apoyar, orientar y ayudar a los interesados en este deporte. Para que conozcan y sepan qué es el rugby. Pero más allá de esta actividad física, también existen otras cosas en las que pueden estar muy interesados y no saben cómo canalizarlo. Por ello, siempre cuando estoy en contacto con jóvenes o niños les pregunto qué les apasiona. Porque conocer qué te mueve, genera que puedas llegar donde tú quieras sea en el deporte o en otra actividad y eso sin duda aporta a tener una vida saludable, feliz y equilibrada.
Cuando tomas el camino de un deportista de alto rendimiento, siempre eres un referente. En mi caso siento que hay que dar a conocer el camino que uno tiene y cómo se forja. Eso es muy positivo porque logra que más personas se interesen por cumplir sus objetivos. Estamos dejando un legado en Chile y ese ya es un mensaje que, aunque el rugby no sea tan popular, ahora sí tiene un nombre en el mundo.