ORGULLO UNAB | Exalumno de Ingeniería Industrial moviliza labores de ayuda a vecinos de Colina durante la pandemia
Mauricio Morán, exalumno de la Universidad Andrés Bello, coordinó la sanitización de 3.000 hogares, apoyo psicológico, charlas de autocuidado y educación cívica, entre otras iniciativas de asistencia a la comunidad en Colina, su comuna natal. “El trabajo y la ayuda, cuando se hacen en equipo, son la mejor forma de salir adelante”, señala.
La pandemia de coronavirus continúa causando devastadores efectos en la salud, la economía y la sociedad como un todo. Pero frente a esta cara negativa ha surgido a su vez un sentimiento de comunidad, de cuidarse y apoyarse unos a otros, como es el caso de Mauricio Morán, Ingeniero Industrial de nuestra casa de estudios quien ha puesto en movimiento una serie de iniciativas con el objetivo de mitigar los efectos de la crisis en Colina, la comuna donde reside desde que nació.
Gracias a su experiencia como ingeniero en logística, planificación, transporte y abastecimiento, y través de una red de apoyo compuesta por amigos, conocidos y la misma comunidad, se fue dando respuesta a los distintos llamados e inquietudes de los vecinos que no eran atendidos por las autoridades locales.
De esta forma, Morán logró gestionar la sanitización gratuita de cerca de 3.000 hogares con amonio cuaternario certificado por el ISP, todo ello por medio de aportes y cooperación voluntaria, la difusión boca a boca y la generación de una “cadena solidaria”. Al realizar esta tarea, se dio cuenta de que las personas tenían muchas dudas sobre cómo enfrentar el virus, por lo que se dedicó también a ayudar a resolverlas a través de charlas y asesoría por parte de profesionales del área de la salud e ingenieros químicos. “Sentí que no bastaba solo con sanitizar; había que comenzar a reeducar y fomentar el autocuidado”, comenta.
“El overol blanco que nos pusimos sirvió para que la gente nos identificara y conociera aún más. Estuvimos cerca de tres meses realizando esta labor, viendo el miedo de las familias, el sufrimiento, incluso conociendo desde cerca la muerte. Fue tal la exposición, que yo también me contagié e incluso estuve hospitalizado en la UCI por 11 días, pero pasada mi cuarentena y el tiempo de recuperación, volvimos a la calle a seguir sanitizando con más fuerza”, relata Mauricio.
Asimismo, junto a sus colaboradores brindó apoyo activo a las ollas comunes que nacieron en la comuna. Si bien no les fue posible llegar a todas, organizaron donaciones de distinta índole para luego entregarlas de manera discreta, “siempre respetando la dignidad de las personas”, acota. De la misma forma, al ser alertados de que las cajas de mercadería del Gobierno no estaban llegando a destino, apoyaron la gestión de entrega.
Alarmado por esta situación, “personalmente fui a la Municipalidad a consultar por las cajas. Después de un tiempo, logramos gestionar la pronta entrega de más de 250 cajas de alimentos que esperaban estas familias de Colina”.
Uno de los ámbitos en los que la pandemia ha generado mayores estragos es la salud mental. Es por esto que, al ir conociendo la realidad de familias afectadas de distintas formas por el Covid19, incluyendo la pérdida de seres queridos, coordinaron ayuda y acompañamiento psicológico profesional para estas familias.
Por otro lado, y dado que en nuestro país la pandemia coincidió con la discusión pública sobre el proceso constituyente, Morán coordinó la realización de charlas de educación cívica acerca del Plebiscito apoyado por especialistas en estos temas: abogados, historiadores y cientistas políticos, como también vecinos y vecinas de la comuna que aportaron al debate de ideas.
¿De dónde nace tu interés social, particularmente en la comuna de Colina?
En el año 85 vivíamos en un campamento, “Los Robles de Colina”, y desde pequeño veía a mi madre trabajar y participar en distintas obras sociales que existían con el fin apoyar a quienes eran sus vecinos. Mi madre trabajó mucho tiempo realizando ollas comunes con sus vecinas más cercanas, por lo tanto, el interés social y la labor social siempre ha sido parte de mi vida, pues vi en ella que el trabajo y la ayuda, cuando se hacen en equipo, son la mejor forma de salir adelante.
¿Qué te motivó a desarrollar estas gestiones y cómo hiciste para movilizarlas?
En medio de la pandemia que estamos viviendo no todo partió bien. En el mes de marzo fui despedido de la empresa en donde me encontraba trabajando, así como muchos vecinos y vecinas de Colina. Sentí en ese momento que debía aprovechar este tiempo y hacer algo. Al darme cuenta de que la emergencia sanitaria estaba siendo cada vez más grave, junté a un grupo de amigos y amigos de otros amigos, para ir en ayuda de la comunidad de Colina.
Esta experiencia provocó que los propios vecinos te propusieran participar en el proceso de elecciones municipales de Colina, ¿qué nos puedes comentar sobre esa posibilidad?
Si bien no podría hablar en estos momentos de una precandidatura, la gente me reconoce no solamente por esta labor, ya que siempre he estado involucrado en distintas actividades de ayuda y apoyo para los vecinos, pero es verdad que después de esta intervención la gente empezó a manifestar su apoyo y a proponerme que participe en la próxima elección de alcalde, pero es algo que debo mirar con calma. La verdad, es una alternativa que no veo lejana, lo hemos conversado y analizando con mi familia y mi entorno, pero son cosas que siempre dan una alegría increíble, saber que tus propios vecinos te tienen presente para poderlos representar. Pero sí siento que los vecinos y vecinas de Colina deben ser representados por alguien que ha nacido en la comuna y ha vivido las mismas necesidades de ellos. Estoy muy agradecido por sentir este cariño y reconocimiento de parte de la comunidad.
¿De qué manera tu formación como ingeniero en la UNAB te ha servido en estas labores?
Mi formación en la Universidad me ha permitido gestionar y administrar estas actividades de forma rápida y acertada, organizar equipos, ser agente de cambio, poder ver de manera rápida cuáles son las verdaderas necesidades de cada uno de los vecinos y vecinas, logrando en poco tiempo tener un impacto totalmente beneficioso. El haber vivido las mismas necesidades de los vecinos y vecinas, y el estar en terreno día a día, más las experiencias de ser ingeniero, permitió realizar una labor social que no estaba siendo cubierta por las autoridades comunales.