ORGULLO UNAB | El ingeniero comercial y remero que ya es referente para las futuras generaciones
Francisco Lapostol, alumni de la carrera de Ingeniería Comercial de la U. Andrés Bello, comenta su paso por esta casa de estudios y cuáles son sus proyecciones en uno de los deportes que se presentarán en Santiago 2023.
Francisco Lapostol es Ingeniero Comercial de la U. Andrés Bello y seleccionado nacional de remo desde el 2014. Oriundo de la Región del Biobío, este joven es una de las cartas de medallas para Chile en los próximos Panamericanos 2023.
El deportista estudió el primer año en la sede de Concepción y, luego, se trasladó a la sede Viña del Mar.
Hoy, desde el lugar de su entrenamiento en la Laguna de Curauma, Región de Valparaíso, detalla cómo se transformó en un referente para niños que también quieren seguir su camino en el remo y en los estudios.
¿Por qué elegiste la Universidad Andrés Bello?
Desde un comienzo elegí la UNAB, porque cuando llegamos a Viña del Mar con un grupo de remeros a estudiar, la U. Andrés Bello fue la única universidad que nos apoyó en cuanto a becas deportivas.
¿Cómo recuerdas tu vida universitaria?
En Viña del Mar, cuando estudiaba vespertino, la verdad no tuve mucha vida universitaria, era más vida deportiva. Si bien hice muy buenos amigos, diría que en Concepción fue el lugar donde hice más vida universitaria, sobre todo, el primer año cuando ingresé. Hice un gran grupo de amigos con el cual todavía tengo contacto.
Y, también, el último año fue muy agradable en la universidad, ya que todos los profesores fueron muy amenos y cercanos, lo mismo que los compañeros y amigos.
¿Hubo algún profesor que recuerdes que te haya ayudado o que haya influido en tu camino?
En Viña del Mar, recuerdo a dos profesores que lamentablemente ya no están con nosotros, que en paz descansen. Uno de ellos fue el profesor Joseaba Ajuria, quien dictaba una asignatura muy complicada de mi carrera. Recuerdo que una vez llegué de un mundial a clases y el profesor, muy atento, me preguntó cómo me fue.
También recuerdo al profesor Héctor Salinas, quien fue el secretario académico. Lo recuerdo como un docente muy resolutivo, que me ayudó en todo. Y, en Concepción, la verdad es que todos los profesores que tuve fueron muy gratos y agradables.
¿Vas a competir ahora en los Panamericanos Stgo 2023?
Sí, y nuestro objetivo es ganar el 8, que es el bote que estuvimos a milésimas de ganar en Lima. Eso es a lo que apuntamos y, esperamos ganar en todo, porque por eso tratamos de hacer lo mejor posible y esperamos obtener solo oros. Para eso trabajamos mucho.
¿Cómo es tu preparación, en qué consiste?
Mi día a día consiste en despertarse a las 6:30 horas, tomo desayuno y voy a remar. Después, vuelvo, como un refrigerio y realizo ejercicios de pesas o de algún otro tipo, depende de lo que corresponda. Y, después de almuerzo, se vuelve a entrenar entre las 4 y 7 de la tarde. Así termina el día. Es muy intenso. Eso sí, el domingo descansamos.
¿Cómo ves al equipo que competirá en los Panamericanos?
Veo muy fuerte al equipo de remo. En 2019, fuimos el equipo con más medallas y, pienso, que podemos repetirlo o incluso lograr más aún. Hay un equipo de mujeres muy fuerte, los hombres igual estamos trabajando para ponernos a nivel. Pero no es fácil, ya que todos los países son buenos, nunca hay que confiarse.
¿Se conocen entre todos los remeros a nivel nacional?
Sí. Somos un grupo que llevamos un tiempo juntos. Con las hermanas y los hermanos Abraham, empezamos juntos. Atrás, también, viene un grupo de chicos bastante fuerte que se han ido uniendo. Al final, somos como una familia, somos amigos, somos como hermanos.
¿Hay alguna herramienta que te haya entregado la UNAB para desarrollar tu deporte?
El hecho de mantenerse estudiando y compatibilizar el estudio con el alto rendimiento es muy bueno. Ojalá otras universidades se unieran y que en Chile se logre una cultura al respecto. Yo creo que, más que un aporte, ambas cosas van de la mano, son muy parecidas, pues involucra el trabajo en equipo, estudiar, entrena, etc. Tengo una muy buena imagen de la UNAB como universidad.
¿Cuáles son los desafíos que enfrentas en tu día a día?
Ahora, todo está concentrado en Santiago 2023, en tener una buena participación. Menos mal estoy titulado, pues no me imagino estudiando y entrenando para este evento. Con mi equipo estamos concentrados en ir tras ese oro de cualquier forma.
Luego, y viendo cómo se den las cosas, mantener o mejorar el nivel. También ver si hay más competencias internacionales.
¿De qué forma sientes que contribuyes a la sociedad o esperas contribuir quizá en un futuro?
A través de mi ejemplo, demostrar que es posible lograr las dos cosas, estudiar y ser deportista de alto rendimiento, y aportar al desarrollo de una cultura deportiva que apoye a los deportistas, porque son personas que no pierden el tiempo para destacarse en lo que hacen.
Además, uno es referente de las futuras generaciones, por ejemplo, cuando voy a mi club, hay un grupo de niños de 11 años que me siguen y admiran. Yo estaba tan cerrado en una burbuja entrenando que no me percaté de eso, hasta hace poco.
Entonces, creo que es fundamental dar siempre una buena imagen a las futuras generaciones que quieran seguir este deporte, que es el camino que yo elegí. Por mi parte, nunca me voy a arrepentir de esta elección, porque soy muy feliz.