ORGULLO UNAB | Edgardo Almendra, el hombre clave en el acuario del Buin Zoo y un emprendedor de productos del mar
Hace 12 años que Edgardo Almendra se tituló de la carrera de Ingeniería en Acuicultura de la U. Andrés Bello. Hoy, está a cargo de velar por el perfecto funcionamiento del acuario del Buin Zoo, recreando escenarios estables para las especies hídricas. Paralelamente, dirige “Delicias de Alta Mar”, su emprendimiento.
Edgardo Almendra tiene 39 años y hace 12 que se tituló de ingeniero en Acuicultura de la U. Andrés Bello. “Siempre me ha gustado el agua, tengo una fascinación por los animales acuáticos, referente a lograr comprender su comportamiento para poder diseñar y construir sistemas que les permitan vivir de forma artificial en ambientes controlados, por lo demás me encanta la ingeniería aplicada a lo mencionado anteriormente ya que hay muchos aspectos técnicos complejos detrás que permiten lograr dichos objetivos”, explica la razón que lo llevó a estudiar esta carrera.
¿Qué significa estar a cargo de acuario del Buin Zoo, considerado de alto nivel, y cuál es tu labor en él?
En Buinzoo tengo la misión de velar por el perfecto funcionamiento del acuario, recreando escenarios estables para las especies hídricas. Mi objetivo es asegurar el bienestar de los animales, no obstante, tengo otras actividades dentro de la institución las cuáles son manejar aspectos técnicos complejos como el manejo de agua e hidráulicos en grandes cuerpos (lagunas artificiales) de agua que permiten tener peces, asegurando su calidad físico-químicas y biológicas logrando así el hábitat adecuado para dichos ejemplares.
Tengo entendido que también has desarrollado otros proyectos de acuarios en el país ¿podrías abordar cuáles, describirlos y de dónde son?
Sí, hemos realizado instalaciones en cadenas de retail, restaurantes, mercado central de acuarios cuyo objetivo es la comercialización de especies hídricas de interés gastronómico, además de exhibición de otras con fines educativos.
También sé que eres dueño y fundador de una exitosa empresa de productos del mar, especializada en la comercialización de organismos vivos ya que cuenta con un vivero de última generación ¿Me podrías relatar de este emprendimiento?
En paralelo con mi trabajo en Buin Zoo he tenido distintos proyectos. Hace 12 años comencé comercializando acuarios para que las personas pudieran tener sus propios peces en su hogar. En paralelo, desarrollé un sistema para mantener mariscos y crustáceos vivos (langostas y jaibas), lo que nos permitió a dedicarnos a su comercialización. Tuvimos muy buena recepción por parte de los amantes de los productos del mar, el gran plus era que no tenían que viajar a la costa para consumir mariscos frescos y desarenados, todo gracias a nuestras piscinas y acuarios que filtran el agua constantemente y que extienden la vida de las especies, cuidando así los productos del mar. Hemos tenido varias instalaciones en restaurantes, salas de retail, mercado central, terminal pesquero, dentro de otros más. Posteriormente nos vimos con el requerimiento de comercializar especies ya que fue nos pedían recursos para poder tenerlos vivos, luego con el tiempo nos fueron pidiendo pescados frescos, variedad en congelados y así fue como nace Delicias de Alta Mar.
«Me gusta pensar que mi objetivo es cuidar los recursos que nos entrega el mar. El proyecto de la mantención de mariscos y crustáceos vivos tiene como principal foco disminuir las mermas y extender al máximo la vida de las especies una vez extraídas del mar. Con mi trabajo en el Buin Zoo, ayudo a acercar las especies marinas a las personas».
¿Cómo fueron los inicios de Delicias de Alta Mar?
En los inicios, solo teníamos como modelo de negocios el B2B (venta de empresa a empresa). Ello nos trajo complicaciones en la liquidez, debido a los pagos a 30 hasta 60 días muchas veces, a raíz de ello como estamos ubicados en Santiago centro fue habilitar un sector de la planta y comenzamos a atender al detalle para poder generar liquidez con pagos al día con esto nace el modelo B2C (venta de empresa a cliente final) de delicias venta al detalle. En 2017, nos entraron a robar en dos oportunidades, casi quebrándonos ya que nos dejaron sin nada.
Pero lograron sobreponerse…
Con mucho esfuerzo y ayuda de familia y proveedores nos logramos levantar nuevamente. Pero en el 2019 con el estallido social, las ventas se fueron al piso, varios de nuestros clientes quebrados y nuevamente perdimos dinero, ya que eran clientes con crédito. Al comenzar el 2020, tuvimos que cambiar la estrategia para levantarnos por la pandemia, nos vimos en la necesidad de reinventarnos, ya que no estábamos digitalizados (sin web, canales de ventas digitales) y sin despacho a domicilio para clientes al detalle. Esto lo realizamos en menos de dos meses, y dentro de todo lo que estuvimos analizando observamos una oportunidad clara, mucha gente en teletrabajo sin tiempo para cocinar y mucho menos conocimientos en como cocinar los productos del mar se nos ocurrió comenzar a hacer platos preparados del mar sellados al vacío congelados, con ello nace la línea de platos preparados del mar, con los cuales estamos actualmente en unos cuantos minimarket, corneshop, Sodexo, Rappi, Pedidos Ya y otras aplicaciones con las que estamos cerrando trato, sin mencionar a las tiendas de Petrobras Spacio1 de las cuales estamos en 14 sucursales presente. Con lo anterior logramos sumar a nuestro plus el contar con mariscos vivos, el transporte seguro con cadena de frío de productos para que nuestros clientes los recibieran en su hogar de forma segura.
Las herramientas de la UNAB
¿Qué recuerdos tienes de tu paso por la UNAB?
Bastante terreno y prácticos aplicados, recuerdos como el compañerismo y camarería al momento de realizar y materializar trabajos, formar equipo al momento de necesitarlo, la dedicación de los docentes en entregar su conocimiento específico. Considero que es parte fundamental de lo que he logrado hasta el día de hoy. Siempre están presentes para poder generar sinergias interesantes dentro de los rubros en los cuales me encuentro en la actualidad.
¿Cuáles son las herramientas que te proporcionó la UNAB para poder desarrollarte como profesional exitoso y emprendedor?
Siempre incentivaron la curiosidad. Nos hacían proyectos, precisamente, para que pudiésemos visualizar potenciales negocios. Tuve también la oportunidad de impartir clases como ayudante, colaborar en proyectos, la suma de todo ello fundó los cimientos y bases de mi formación profesional. Además de contar siempre de la mano de mi padre, madre y hermano, quienes han sido fundamentales en mi desarrollo de mi carrera como emprendedor, empresario y profesional.
Desde tu especialidad, ¿Cuál crees que es tu aporte a nuestra sociedad?
Me gusta pensar que mi objetivo es cuidar los recursos que nos entrega el mar. El proyecto de la mantención de mariscos y crustáceos vivos tiene como principal foco disminuir las mermas y extender al máximo la vida de las especies una vez extraídas del mar. Con mi trabajo en el Buin Zoo, ayudo a acercar las especies marinas a las personas. Chile es un país muy rico en especies y en general conocemos muy poco de ellas, por lo que estas instancias, como el acuario, nos ayuda a conocer más acerca del interesante mundo marino y dulce acuícola.
¿Cuál será la huella que dejarás?
Quiero dejar una huella importante en el mundo del acuarismo y alimentación de productos del mar. Para ello, tenemos muchos proyectos que los transformaremos en realidad, buscamos cambiar al mundo y la forma en que nos relacionamos con las bondades del mar.
Finalmente, ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Estamos trabajando en productos nuevos, pensando en vegetarianos y veganos, para potenciar la línea de platos preparados. Adicionalmente, estamos en proyecto para crear un restaurante exclusivamente virtual con platos elaborados por nosotros, que permitan acercar a los comensales a exquisiteces directamente en sus casas todo de forma digital, a través de todas las aplicaciones de comida existentes en el mercado. Y, por último y no menor, nuestro gran proyecto y objetivo final es lograr un producto hecho de alga y recursos terrestres que todas las materias primas sean cultivables para asegurar un menor impacto de explotación. La idea es lograr trabajar con pequeños agricultores y acuicultores que cultiven lo que necesitaremos para producir dicho producto y que este lo podamos comercializar en cadenas de comida rápida y retail. Teniendo así un aporte social y medio ambiental positivo con la sociedad.