05 Marzo 2021

ORGULLO UNAB | Diego García, Terapeuta Ocupacional de la UNAB Viña del Mar y su labor actual durante la pandemia

En enero del 2020, Diego García egresó de la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar. En marzo de 2020 comenzó a trabajar en la Unidad de Paciente Critico Adulto de la Clínica Ciudad del Mar, en donde se mantiene hasta la fecha.

Por Pilar Rojas

La llegada del Covid-19 trajo consigo una pandemia que se ha mantenido por un año y la muerte de más de 20.838 personas en total. Actualmente existen dos vacunas, del laboratorio Pfizer y BioNTech, para enfrentar a este virus, sin embargo, el número de casos aún no disminuye.

En este contexto, el trabajo de Diego se ha enfocado en la atención de pacientes Covid-19 graves, el terapeuta ocupacional detalla que, en la Unidad de Paciente Critico Adulto de la Clínica Ciudad del Mar “comenzamos trabajando cuando empiezan a despertar estando todavía conectados al ventilador mecánico, apoyamos el proceso de weaning (desconexión del ventilador mecánico), muchos pacientes despiertan con Delirium que es una disfunción cerebral aguda que se manifiesta como un cambio fluctuante en el estado mental de la persona, deterioro de la atención, pensamiento desorganizado y alteración de su nivel de conciencia”

Además, comenta que esto dificulta que los kinesiólogos puedan hacer pruebas de ventilación espontanea para retirarles el ventilador mecánico, “entonces ahí desde Terapia Ocupacional apoyamos reorientándolos, explicándole la situación en que se encuentran, estimulándolos cognitiva y funcionalmente y contactándolos con sus familias a través de videollamadas, audios, videos, ya que por la pandemia los pacientes no pueden recibir visitas y eso les angustia mucho”.

La labor de los terapeutas ocupacionales en este contexto ha sido fundamental, desde la UCI, y la evolución de la persona hasta que se va de alta a su casa. La labor de Diego y sus compañeros se centra en apoyar este proceso de rehabilitación “estimulándolos cognitivamente y favoreciendo su independencia en las actividades de la vida diaria básicas, que puedan alimentarse, vestirse, en la higiene menor y arreglo personal, todo esto lo tienen que aprender de nuevo. Sobrevivir a una UCI no solo tiene un costo económico para la persona y sus familias, sino que también tiene un costo biológico, por así decirlo, bien grande”.

Diego afirma que dejar la ventilación mecánica significa comenzar un largo camino antes de poder dejar la unidad, debido a que la persona debe recuperar todas las funciones que perdió, generados tanto por la ventilación mecánica, como por los medicamentos y la misma estancia en la UCI.

“Aquí la importancia de la rehabilitación precoz, integral, accesible, multidisciplinaria, humanizada y continua (Kinesiología, Fonoaudiología y Terapia Ocupacional), la persona estando en la UCI pierde su capacidad para caminar, para deglutir, para realizas sus actividades de la vida diaria básicas y entre más tiempo este hospitalizada es peor, se observan secuelas similares a las características de una demencia tipo Alzheimer”.

Proyecciones y perdurabilidad en el tiempo

Diego comenta que su proyección es seguir especializándose en rol del terapeuta ocupacional en las Unidades de Cuidados Intensivos, “yo creo que la rehabilitación multidisciplinaria precoz en estas unidades llegó para quedarse, la cantidad de vida que están entregando hoy en día en las unidades de cuidados intensivos debe ir acompañada también de calidad de vida posterior al alta, para eso estamos”.

Además, menciona que le gustaría compartir sus conocimientos y experiencias en esta área, por lo que pretende poder realizar clases o recibir alumnos en práctica y así “poder contarles estas experiencias y que ellos también puedan vivirlas”.